Columna: FORO POLITICO

FORO POLITICO

Por: Salomón García Gálvez.

ASTUDILLO Y WALTON, FINALISTAS.

 

Las dos campañas que ya “levantaron” -en el ánimo del electorado- son las que encabezan los candidatos a la gubernatura de Guerrero, Héctor Astudillo Flores (PRI-PVEM) y Luis Walton Aburto (MC). No hay la menor duda.

Ya existen importantes deserciones de perredistas, quienes se incorporan a las campañas de los dos contendientes y aspirantes a gobernador –Astudillo y Walton. Son golpes de impacto y para mostrar el músculo, a dos semanas del inicio de las campañas.

La propuesta de Astudillo, es algo que mucho le interesa a la población: Orden y paz en Guerrero –más otras de relevancia- ante el negativo fenómeno de toda violencia, y más la que enluta hogares; solidaridad y justicia con los padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en Iguala.

Walton, propone un Guerrero con estabilidad social, económica y política; que haya inversiones para crear fuentes de trabajo, impulso al turismo, al deporte, al campo, educación, ganadería y apoyar a sectores vulnerables.

Lo interesante de estas dos campañas -de Astudillo y Walton- es que tienen un buen nivel, con propuestas sólidas, creíbles, serias y razonables.

Nada de protagonismos, y menos agresiones entre ambos contendientes. Astudillo y Walton, tienen oficio, son políticos profesionales, con alta clase política.

No se suben al ring, ante la menor provocación de sus adversarios, quienes los retan y les lanzan ataques, para ver cómo reaccionan. Ambos, no caen en la provocación. Hay un aspirante de poca monta, quien propone lo insólito: Seis debates.

Ese candidato (albiazul) quiere subir puntos a costa de los dos finalistas: Astudillo y Walton, quienes ya son los gladiadores finalistas, en la caliente arena política electoral del estado de Guerrero.

ROGELIO: CON LOS PIÈS EN LA TIERRA.

“Si me quitan la gubernatura, me iré con plena satisfacción”, exclamó ayer en Acapulco el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, ante la cercanía del vencimiento de la licencia semestral del -¿ex?- mandatario estatal, Ángel Aguirre Rivero.

Rogelio, no se anda con medias tintas, pues dijo que si el Congreso Local decide quitarlo el 26 de abril, lo aceptará con plena satisfacción.

Advirtió: “No vamos a mover un solo dedo, ni vamos a comprar votos de los diputados para que nos den la oportunidad de seguir hasta el final”.

Como se ve, el mandatario Ortega Martínez, pisa suelo firme; no se arredra, pues da un mensaje claro: No está  aferrado al cargo que le encomendó el Congreso Local. Así de sencillo.

FIGUEROA SMUTNY, RECULÒ.

El arrepentimiento -¿de dientes para afuera?- del diputado Rubén Figueroa Smutny, por los ataques en contra del candidato del PRI a gobernador, Héctor Astudillo, evidencia que el hijo del ex gobernador, carece de oficio político, le falta entrenamiento de una consultoría, pero algo más: No tiene humildad, pues le gana la soberbia, la arrogancia y el hígado.

“Fue un error de mi parte, mis comentarios en Facebook, contra Añorve y Astudillo”, se exculpó Figueroa Smutny, quien llamó “títere” al candidato priista, y titiritero a Añorve. Héctor ni Manuel, nunca le respondieron a bipolar júnior de Figueroa, quien debiera leer estos libros: “El Príncipe” o “Las 48 Leyes del Poder”… Pero no… Rubencito, solo lee el “Libro Vaquero”. ¿Y así, pretende ser alcalde de Acapulco?... Punto.

salomong11@yahoo.com.mx