opinión

LECTURA POLÍTICA

UAG: mentiras y negocios del rector

 

Noé Mondragón Norato

 

En la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), la calidad académica se mide en términos de compras y ventas. Y con base a ello, el rector Javier Saldaña Almazán, pretende vender la idea de que es ya una institución de educación superior competitiva a nivel nacional. Por eso y al paso que va, para cuando el inquilino de la rectoría concluya su periodo, tendrá a todas las Maestrías y Doctorados registrados en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Pero todo es una falacia. Imposturas discursivas propias de la desesperación y el nerviosismo. Intención insana por acaparar los reflectores mediáticos. Una parte de su estrategia para alcanzar más poder. Meterse a la pelea por la candidatura al gobierno estatal, un escenario en el cual no se le aprecian los espolones para gallo. Pero un hecho al respecto, confirma esta locura desbordada. La pérdida evidente del piso: como si ya fuera gobernador o presidente del país, el rector ordenó que su fotografía fuera colocada en todas las oficinas y direcciones de las distintas Unidades Académicas. Cree poder alcanzar el sueño utópico de convertirse en gobernador. Venderse como estadista y hombre letrado que genera resultados. Pero el punto es que, como rector, ha sido todo un fiasco. Un retroceso académico. Los hechos son tercos.  

COMPLICIDADES OCULTAN VERDADES.-Hasta hoy, el rector de la UAG, no aclara con evidencias y pruebas fehacientes, las razones por las que su título de “doctorado” no se encuentra registrado en la Dirección General de Profesiones de la SEP. Es un pesado lastre que arrastra. Confirma lo apócrifo no solo del documento, sino de su investidura como rector. Porque arribo a esa posición solapado por esa oscura trampa. Y que se fortalece apelando al sentido común: en su calidad de “Doctor”–en perfecta conducta reproducida de sus antecesores- no se le conoce obra, publicación o investigación académica y científica trascendental. Y ello significa una sola cosa: nunca le aportó a la solución de los enormes problemas de la entidad. Ni ha trascendido como docente. Su documento está divorciado de los hechos, que son tercos. ¿Cómo y con base a qué calidad académica como rector, puede hoy vender ruidosamente en los medios de comunicación –y con cargo al erario público-, que ya acreditó 17 posgrados a nivel nacional y 8 más en el PNPC del Conacyt? Un rector verdaderamente preparado y con ese ostentoso y presumible grado académico debería cotizar él mismo, en los mercados de la investigación científica en el plano nacional. No vender como un logro suyo, algo que ni siquiera conoce de fondo. Pero en la UAG se prioriza el papel –deficiente, mentiroso y degradado, pero papel al fin-, antes que los resultados. Sin embargo, en corrillos universitarios, la especie ya la conocen todos: el título le fue gestionado –y prácticamente vendido-, por la cubana Neysi Palmero Gómez, quien ha convertido sus relaciones al interior de la UAG, en un jugoso y rentable negocio. El título de “doctor” del rector Saldaña Almazán, es solo uno entre tantos negocios académicos acordados en lo oscurito con esa docente extranjera. Y la evidencia de que todo en la UAG es ofertable y vendible, es contundente: Palmero Gómez creo la Maestría en Comunicación en la Unidad Académica de Comunicación y Mercadotecnia (UACOM) –que no está reconocida por el PNPC- y cobra mensualmente 104 mil pesos por ese concepto a razón de 2 mil pesos mensuales a 52 alumnos registrados en la misma. El rector Saldaña Almazán, la deja que haga lo que quiera al respecto. Porque al final de cuentas, esa Maestría patito le genera no solo esas cantidades de dinero a ambos –pues al no existir mecanismos confiables de transparencia en la UAG, se entiende que comparten las ganancias-, sino que le sirvió para retener la dirección de la UACOM para su corriente el Fredeuag, en la pasada elección del 27 de mayo. Perdió con votos en las licenciaturas de Comunicación y Mercadotecnia, pero ganó con los 52 votos de ese engaño soy mal oliente posgrado. La cubana Palmero Gómez se ha convertido así, no solo en el alter ego del rector, sino en una eficaz aliada política y financiera. Esa es la verdadera calidad académica que impera en la UAG. Son las mentiras y los negocios que esconde el rostro tumefacto y desfigurado del rector Javier Saldaña.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Los excesos del líder de la Unión de Pueblos Organizados del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio, se miden con base en la deficiente capacitación de sus policías comunitarios. Y la acusación y detención por secuestro de nueve de ellos lo confirma. La UPOEG ha pasado de ser una luz de esperanza ciudadana, a convertirse en una organización que privilegia sus intereses. Por ese lado se le escurre la efímera credibilidad ganada en el pasado reciente.

 

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