Columna: Abrevando

ABREVANDO

José Antonio Lavín Reyna

 

Cuando un pájaro está vivo, se come a las hormigas. Cuando el pájaro está muerto,  las hormigas se lo comen a él.  El tiempo y las circunstancias pueden cambiar en cualquier momento. No subestimes o lastimes a nadie en la vida. Puede  que  hoy seas poderoso, pero recuerda que el tiempo es más poderoso que tú. Sé bueno y haz el bien.

Autoridades sordas y ciegas.

Hay en el lenguaje común una frase que se refiere a una pequeña ceguera a la que los nacidos lo mismo en Iguala que en Chilpancingo o Cuernavaca, guerrerenses o coahuilenses y mexicanos bautizamos con el nombre del punto ciego.

Como esa falla afecta al organismo corporal, sucede que también nuestra lengua se refiere de manera figurada al punto ciego que tienen los organismos sociales y políticos mexicanos, que por estos días atraviesan por dificultades sin fin.

Hace unos días se dio a conocer un documento formulado por la ONU, elaborado concretamente por la Comisión de ese alto cuerpo internacional formado para tener injerencia en la investigación de casos de desaparición forzada de personas, que de manera copiosa se ha dado lamentablemente en nuestra Nación.

Las autoridades mexicanas de inmediato y sin un estudio a fondo de lo que en el comunicado se asienta, calificaron de superficial y sin base sólida el estudio hecho por la Comisión anotada.

En otras palabras, con su respuesta el Gobierno mexicano dejó al descubierto el punto ciego que padece al no actuar de inmediato para enmendar los errores cometidos y claramente fijados en el estudio internacional formulado.

Lo anterior dio por resultado que uno de los comisionados, Luciano Hazan, de origen argentino, dijera que en el informe se asentó que en México las desapariciones forzadas son generalizadas, no aisladas y que se refieren a miles y miles de las cuales el gobierno no da cifras precisas. La respuesta del gobierno a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Secretaría de Gobernación, en el sentido de que el Comité de la ONU no refleja lo asentado en el informe presentado por México y que además dicho Comité no aporta fundamentos adicionales a los ya presentados.

Curiosamente, los gobernantes toman la postura de solo responder únicamente por los casos que sucedieron en su mandato, lo demás no les interesa, como si el Estado mexicano durara solo 6 años, cada vez que un nuevo personaje llega al poder. La absurda postura en esta materia no la quieren tocar ni con el pétalo de una rosa, pero es notorio que en materia económica comprometen las finanzas del país, no digamos 6 años, sino 12, 18, y hasta 24 o más, y tal parece que le es más importante la bolsa de valores que las vidas de los desaparecidos. La deuda externa, llamada por la gente deuda eterna, la cultivan mucho más que la protección a la vida como garantía de aplicación de la justicia.

Lo que es un hecho en nuestra Patria, es que solo se dan soluciones en los discursos, pero existe un ayuno en serio de soluciones reales y afortunadas.

La sordera oficial, no les permite darse cuenta que la violencia en Guerrero, no se debe como en los estados del norte del país, a las reformas  en materia fiscal y financiera. En nuestra tierra, pese a todos los millones “supuestamente invertidos en la cruzada contra el hambre”, los números son fríos: En Guerrero, siete de cada 10 habitantes no pueden cubrir sus necesidades básicas de alimentación –el 20% de los niños sufre desnutrición–, vivienda y educación. Pero en la región de La Montaña, 65.3% sufre pobreza alimentaria, 71.8% no tiene los recursos para acceder a servicios de salud y educación, y el 84.8% no posee patrimonio propio. Es una zona sin futuro. El 40% de su población son analfabetas, pero el 85% de los mayores de 15 años, ni siquiera terminó la primaria. Todo ello, conlleva a los problemas políticos, sociales, culturales e ideológicos que hacen efervescencia y su crisol es la normal rural para maestros Isidro Burgos de Ayotzinapa.

La existencia de una población condenada a la miseria, ha ocasionado la aparición de personas que quieren ser, su voz,  así surgen  algunos sacerdotes católicos, organizaciones de derechos humanos o  la misma CETEG, los cuales presentan las demandas materiales de más de un millón de guerrerenses.  El gobierno federal desde Díaz Ordaz y Luis Echeverría,  hasta la fecha, en lugar de reconocer las décadas de abandono institucional, que dan origen a estas demandas, las criminalizan, ya que desde su lógica, no debería existir la opción por los pobres y el cambio, que llevan al surgimiento de los grupos insurreccionales. Es posible que puedan criticarse los métodos que estos grupos utilizan  para lograr los cambios, pero no el objetivo. La insurrección en Guerrero, sí es que existe, tiene un origen real, la marginación, que no se ve cómo resolverse. Esta parte de la ecuación, no puede ser olvidada por el Estado Mexicano.

En nuestra ciudad, da pena ver a comerciantes empobrecidos, peleando por una mísera cantidad de dinero que el gobierno federal entrega como una dadiva, mismo gobierno que no considera que la aplicación de su régimen fiscal, esta creando mas evasores y menos causantes, que el dinero con el que apoya la creación de microempresas, solo es dinero gastado de manera incongruente, la Auditoria Superior de la Federación, ya demostró técnicamente que dichos negocios, solo duran 37 meses.

El caso de Iguala, no solo debe verse el asesinato o desaparición forzada de los estudiantes de Ayotzinapa, sino la pobreza de su población, ya no existen empresas productivas, solo comerciales, ante esta situación, los pocos  empleos que se pueden ofertar, son de  dependientes o mozos con salario mínimo y condiciones laborables fuera de norma. Vaya ni siquiera nos han ofrecido descuentos en la plaza de cobro de la mal llamada Autopista Iguala-Puente de Ixtla, ni siquiera se ha logrado que Caminos y Puentes federales descargue en la ciudad, un poco de lo que se lleva.

La conclusión que de esto se extrae, es que los gobiernos, federal, estatal y municipal, no  oyen la angustia popular, ni la queja del comercio en pequeño, ni las de los profesionales sin trabajo y no se ven las condiciones personales y sociales en las que viven muchos ciudadanos, hombres y mujeres, a quienes se les pide que renueven su credencial electoral para la elección pero no para que puedan exigir el cumplimiento de las promesas que los candidatos hacen. Francamente la ausencia de vista y oído, han sido detonadores del coraje popular. De verdad.

Algo Más…

Curiosamente, al contrario que a Telmex, a las televisoras nacionales, dígase Televisa y Tv Azteca, los acaban de premiar con una serie de ventajas comerciales y fiscales y el resto del pueblo se ha quedado solo chiflando en la loma, porque nuestro recibo de energía eléctrica sigue llegando cada vez más alto, ya no diga del recibo telefónico.

En el colmo del cinismo, el diputado Oscar Díaz descubrió que Abarca no se gastó bien 68 millones de pesos, pero no se dio cuenta que el dipsómano de Aguirre se llevó 278 millones bien documentados más los que se acumulen. Tampoco da cuenta clara de cómo construye sus famosas obras gestionadas. A nadie le rinde cuentas. Justo sería que el SAT y la ASF auditaran todas las obras ejecutadas por los diputados y sus ingresos colaterales.

CCIV.- La cosa sigue igual: todo mundo ignora los rojos de los semáforos, los sentidos de las calles, el circular sin documentos. Vaya, la misma autoridad no respeta los altos. Qué podemos decir de los simples mortales.