LECTURA POLÍTICA

LECTURA POLÍTICA

Responsabilidades por caso Ayotzinapa

Noé Mondragón Norato

 

Si de asumir responsabilidades se trata, entonces son muchos los actores que la comparten en los hechos sangrientos del pasado 26 de septiembre. Y también en las desapariciones de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Lo cual  confirmaría una sola cosa: que la práctica política ha sido infiltrada progresivamente por la delincuencia organizada. Y es un escenario que amenazaría y estaría en la ruta de contaminar también, la próxima elección federal y local del 7 de junio de2015. Es cuestión de pulsar cómo se dieron, y cómo vienen configurándose las cosas en las actuales coyunturas de crisis social y política.

RESPONSABILIDADES COMPARTIDAS.- En una situación de crisis política se busca de inmediato ubicar a los culpables. Como si fueran el botín de guerra de una lucha encarnizada por el poder. Pero lo que se vive en el país, no es ya un escenario subversivo ni contra el régimen priísta autoritario de los años 70 y 80. El actor que los grupos de la llamada lucha social no advirtieron ni pensaron que se involucraría en su contra, es la delincuencia organizada. Como acaba de ocurrir en Iguala. De ahí parten los recientes eventos funestos de Ayotzinapa. Tiene varias lecturas: 1.-A raíz de la muerte y desaparición de normalistas, la Procuraduría  de Justicia admitió que “la policía de Iguala está infiltrada por la delincuencia organizada y por la organización delictiva Guerreros Unidos”. Se entiende que esto no es nuevo y ya se sabía desde hace tiempo. ¿Por qué entonces el PRD y la tribu Nueva Izquierda (NI) postularon como su candidato a esa alcaldía en la elección de julio de 2012, a José Luis Abarca Velázquez? ¿No lo advirtieron o lo ignoraron deliberadamente?¿Sorprendieron también al dirigente estatal perredista, Carlos Reyes Torres, o éste se hizo el disimulado? ¿Evaluaron acaso que la verdad nunca se descubriría, cubierta como está por el hediondo manto de las complicidades?2.-Al gobernador Ángel Aguirre, se le busca responsabilizar en un hecho más delictivo, que político. Porque en primera instancia y en su calidad de mandatario estatal, ignoró en todo momento, las órdenes que se dieron para disparar contra los normalistas de Ayotzinapa. En esta lógica, se entiende que el municipio de Iguala estaba bajo buen resguardo con su presidente municipal, quien sin embargo, pudo actuar contra los normalistas cegado por la ira.La responsabilidad política de Aguirre sería más comprometedora si uno de sus cuadros hubiese estado despachando como edil en esa alcaldía. Pero él se sometió al reparto del pastel en alcaldías y diputaciones locales operado por las demás tribus.3.- Si bien es cierto que Ángel Aguirre, pudo tener conocimiento de la operación delictiva del grupo Guerreros Unidos en Iguala, su presumible injerencia en la alcaldía dirigida por Abarca Velázquez, y en alguna ocasión admitió que había “muchos alcaldes involucrados con la delincuencia organizada”; al final se reservó ventilar esa información. Porque revelar nombres significaba una sola cosa: darle de pedradas al panal. Echarse encima al PRI, PRD y hasta el PAN. En todo caso, son los partidos políticos los directamente responsables de postular a cargos de elección popular, a personajes cuyos nexos con el delito resultan secreto a voces para el grueso de la población. Y aun así, los encumbran en el poder.4.- El presidente Peña Nieto conminó al gobernador Ángel Aguirre, a que asumiera su responsabilidad. Pero la federación no se puede desvincular tan fácilmente de lo que ocurre en Guerrero. Hay hechos al respecto que perturban: ¿Por qué cuando la federación actúa aquí, logró a través de la Seido, capturas importantes como la del ex edil perredista de Cuetzala, Feliciano Álvarez Mesino? Si la Seido detectó oportunamente los vínculos de la delincuencia organizada con dicho ex edil hoy preso, ¿Por qué no lo hizo en el caso de José Luis Abarca, cuando en redes sociales circulaban profusamente sus presumibles vínculos con Guerreros Unidos? ¿Por qué y con base en lo anterior, la federación no empujó el Mando Único en el municipio igualteco? ¿Por qué si estaban presentes en Iguala en el momento de los hechos sangrientos el pasado 26 de septiembre, no actuaron ni se movieron los elementos de la Policía Federal ni del Ejército mexicano? Es claro que quienes buscan ver fuera del gobierno de la entidad al gobernador Ángel Aguirre, son toda la cauda de sus adversarios políticos. Y es claro también, que los hechos de Iguala conservan un fuerte aroma político. Ese es el punto.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Pese a la tormenta política en su contra, el diputado federal perredista, Sebastián de la Rosa, admite haber mantenido comunicación telefónica con el edil con licencia de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, pero se niega a ubicar el origen de la llamada. Es decir, lo sigue protegiendo. Una cosa es cierta: por sus cuestionables amistades y relaciones peligrosas, a De la Rosa ya se le cayó y de golpe, su aspiración para convertirse en candidato del PRD a gobernador. Ni yendo a Chalma.

dragonato@hotmail.com