policiaca

Identifican a víctima de la “Daniel Murayama”, era taxista…

¡Lo mató su casero!

* Discutieron al calor de unas “caguamas”…

 

Agencias

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EL HOMICIDA: Irineo Damacio Maya, quien le rentaba a su víctima, a quien mató a golpes y arrojó al río, tras una discusión al calor de dos “caguamas”. (Foto: EDDLT).

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LA VICTIMA fue identificada como Tomás Barrera Sámano, de 52 años, taxista, con domicilio en la colonia “Daniel Murayama”, donde fue encontrado ayer en la rivera del Río San Juan.

 

Fue identificado el cuerpo de la persona sin vida que se encontró ayer domingo en la rivera del Río San Juan, mismo que, según la investigación realizada por agentes de la Policía Ministerial, fue asesinado por su “casero”, mismo que ya fue detenido y quien confesó el crimen ocurrido tras haber iniciado una discusión con el ahora extinto al calor de las “caguamas” ingeridas.

La víctima, identificada como Tomás Barrera Sámano, de 52 años de edad, de ocupación taxista, con domicilio en la calle Tulipanes de la colonia “Daniel Murayama”, fue encontrado atorado en las aguas del Río San Juan, presentando golpes principalmente en la cabeza que le provocaron la muerte.

Tras identificarlo, familiares de la víctima comentaron que los había ido a ver el “casero” del hoy extinto, quien les dijo que como a las 3 de la madrugada del domingo escuchó ruidos, y que al salir a ver qué pasaba un desconocido le dio un golpe en la cabeza, pero que alcanzó a ver que se llevaban al señor Tomás.

Con esa versión los agentes ministeriales procedieron a investigar al “casero”, de nombre Irineo Damacio Maya, con domicilio en la misma colonia.

En el interrogatorio el “casero” cayó en varias contradicciones, hasta que finalmente tuvo que confesar el crimen, narrando la forma en que ocurrieron los hechos.

Dijo que fue alrededor de las 2 de la madrugada del domingo, luego de haberse tomado dos “caguamas”, que empezó a discutir con el ahora extinto, mismo que de pronto le dio un garrotazo con un trozo de madera en la frente, mismo que lo hizo sangrar en abundancia.

Al verse herido salió corriendo a la calle, pero que Tomás lo fue siguiendo con intenciones de seguirlo golpeando, por lo que decidió defenderse y tras quitarle el trozo de madera a su rival, con éste empezó a golpearlo en la cabeza hasta privarlo de la vida.

Luego, para borrar evidencias del crimen cometido, arrastró como unos 30 metros a su víctima, cuyo cadáver arrojó al río. Luego fue a ver a familiares del extinto para contarles su “coartada”, misma que no prosperó tras el interrogatorio ministerial, por lo que ya se encuentra a disposición del ministerio público.