Del balcón al sótano

Del balcón al sótano

Eduardo Albarrán Orozco

 

La llegada de Rogelio Ortega a la gubernatura puede ser un elemento que permita distensar el conflicto en Guerrero y enfocar las baterías en la localización de los 43 normalistas desaparecidos.

La experiencia de Rogelio en la lucha universitaria de los años 70 y 80, le permite entender y dialogar con normalistas y otras organizaciones involucradas en este conflicto.

Pretender en los meses que tendrá a su cargo el poder ejecutivo hacer cambios o proyectos que requieren de más tiempo, sin tomar en cuenta que además del tema de Ayoyzinapa, se tiene el del proceso electoral, se puede convertir en una masturbación mental.

Guerrero necesita mucho y la federación tiene una deuda histórica con esta parte del país, como la tiene con Chiapas y Oaxaca.

Ortega Martínez debe tomarle la palabra a EPN y asegurar que, como lo dijo Peña, ir con todo hasta encontrar vivos a los normalistas y, además, garantizar la seguridad que permita el desarrollo de Guerrero.

Y la seguridad no solo es la presencia federal, sino que esta haga su papel y, con la información que tienen y las herramientas con que cuentan (inteligencia), garanticen que Guerrero no estará secuestrado por la delincuencia. Esta es responsabilidad del gobierno federal, no de un gobernador interino.

Por otra parte es necesario que el gobierno federal hable con verdad y no pretenda que el tiempo y el buen oficio político de Ortega, deje en el olvido este caso.

Hay voces que aseguran que, por el tiempo y lo que implica tener a 43 personas como rehenes, lo más probable es que ya los hayan ejecutado.

Es absurdo que un grupo de menos de 200 personas, la UPOEG, sin los elementos y capacidad para estos casos, hayan encontrado fosas y que más de 2000 elementos de la Gendarmería, la Marina, el Ejército y la Policía Federal, no los hayan encontrado.

Tal parece que el Estado mexicano carece de tecnologías, como el uso de satélites para estos casos.

En verdad creen que somos demasiado tontos?

El gobierno está administrando la información que tiene de los desaparecidos y varios medios electrónicos sólo manejan lo espectacular del caso, pero no la verdad. La esconden.

Me da la impresión, y espero equivocarme, que los jóvenes están muertos y el gobierno federal busca el cuando y cómo dar la noticia sin que le genere problemas internacionales. Guerrero no es de su interés.