LECTURA POLÍTICA

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Grupo Jaguar, la tribu que perdió en el PRD

Noé Mondragón Norato

 

El gran perdedor de la elección interna perredista se llama Armando Ríos Piter. Su tribu, el Grupo Jaguar (GJ), fue enviado hasta la séptima posición. Es decir, nada le funcionó. Ni encabezar encuestas, vender eficacia legislativa, aparecer en revistas nacionales como líder del momento, apoyos de Televisa y TV-Azteca, ni la operación política. Todo le falló. Lo que sus seguidores esperaban era justamente, un triunfo total y avasallante. Pero las cosas sencillamente, no se les dieron. Y de aquí en adelante, los indicadores ya no serán tan optimistas como para cuajar con éxito sus proyectos de poder. Hay muchos “fierros en la lumbre” que indiscutiblemente, podrían quemarlo antes de tiempo. Es cuestión de aproximarse a los escenarios para entenderlo mejor.

FALLAS EN CUATRO FRENTES.- Si se mira bien, el senador perredista Armando Ríos, le apostaba a la elección interna perredista como el parámetro principal para fortalecer su proyecto de poder personal, encaminado a encumbrarse como candidato del PRD al gobierno estatal. Pero sus fallas rebasan con creces a los aciertos. Cuatro despuntan con notoriedad: 1.- Los resultados de la elección interna para designar Consejeros mostraron un GJ sin capacidad de convocatoria. Desprovisto de adeptos y sujeto ahora, a las decisiones del Grupo Guerrero (GG), la tribu que logró ubicarse en el tercer lugar de la votación. La visible ausencia de operación política del GJ se medirá de una sola forma: esperará que el GG le refrende sus apoyos. O que en la negociación política con otras tribus, los cambie. Algo que ya es normal en la conducta del dueño de esa tribu, David Jiménez Rumbo. Y de ser así, el grupo de Armando Ríos se quedará prácticamente, sin nada. La candidatura perredista a gobernador colapsó de algún modo, en la pasada elección interna perredista. 2.- La estructura político-electoral del grupo político zeferinista, no ayudó al GJ. De hecho, el resultado en votos de la tribu Izquierda Progresista de Guerrero (IPG) en Acapulco, le horadó el terreno también a la tribu Nueva Mayoría (NM), cuyo dirigente Evodio Velázquez Aguirre, evaluaba ganar con facilidad ese municipio. Y la derrota del GJ fue precisamente, un mensaje político para el ex gobernador perredista quien está en pláticas con el PRI a fin de ser postulado por segunda vez, como candidato a la alcaldía porteña por ese partido. La sincronía de intereses Zeferino-Ríos, también falló. 3.- El senador Ríos no pudo tejer políticamente a fin de restablecer su relación política con dos actores que lo han dañado significativamente en su trayecto a la candidatura a gobernador: el peje Andrés Manuel López Obrador. Y el ex jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubón. Pero además, sin los apoyos visibles de otras tribus más poderosas –como Nueva Izquierda (NI) o Los Chuchos, que está en la vía de retener la dirigencia nacional del PRD-, no podía esperarse en consecuencia, un resultado electoral alentador. El GJ y el senador Ríos estaban obligados a sumar la mayor cantidad de apoyos, no a generar ni atizarle a los desencuentros y agravios. Una lección elemental de política. Sobre todo, para un proyecto tan ambicioso como el que persiguen. 4.- La última falla se percibe desde lejos: el GJ demostró que no está preparado para afrontar los retos de una elección interna. Menos la constitucional. Es decir, ya perdió en las dos vertientes más notables para impulsarse hacia otros espacios de poder: la elección de Consejeros del pasado 7 de septiembre. Y eventualmente, otra elección interna para definir al candidato a gobernador. El único recurso que le queda es la encuesta, un instrumento estadístico que también demostró sus muy amplios márgenes de error. Aunado a otro elemento de singular importancia en las actuales coyunturas de la disputa por el poder: el senador Ríos Piter, se percibe como ajeno y confrontado con el cabildeo político. Es la parte de la película que más dañada se muestra. Y así, será prácticamente imposible ocupar la candidatura a gobernador por el PRD. Como se ve, son los tiempos, la circunstancia y la acumulación de los errores los que operan contra el senador Armando Ríos. Lo demás viene por añadidura.

HOJEADAS DE PÁGINAS…El senador perredista Sofio Ramírez Hernández, debe estar contento. Porque evalúa de algún modo, que la tribu IPG –la ganadora del PRD- reforzará su proyecto para alcanzar la candidatura a gobernador. Y generará el consenso a su favor, de las tribus más fuertes. Pero el problema de Sofio es que ha intentado arrancarse, pero no logra despegar. Y el asunto de los cabildeos políticos aparece también, como uno de sus más visibles lastres. Sumado desde luego, a su ausencia de carisma y liderazgo. Aspectos en los que el legislador se ha negado sistemáticamente, a trabajar.

 

dragonato@hotmail.com