Columna

ABREVANDO

José Antonio Lavín Reyna

 

"Sé cortés con todos, sociable con muchos, familiar con unos pocos, amigo de uno, enemigo de ninguno": Benjamín Franklin.

 

Las próximas elecciones y la credibilidad ciudadana.

 

Varios analistas políticos, entre ellos, Samuel F. Velarde, comentan que por varios años las elecciones en este país carecían de sentido, al menos desde un punto de vista realmente democrático, más allá del mecanismo en sí, la aplanadora priista definía el resultado de las mismas. Por supuesto que esto tenía que ver con un sistema autoritario que se escondía con el origen revolucionario del PRI. De hecho las elecciones eran manejadas por la misma Secretaría de Gobernación. Incluso en la elección de José López Portillo no hubo candidato opositor y el ganador celebró su inminente triunfo, como si hubiera hecho un gran esfuerzo político.

Por años, el PRI y sus partidos satélites (PARM, PPS) diseñaron un simulacro electoral, hasta eso con ciertos resultados para la frágil estabilidad política de la nación. Al final, en la alternancia en el poder del año 2000, el PAN perdió la posibilidad de realizar cambios sustanciales.

Hoy en día sin hacer un sesudo y fastidioso análisis, las próximas elecciones aparecen con un estigma fuerte, se realizarán en el marco de una serie de acontecimientos realmente vergonzantes, surgidos desde la élite en el poder: El descuido del caso Ayotzinapa, la Casa Blanca, el lodazal en que se han metido la mayoría de los partidos políticos actuales y el affaire Aristegui, que queramos o no, forma parte del complejo escenario político nacional.

Lo anterior ha provocado en muchos mexicanos desaliento y se cuestionan qué tanto esta elección, no será más que llevar al poder nuevamente a pseudorepresentantes populares, una serie de personajes que ganan bien y poco logran por el bienestar de la patria y sus diversos sectores sociales.

Sin embargo, en esta discusión se pueden comentar dos posiciones en relación a las elecciones, aquellos que manifiestan la importancia de abstenerse de votar, siempre y cuando se acuda a las urnas y se use el voto para señalar con alguna leyenda su rechazo al proceso. También aquellos que afirman que hay que votar por la verdadera oposición, para que el partido en el gobierno pierda el control de la Cámara de Diputados y cerrar el paso a las decisiones unipersonales del poder presidencial.

Una de los personajes que manejan lo primero es Javier Sicilia, en un artículo publicado en Proceso escribe que Gandhi en su lucha por la independencia, llamó a los hindúes a no votar por un sistema que no defendía sus derechos, volviendo obsoleto dicho proceso, una interesante analogía con los partidos mexicanos en el poder, que para muchos se han retirado de sus electores formando una partidocracia, que sirve solamente para mantener el statu quo y evitar cambios neurálgicos donde la sociedad civil tuviera un entramado sociopolítico más consolidado. Pero también la opinión que dice que es necesario acudir a votar y legitimar a una oposición con fuerza, capaz de quitarle al partido gobernante la mayoría legislativa y de esta manera poner un alto al excesivo poder presidencial.

Asimismo, en donde se gestaran políticas públicas al servicio de los sectores sociales menos favorecidos y se combatiera con hechos contundentes la corrupción y la impunidad, lastres que arrastran al país y a todos los gobiernos que forman la actual estructura política. López Obrador, ahora dirigente de Morena, se encuentra en este lugar.

Lo que sí es verdad, es que el abstencionismo se mantendrá como una posición de descontento y apatía política –en el 2012 en el estado fue de 54%–, un fenómeno ya de por si tradicional en la cultura política mexicana, pero que tal vez se manifieste más a raíz de la serie de hechos que se mencionaban arriba, un electorado desilusionado, muy vulnerable y escéptico. En municipios como Acapulco de Juárez, Chilpancingo de los Bravo, Zihuatanejo de Azueta, Iguala de la Independencia, Taxco de Alarcón, entre otros, el abstencionismo seguirá más o menos en el mismo porcentaje, a pesar de la incorporación de nuevos partidos a esta contienda electoral, no se espera que los ciudadanos acudan masivamente a las urnas.

