Iguala

No hay de qué preocuparse: Chávez P.

Asegurado el pago a trabajadores;

no así el de ediles y funcionarios

 

Roberto A. Márquez Añorve

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Oscar Antonio Chávez Pineda, encargado del despacho presidencial.

 

La toma y quema del Palacio de Gobierno en la capital fue un obstáculo para que el municipio recibiera los recursos destinados para pagos de salarios y proveedores, entre otros rubros. Esto sumado a las cuentas congeladas por la federación, provocó debacle en la economía del Ayuntamiento. Sin embargo, estos problemas no obstaculizan el funcionamiento de la administración a favor de la población como tampoco el pago de salarios para los trabajadores, aseguró el Encargado de  Despacho Oscar Antonio Chávez Pineda.

El rumor de las cuentas congeladas del gobierno municipal y la quema y toma del Palacio de Gobierno del Estado provocó incertidumbre entre funcionarios y trabajadores con respecto al pago de sus salarios debido a que se decía que éste no les sería cubierto, surgiendo voces que ya alborotaban para realizar un paro de labores para exigirlo, situación que no abonaría nada positivo a la problemática actual. Por tal razón, EDDLT acudió ante el Encargado de Despacho, quien tajantemente dijo: "No hay de qué preocuparse, el pago de los trabajadores está seguro; no así el de funcionarios de todo nivel ni ediles, quienes tendrán que esperar".

Explicó que han surgido contratiempos y obstáculos no previstos como fue la quema del Palacio de Gobierno que evitó que pudieran recibir cheques y recursos destinados al pago de nómina y de proveedores, entre  otros rubros; "las cuentas congeladas son otro asunto que ya está en manos del jurídico, toda vez que consideramos injusta esta disposición federal. Confiamos en que de un momento a otro sean liberadas".

Chávez Pineda aseguró que ni los servicios ni la obra pública ha sido afectada, que al momento se trabaja normalmente con la excepción de programas como el de bacheo, por citar un ejemplo. Dijo que los responsables de obras tienen recursos asignados; por tanto no debe magnificarse el problema económico.