LECTURA POLÍTICA

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Las débiles presiones del GG tras su derrota

Noé Mondragón Norato

 

La eventual remoción de Bernardo Ortega Jiménez, como coordinador de la fracción perredista y Presidente de la Comisión de Gobierno en el Congreso local, es la respuesta más desesperada y nítida del dueño de la tribu Grupo Guerrero (GG), David Jiménez Rumbo, por abrir la negociación política con el gobernador Ángel Aguirre, tras el arrumbamiento de su tribu hasta el tercer lugar en la pasada elección interna perredista. Y representa su última carta política para jugar en el tablero de la sucesión por la dirigencia estatal del PRD. Pero el principal problema de Rumbo, es que trata al gobernador Aguirre, como si estuviera haciéndolo con el ex gobernador Zeferino Torreblanca. Y olvida que Aguirre no es administrador como éste último, sino político de tiempo completo. Es una diferencia abismal que el propietario del GG no alcanza a medir ni entender. Y por eso mismo, su tribu cayó tan bajo. Sin embargo, el cambio de coordinador de fracción perredista ya no es a estas alturas, un mecanismo de presión efectiva hacia el mandatario estatal. Hay que ubicar las razones.

GG: ACELERAR LOS TIEMPOS.- Para esta semana a más tardar, el GG operará el relevo del coordinador de fracción en el Congreso local. A Jiménez Rumbo le urge acelerar los tiempos que corren en su contra. Dos son las cartas que están en la puja por suplir a Bernardo Ortega: el ex edil de Zihuatanejo, Amador Campos Aburto. Y Germán Farías Silvestre, uno de los cuadros políticos del GG que, al sentarse en plena campaña electoral, operó sutilmente para el añorvismo en la pasada elección de gobernador. De ahí se abren las lecturas: A) Con cualquiera de los dos, el gobernador Aguirre se verá obligado a negociar. Aunque sin muchas presiones. Por una sola razón: muchos rubros importantes de la agenda legislativa, ya fueron discutidos y aprobados. Entre ellos, la adecuación de la reforma educativa nacional con la estatal, la reforma política y la reforma a la Constitución política local. Pendiente está la iniciativa para despenalizar el aborto, precisamente con la que busca negociar Jiménez Rumbo. Pero lo que no evalúa, es que si bien es cierto que los diputados del Grupo Guerrero (GG) son mayoría al interior de la fracción legislativa perredista, también lo es que se puede negociar con los demás legisladores, ajenos a ese partido. Y solo resta aprobar el presupuesto de egresos 2015. B) Ofuscado por la derrota de su tribu, Jiménez Rumbo busca quitarle al gobernador, al  personaje con el que siempre ha negociado en el Congreso local. Pasa por alto un factor político decisivo: la tribu Nueva Izquierda (NI) a la que pertenece Bernardo Ortega, ganó la mayoría de Consejeros. Y es segura su continuidad al frente de la dirigencia nacional, con Carlos Navarrete, quien recientemente señaló que Jiménez Rumbo “con plena ignorancia, hizo a un lado la declaración de principios”, al descalificar a homosexuales y lesbianas en el tema de la legalización del aborto. De esta forma, Jiménez Rumbo se cierra las puertas por todos lados: con la dirigencia nacional del PRD. Y con el propio mandatario estatal. Así, difícilmente lograra el número de Consejeros que voten a su favor para renovar la dirigencia estatal del PRD. Los escenarios optimistas se le caen a pedazos. C) Fuera Bernardo Ortega de la presidencia de la Comisión de Gobierno y con el agravio de ser excluido del manejo presupuestal sin fiscalizar de esa importante Comisión, estaría tentado a filtrar algunas irregularidades de Jiménez Rumbo. Entre ellas, las cantidades que cobra en el Congreso local. Y que de acuerdo a la tribu Unidad de Izquierda Guerrerense (UIG), de Víctor Aguirre Alcaide, rondaría los 300 mil pesos mensuales. Para que las cloacas no se destapen oficialmente, la tribu GG está obligada a negociar con suma inteligencia, lo poco que le resta. De otra forma, pasará progresivamente a formar parte de las tribus perredistas empequeñecidas y que no pudieron rescatar la escasa plusvalía que les quedaba. Para finalmente, reducir al mínimo su participación en el reparto del poder. La lección política para el dirigente de esa tribu, es muy clara: no basta con escandalizar en los medios para hacerse notar. Tampoco enseñar el músculo para intimidar. Sino saber utilizar la fuerza para aplastar en el momento y la coyuntura exacta. Y el GG ya no la tiene. Ese es el punto.

HOJEADAS DE PÁGINAS…El edil de Tlacotepec, Mario Alberto Chávez Carbajal, vive en una burbuja, pues asume que su municipio no tiene problemas de violencia, narcotráfico ni delincuencia. En esa vertiente, habría que promover un reconocimiento por tan saludable forma de controlar tantos males con una sola declaración. Chávez Carbajal debe bajar de su nube y pisar con firmeza el municipio que gobierna. O será objeto no solo de mofa, sino de ridiculez y freno a sus futuros proyectos de poder.

 

dragonato@hotmail.com