Algunos analistas han comentado que el PRI se sitúa justamente como al principio de sus orígenes, demasiado autoritario incluso con sus partidos satélites (Verde y Alianza), aunque sin el discurso nacionalista y aglutinador de los sectores sociales, al contrario, demasiado neoliberal, conservador y en concordancia total con las prácticas más antidemocráticas. Veremos qué sucede en estas elecciones, si se perpetúa la cerrazón política (compra de votos y corrupción electoral) o que se instale la posibilidad de abrir mejores caminos para una democracia y justicia reales, algo que este país requiere de manera inmediata.

Algo Más….

Entre los partidos que en este proceso electoral del estado participan, llama la atención, uno, el MC, que por vez primera, fuera del puerto de Acapulco, participa solo, no  aliado al PRD y PT, no solo para la gubernatura, sino en diputaciones locales, federales y presidencias municipales, situación que se debe a la ruptura de Walton con la dirigencia nacional del PRD, a la declinación de Ríos Pitter a la candidatura por el mismo partido, a la ruptura de Lázaro Mazón con Morena y a un débil candidato del PRI, partido que parece que los estados de Michoacán y Guerrero no están dentro del círculo que quiera gobernar, por los eternos y ancestrales problemas de pobreza y violencia, por lo que prefiere mantener distancia.

Walton es un hombre de la élite económica de Acapulco, del mismo tipo de Zeferino Torreblanca,  debido a su riqueza, de inmediato aceptó la protección ofrecida por el gobierno federal. Dicha seguridad  lo mantiene dentro de una burbuja, lejos de la gente. Con dicha actitud, Walton parece el candidato de un partido ganador, no el de un partido sin estructura que debe buscar adeptos. Ante la falta del MC de una estructura, está aprovechando la que formó Lázaro Mazón en sus eternos recorridos por el estado como Secretario de Salud, los cuales hacía en la lógica de hacer crecer su  candidatura dentro del PRD, apostando a que el nombramiento del candidato podría decidirse en un proceso interno de votación.  Sin embargo, la dirigencia nacional siempre tuvo su candidato, Armando Ríos Pitter. Ante ese rechazo, la estructura que fue construyendo la puso al servicio de López Obrador, donde invirtió principalmente tiempo y muy poco dinero para hacer posible la creación de MORENA. Lamentablemente, los “chuchos” filtraron que brindó su total apoyo a José Luis Abarca, situación que a nivel nacional lo descobijó y López Obrador prefirió, pese a todo el apoyo que de él recibió, hacerlo a un lado.

Ante ello, puso a disposición de Walton, la estructura construida,  por la que recibirá, seguramente una candidatura plurinominal, además de proponer y disponer candidatos en municipios de la Costa Chica, Montaña y Norte. En Iguala, ante la debilidad de su candidato preferido, Mauricio González, no le quedó otra que mandar a mi amigo, el mejor de los candidatos a la presidencia de Iguala, Miguel Ángel Garduño Román.

Sin embargo, me asalta una duda, siempre de mal pensado, lo que me ha llevado a tener muchos amigos alejados, el posible nombramiento de sus acérrimos rivales, Oscar Díaz o Antonio Jaimes, por el PRD, lo tienen nervioso y con tal de destrozarlos, a cualquiera de ambos, temo, que su acendrado amiguismo con Esteban Albarrán pueda mandar a sus brigadas a promocionar el voto cruzado, al fin, MAGR no es un hombre rico, bien disciplinado y manipulable, y sabiendo que tanto MC como Garduño, no le pondrán muchos billetes al asunto, podrá entender que perdió por él mismo, no por la promoción al voto cruzado. Espero, por el bien de Iguala, no suceda lo anterior y Miguel Garduño gane las elecciones.

CCXXV.- Seguimos igual, ante la violencia sin parar, la brutalidad de la Policía Federal, división Gendarmería, la manifiesta ante los ciudadanos desarmados, como si nosotros tuviéramos la culpa de que estén trabajando en este infierno; que no lo sienten, por estar  dentro de sus lujosas camionetas con aire acondicionado. Vaya que manera de seguir jodiendo a este agachón pueblo igualteco.