Opinión

LECTURA POLÍTICA

Apostar sin arriesgar

Noé Mondragón Norato

 

Se percibe como un movimiento con olor a oportunismo político. Porque sin estar convertido en partido político legal, el Movimiento Ciudadano por un Guerrero Mejor avienta sus canicas, pero sin arriesgar nada. Es decir, asume que irá a la competencia electoral del 7 de junio de 2015, apoyando únicamente a  quien ellos consideren que tiene mayores posibilidades de ganar. Ese movimiento tiene una clara pertenencia al actual grupo gobernante. Y su postura se lee en el contexto de las presiones hacia el PRI y el PRD. Porque en cierto modo, se quedaron en medio del fuego político cruzado. Pero de una manera favorable. Porque siendo ex priístas encontraron acomodo en el PRD. Y por esa simple condición, el PRI podría admitirlos y reclutarlos nuevamente, con el firme propósito de retornar al gobierno estatal. Hay lecturas insoslayables al respecto.

JUEGO POLÍTICO DOBLE.- El Movimiento Ciudadano por un Guerrero Mejor, tiene muy clara la cancha: está en la coyuntura exacta para subirse por anticipado, al escenario de las presiones. Y obtener jugosos beneficios derivados de lo anterior. Se lee en varias pistas: 1.- En el PRD, la tribu Grupo Guerrero (GG) refrendó recientemente, sus apoyos para lograr la candidatura al gobierno estatal, a favor del senador zeferinista, Armando Ríos Piter. Inicialmente, la tribu Nueva Mayoría (NM) se había subido a ese carro. Su dirigente Evodio Velázquez Aguirre, apelaba a que el GG y el Grupo Jaguar (GJ) cerraran filas a su propia causa de poder, en su pretensión de convertirse en candidato a la alcaldía de Acapulco. Pero algo se fracturó en ese acuerdo. Porque trasciende que el dirigente de la tribu GG, David Jiménez Rumbo, cambió de opinión. E intenta inflar para la alcaldía porteña, al diputado local por el distrito 6, Germán Farías Silvestre, uno de sus incondicionales. E incluso, estaría en la senda de retomar sus viejos acuerdos políticos con el diputado federal priísta, Manuel Añorve Baños, con el fin de que el GG apoye subterráneamente, a la diputada local tricolor, Julieta Fernández Márquez, quien también aspira a esa codiciada alcaldía. En ambos casos, el Movimiento Ciudadano por un Guerrero Mejor, le va a entrar también. Se entiende que apoyando al senador Sofio Ramírez Hernández, en su desproporcionada meta de convertirse en candidato del PRD al gobierno estatal. Y para la alcaldía de  Acapulco, al diputado local por el distrito 7, Ángel Aguirre Herrera. Si los pronósticos no se cumplen, entonces dicho movimiento apoyará exactamente, a todos aquellos aspirantes afines a sus intereses. E incluso, abrir de nuevo la puerta en el PRI. La unidad del PRD atraviesa justamente, por dicho escenario. Muy difícil de conciliar. 2.- En la capital, el PRI no cuenta con un aspirante con perfil auténticamente ganador. La mayoría de los que tenía, se los llevó el PRD durante la pasada elección de julio de 2012. Por eso, hay muchos perredistas que hoy la buscan con singular afán. La tribu Nueva Izquierda (NI) intenta capitalizar la fuerza que proyecta su partido. Y ya empuja por tercera vez consecutiva, a Alejandro Mendoza Pastrana -el secretario particular del secretario de Salud, Lázaro Mazón Alonso-, como su candidato a la comuna capitalina. Pero la colisión política parece inevitable. Porque el actual diputado federal perredista, Jorge Salgado Parra –del Movimiento Ciudadano por un Guerrero Mejor-, también quiere convertirse en candidato a la alcaldía de Chilpancingo. El antecedente es revelador: en junio de 2012, durante una reunión en Petaquillas con la tribu NI, Salgado Parra desmintió públicamente que estuviera promoviendo el voto cruzado para favorecer al actual edil priísta de esta demarcación municipal, Mario Moreno Arcos. “Antes de dar a conocer mi mensaje, quiero que les quede bien claro, que al único candidato al que respaldo es Alejandro Mendoza Pastrana. El próximo presidente municipal de Chilpancingo se llama Alejandro Mendoza Pastrana.  ¿Si se escuchó?, Alejandro Mendoza Pastrana”, reafirmó con singular énfasis. Al final, éste último perdió la elección. Y hoy seguramente, Jorge Salgado ya cambió de opinión. Por eso y si las tribus le cierran el paso, tiene abierta la puerta en el PRI, que necesita oxígeno político con singular urgencia. Como sea, el Movimiento Ciudadano por un Guerrero Mejor, va a trabajar y a presionar con fuerza al PRD y al PRI, en cuando menos, tres espacios de poder: la candidatura a gobernador. Y las de presidente municipal en Acapulco y Chilpancingo. De ahí se entiende su exhibicionismo reciente a fin de enseñar el músculo.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Ahora los diputados federales perredistas, Sebastián de la Rosa Peláez y Vicario Portillo Martínez, se dicen sorprendidos de haber votado a favor de la construcción de la presa La Parota, en el presupuesto de egresos de la federación que se aplicaría en 2014. Y le aventaron la bolita al integrante de la Comisión de Hacienda y Crédito público, Silvano Blanco de Aquino. Lo cierto es que ninguno leyó el decreto. Votaron a ciegas. Y hoy quieren enmendar tremendo error, exigiendo la libertad del vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz. Así se las gastan los legisladores federales del PRD.

 

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