Opinión

DIAS SUBLIMES

Por: Carmelo Corripio Pineda “El Búho”

buho 

Hay días sublimes como el viernes o el sábado. Se reducen a horas y en ocasiones a instantes, cuando el suceso impactante estalla en felicidad. Así ocurrió en el juego México-Camerún, al minuto 69 Oribe anotó después de anularse dos goles efectivos ante el asombro de casi cuatro mil millones de aficionados que contemplaban el partido en todos los rincones del mundo, los que nos reunimos en el restaurante “Madeiras” atentos y nerviosos, cada uno digeríamos el acontecer de distinta manera, el hígado, el páncreas, la vesícula ante la tensión nerviosa, secretaban lava hirviendo sobre el estómago respecto a mí, al búho, mas emocional que reflexivo me doblaba para mitigar un ardor que se convirtió en dolor a medida que transcurría el encuentro, al anotar México me sacudí en un estertor como de muerte, quedé con la boca abierta sin lograr que saliera el grito de júbilo por mi garganta, la angustia se hizo intolerable en los últimos minutos, ante el recuerdo de nuestras desgracias deportivas y sobre todo por la tragedia del posible empate que se paseaba por nuestra portería, la pelota era nuestra enemiga. Ochoa descolgó una cabeceada por Eto’o, el Masa despejó otra peligrosísima, al término del encuentro llegó el alivio.

Frente a mi estaba David Guzmán, conocido político guerrerense, cuya naturaleza extrovertida le permite drenar todo el mortífero ácido que segrega el organismo. Y lo hace a base de estridencias, de opiniones frívolas, pero justas: Le gritaba a través del televisor “Arbitro pendejo”; ¿Qué no vez bajo la lluvia?,… idiota; ¡De Colombia solo las colombianas son hermosas!... imbécil, miden 1.80, enano: Para nuestra sociedad David Guzmán parece loco, pero su conducta es la única libre, todos terminamos después del encuentro queriéndolo más y convocándolo para que esté con nosotros el martes cuando México enfrente a Brasil.

El sábado Daniela Gabriela Cervantes Castro cumplió XV años. Sus padres la festejaron con una alberqueada, cochinita y aguas frescas, sus compañeras y compañeros fundieron el ambiente con imágenes actuales, muy distintas a las de antaño, son nuevos seres sin duda, son generaciones que la naturaleza y el tiempo han hecho evolucionar, las chicas y los chicos son más bellos, sin duda por la alimentación, sus conductas y hábitos mejoraron, sus enemigos son los tiempos que vivimos, pero sus vidas descubrieron y crearon nuevas tecnologías, Daniela es especial, evasiva, su inteligencia rechaza todo convencimiento su elevado I.Q. la guía por el camino de la cultura, es adicta a la lectura, es creativa en la descripción, en la pintura e investigación, su abuelo siempre la comparo con Audrey Hepburn “La novia del mundo”, por su finura esbeltez del cuerpo y belleza sobria, Daniela se perfila como una mujer con clase “Hay cierto refinamiento en su estructura ósea”,  pues esta niña nos invitó a una fiesta inolvidable, el de la voz permaneció sumergido en las frescas aguas de la alberca paseando a su nieto Uriel, al ritmo de las estridencias de la música juvenil que practican los jóvenes.

Tarahumaras.- Silvino y Arnulfo en punto de las 9:30 de la mañana en la plazoleta de Alcaraz España, donde se ubica la línea de salida, ambos se mostraron discretos y concentrados, cuando el sonido local se escuchó la cuenta regresiva 4, 3, 2, 1…, y arranco el inmenso grupo de competidores, todos como lo establece el reglamento ataviados, con toda clase de productos alimenticios, vitaminas, líquidos para hidratar, etc. Los tarahumaras mexicanos solo llevaban agua y pinole; al finalizar la carrera Silvino Cubésare en lo alto del podio se hiso famoso en las redes sociales, anunciaban profusamente que había quedado en segundo lugar general en la extenuante carrera de 154 km, con un tiempo de 16 horas con 42 minutos, solo tres segundos debajo del ganador, el portugués Pedro Márquez. ¿Cómo era posible que un rarámuri se encontrara ahí, en una competencia a miles de kilómetros de la sierra madre occidental?, fue Vicente Tico Cervera director técnico de la carrera en España quien pago el viaje de los corredores chihuahuenses conocidos como pies ligeros pero lo que más impacto al pueblo español fue conocer la realidad de los indígenas rarámuris y darse cuenta que estaban corriendo junto a la leyenda: Silvino Cubésare, los tarahumaras, unos indios de la sierra madre occidental de México, son los mejores corredores del mundo. En carrera sin descanso y llevando un botón de pellote y la cabeza disecada de una águila bajo el cinto para protegerse de la brujería. Estos tarahumaras pueden trotar más de 200 km escribió el explorador danés Carl Lumholtz.

El secreto de los tarahumaras dice que son seres humanos en constante movimiento que han sobrevivido y crecido en la mayor parte de su existencia como corredores de fondo, sufren las mismas consecuencias de otros animales enjaulados: enfermedad, altibajos del ánimo, desordenes intestinales, malestar general  y sigue diciendo los tarahumaras no son más inteligentes que nosotros pero tienen una mejor memoria, aprenden el bello arte de correr y transforman su vida en una belleza, siempre dijeron que corrían para ganar.