Lectura Política

LECTURA POLÍTICA

Las equivocadas decisiones de GG y NM

Noé Mondragón Norato

 

El coordinador de los diputados locales perredistas, Bernardo Ortega Jiménez, dejó de asumir como presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local. Una maniobra fraguada al amparo de la unión de las tribus Nueva Mayoría (NM) de Evodio Velázquez Aguirre, y el Grupo Guerrero (GG) de David Jiménez Rumbo, le cercenó esa posición de poder. Al menos en el acuerdo express y pasional. Pero en aras de hacer valer su fuerza al interior de las tribus, Jiménez Rumbo roza las fronteras de los excesos políticos. Y en esa aventura arrastra irremediablemente, al propio Evodio. Hay algunas lecturas que así lo estarían indicando.

DECISIONES DE RIESGO.- La coyuntura obliga a los naturales reacomodos al interior de las tribus perredistas. Pero hay algunos personajes que estiran la cuerda hasta el extremo. Se mide de diversas formas: 1.-El dirigente de la tribu perredista GG, David Jiménez, enseña el músculo al gobernador Ángel Aguirre. Y lo demuestra con acciones que se leen como fuera de control. La más reciente es haber operado el desplazamiento de Bernardo Ortega, de la coordinación de los diputados locales. Es decir, de la Comisión de Gobierno. Un acto hasta cierto punto, precipitado. Porque sin consultar con nadie -más que con la tribu NM de Evodio Velázquez-, operaron con los diputados locales de ambas tribus, un virtual golpe de timón en ese poder legislativo. Y los efectos de esa decisión podrían medirse con escenarios altamente negativos.2.-La base de esa rebeldía se finca en dos escenarios concretos: Jiménez Rumbo no ha recibido señales claras de la dirigencia nacional perredista, en el sentido de afianzar su probable arribo como dirigente estatal del PRD. Y Evodio Velázquez, está en la ruta franca de marcar un deslinde y hasta desafiar políticamente al actual grupo gobernante, en su pretensión de alcanzar la candidatura perredista al gobierno municipal de Acapulco. Pero no evalúan que el tiro podría salirles por la culata. 3.-La dirigencia nacional del PRD se encuentra en poder de la tribu Nueva Izquierda (NI) o los chuchos, la misma a la que pertenece Bernardo Ortega, ex presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local. Este legislador cuenta además, con los apoyos políticos no solo de Jesús Zambrano Grijalva, sino del diputado federal Sebastián de la Rosa Peláez, quien también aspira a la candidatura a gobernador por el PRD. En esa vertiente NM y GG, abrieron la confrontación política no solo con el gobernador Ángel Aguirre, sino con la tribu NI, la más poderosa al interior del partido del solazteca.4.-Las tribus NI, GG, NM y Unidad de Izquierda Guerrerense (UIG), se repartieron el pastel político territorial en la pasada elección de juliode2012. Tanto en diputaciones federales, locales y en las alcaldías. A sus dirigentes locales –Sebastián de la Rosa, David Jiménez, Evodio Velázquez y Víctor Aguirre- las tribus pequeñas comenzaron a identificarlos como los cuatro fantásticos –aunque para otros la denominación se ajustó mejor a los cuatro malignos-, por la voracidad por el poder mostrada. Se entiende que hoy, al unirse NM y GG en un solo bloque, las tribus NI y UIG tendrán que defenderse y atrincherarse en el otro. Y de eso ya existe un antecedente: éstas últimas acusaron al actual dirigente estatal del PRD, Carlos Reyes Torres, de darle prioridad a su oficio de gallero en los palenques, antes que el de líder perredista atento a las necesidades y problemas de ese partido. De ahí se desprende lo demás. 5.-El punto que no evaluaron ni Evodio ni David, apunta hacia un extremo: de su atropellada decisión por expulsar de la Comisión de Gobierno a Bernardo Ortega, podría brotar mucho lodo. Con olores fétidos y desagradables. Porque éste último posee información delicada sobre Jiménez Rumbo. También de Evodio. Desenterrar el hacha de guerra contra las demás tribus no es a estas alturas, la mejor decisión para ambos personajes. Sobre todo para Jiménez Rumbo, quien intenta conseguir la dirigencia estatal perredista a través de la confrontación. Y en el hipotético caso de que arribara a esa responsabilidad de poder ¿acaso solucionará los problemas enfrentando a sus adversarios internos, en vez de ponderar el diálogo y la conciliación? Ningún liderazgo progresa en esa ruta. Ni alcanza la legitimación. Pero Evodio y David ya marcaron su camino. Deben ahora, asumir los costos políticos de su equivocada decisión.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Ahora resulta que el recién estrenado auditor de la AGE, Alfonso Damián Peralta, destaca el carácter “institucional” de su relación con el mandatario estatal derivado de su polémica designación. Imita con ello, al subsecretario de educación básica de la SEG, Max Arturo López, quien no se cansa de gritar a los cuatro vientos que llegó a esa responsabilidad “por méritos propios, no por recomendación del gobernador”. El juego de la retórica como forma de esconder acuerdos.

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