Del balcón al sótano

Del balcón al sótano

Eduardo Albarrán Orozco

 

El 23 de septiembre de 1965 surge la primera acción de lo que se llamaría la guerrilla moderna, pero sobre todo la guerrilla urbana, en nuestro país.

El asalto al cuartel Madera en Chihuahua por un grupo de 13 hombres jóvenes, encabezados por el médico Pablo Gómez Ramírez, quien fuera dirigente de la UGOCEM y miembro del PPS, y por el profesor rural, Arturo Gámiz García, pretendía obtener resultados similares a los logrados por los cubanos en el asalto al cuartel Moncada. La realidad fue otra y las condiciones, diferentes, resultaron en la muerte de varios de los guerrilleros.

Las condiciones locales justificaban la acción decidida de esos hombres por entregar sus vidas a cambio de justicia y de mejores condiciones de vida de los campesinos.

La explotación, agravios y despojos de los caciques, ganaderos y compañías madereras y algodoneras protegidos por el gobernador Práxedes Gimer Durán, llevaron al llamado Grupo Guerrillero Popular, a asaltar el cuartel.

Su plan era realizar un asalto relámpago para obtener armamento, tomar la población, expropiar el banco local y transmitir un mensaje revolucionario a través de la radioemisora local para internarse de nuevo en la sierra chihuahuense. Eran 13, contra alrededor de 120 militares bien armados y entrenados.

En el plan se contemplaba a otros dos grupos de guerrilleros, pero estos no llegaron.

Los muertos fueron: Pablo Gómez Ramírez, médico y profesor normalista, Miguel Quiñónez Pedroza, director de la Escuela Rural Federal de Ariseachic, Rafael Martínez Valdivia, profesor normalista, Oscar Sandoval Salinas, estudiante normalista, Salomón Gaytan Aguirre y Antonio Escobel, campesinos. Emilio Gámiz García, estudiante, y su hermano Arturo, maestro rural, cuyo rostro quedó despedazado. Solo Pablo tenía más de treinta años, los demás eran menores de veinticinco.

Años más tarde, en 1973, la Liga Comunista 23 de Septiembre recordará con su nombre a estos jóvenes guerrilleros que pretendieron iniciar una revolución socialista para salvar a México de la miseria y la injusticia.

Aún recuerdo cómo llegaban los muchachos y muchachas, con pistolas y cubiertos con paliacates, a la explanada del CCH Vallejo y dejaban los paquetes del periódico clandestino Madera. Este tenía como portada el mismo diseño de la novela “La joven guardia”, salvo que en esta el muchacho no traía una arma y en el periódico Madera, sí.

Era un periódico tamaño oficio, doblado a la mitad, era impreso en mimeógrafo y matrizado en esténcil electrónico.

A estos hombres de les puede cuestionar lo que sea, acusarlos de lo que sea, pero no se puede desvalorar el hecho de que ofrendaron sus vidas por un ideal, por una convicción, por un sueño: un país más justo y generoso para todos.

Del sótano

Por lo que se ve, en el PRI de Iguala, los dos contendientes más fuertes son Esteban Albarrán Mendoza y Erick Catalán Rendón. Los precandidatos de Héctor Vicario Castrejón, David Gama Pérez y Nemesio Alvarez García, por más que gastan y tratan de realizar una campaña de imagen política a través del Facebook, no avanzan. Creen que una campaña política se inicia 15 minutos antes de las elecciones y creen que los electores van a votar por ellos por las despensas y demás obsequios.

Ni Gama ni Nemesio tienen un plan de gobierno ni proyectos de largo alcance. Tan solo están siendo instrumento de alguien que, en su momento, los va a negociar.

David Gama fue candidato del PRD y perdió. Nemesio nunca ha participado en una elección. Y se nota su ignorancia en cuanto a una campaña política.

Dirán “es que aún no están en campaña”. La campaña real está, la formal aún no.

Por otra parte David Gama tiene poco tiempo en el PRI, y los priistas no son como los del PRD, que les abren las puertas y les entregan todo en bandeja de plata. Gama no es un personaje superior, políticamente, a los que ya tiene el tricolor. Además en el PRI sí son más disciplinados.

Gama dijo apenas que él no es un traidor, en referencia a unas declaraciones de Erick Catalán. Pero si revisamos su pasado político, sí lo ha sido. Lo fue en el PRD.

Tanto Gama como Álvarez, deberían analizar bien sus fines, sus objetivos. Deberían de pensar que pueden satisfacer algunos, siempre y cuando reconozcan que no son sus tiempos y que deben de sumarse a otro proyecto que sí tenga posibilidades reales de triunfo.

Las posibilidades de triunfo del PRI en Iguala, son reales. Pero no con David ni con Nemesio. Eso es una realidad.

Por otra parte, el PRD en Iguala está derrotado. Su proceso del 7 de septiembre mostró su capital político electoral. La existencia de Morena les va a mermar electoralmente, pongan a quien pongan de candidato. Se gasten lo que se gasten en regalitos o en presiones a los líderes. El electorado va a castigar al PRD, porque la actual administración no es lo que ofertó. No se han creado empleos, la inseguridad aumenta y se gobierna con amigos y familiares.

Morena no tiene posibilidades de triunfo electoral en Iguala. Esta va a ser su primera elección y la tiene que enfrentar solo, como nuevo partido, sin alianzas. Su triunfo, en el municipio, será obtener algunas regidurías. Estas serán del PRD, del PT y del PVEM. Salvo que este último se vaya en alianza con el PRI y le den una regiduría.

Oscar Díaz Bello ha estado trabajando fuerte. Y tiene la esperanza de que el gobernador lo apoye. Seguramente lo hará, pero la prioridad de Ángel Aguirre es su hijo, para la candidatura por Acapulco. Misma que peleará, posiblemente, con el otro cacique de Guerrero, Rubén Figueroa Alcocer, que está promoviendo a su cachorro, Rubén Smutny, el ex diputado federal “Maruchán”.

Además de que, como lo he dicho (y otras voces también) tiene que alejarse de las malas compañías. Y sumar a quienes podrían ayudarle a mejorar su imagen, no a quienes se la perjudiquen.

Y como en el PRD se ha aprendido a actuar como en algunos tiempos del PRI, ni siquiera Armando Ríos Piter tiene segura la candidatura y mucho menos la gubernatura. Si Héctor Astudillo y Mario Moreno se ponen de acuerdo, y el nacional interviene en una buena ruta de triunfo, la gubernatura puede ser para el tricolor. A esto hay que agregarle buenas propuestas de campaña de los candidatos del PRI, sobre todo en lo que a seguridad, empleo y desarrollo se refiere.