Columna: Patadas bajo la mesa

PATADAS BAJO LA MESA

Moisés Ocampo Román

LA TIA EDUVIGES.

¡Ayyyy…que feo! ¡Que injusto…! Así estaba mi Tía Eduviges llorando en la punta de su sofá.

MOY: ¿Qué tienes Tía? ¿Le pasa algo a mi tío?

EDUVIGES: No pendejo, sniff..  sniff… tu tío tiene mucho tiempo que ha muerto para mí; es un maldito infiel. Estoy llorando porque NO quedó mi Gama, es muy buena gente.

MOY: Y qué ¿Esteban te parece un mal candidato?

EDUVIGES: ¡Claro que no! Mi camarón pelao, está re-chulo, y te has fijado que avienta besos como la muñeca Ledi, ledi… ¿te acuerdas? Para su trompita para hablar ¡Muy bonito!

MOY: Si no soy maricón para acordarme de esas muñecas…

EDUVIGES: La verdad ya estoy calmada, pero siento feo. Qué quieres sobrino; yo iba con mi Gama. El sí nos iba cumplir.

MOY: ¿Y Esteban no?

EDUVIGES: ¡Ayyy…pinche pepitón, ya vas a amarrar navajas! Para eso eres bueno, mendigo sátrapa de pueblo. Mi Esteban…

MOY: ¡Queee…? ¿Tu Esteban?...

EDUVIGES: ¡Claro tonto! Soy institucional, y si algo aprendí en mi partido es la disciplina…

MOY: ¿Qué no eras perredista pinche Tía aguada?

EDUVIGES: Era, tú lo has dicho; pero ahora estoy con el PRI, y vamos a ganar. ¡Con Esteban hasta las campanas truenan!

MOY: ¡Que hipocresía!

EDUVIGES: Ayyy…por favor, nosotros los políticos podemos cambiar de partido como las putas se cambian de calzones. Buscamos como ayudar a la gente, a la más necesitada. Damos una mano amiga, franca y blanca, también…

MOY: Para tu carro pepitona, ¿tu ni política eres? Eres un convenenciera pinche Tía guacamaya.

EDUVIGES: ¡¿Convenenciera yo?! ¡Pendejo! Soy mujer, y merezco respeto…

En ese momento mi Tío Odilón llegó y le dijo a mi Tía Eduviges: órale cabrona, sírveme de comer, huevona e hija de la…

EDUVIGES: Eso no te lo voy a permitir Odilón. Seré lo que quieras, pero tu sirvienta ¡nunca! Pídemelo de buen modo y te sirvo.

Mi Tío Odilón se quita su cinturón y blandeándolo en el aire le preguntó: ¿me vas a servir o no?

EDUVIGES: ¡Si Odilón! ¡Claro que sí gordo!

MOY: Orale Tía, ¿desde cuándo respetas a mi Tío?

Y al fondo de la casa se oye la voz de mi sobrina María Jennifer: desde que la descubrió buscando pepichas cerca del Panteón…

MOY: Y eso qué tiene de malo?

JENNIFER: ¡Más! Estaba cortando pepichas agachada con las pantaletas abajo, pero tenía atrás de ella a su compadre “La Cuiji” y grite, y grite…

EDUVIGES: ¡Cállate blasfema! Es que me picó una araña, o culebra de campo…

ODILON: ¡Apúrate pinche manflora, hija de tu chingada madre!

Y mejor me retiré… pensando en el dolor de una priista.