Opinión

SIN  MIRAMIENTO

Gerardo Lagunas   Pineda

 

La globalización como nos va transformando, sobre todo a aquellos modestos empresarios y pequeños comerciantes, pero dicha transformación ha sido para desparecerlos del mapa comercial. Toco por el momento a los farmacéuticos de nuestra ciudad, que algunos, a duras penas se siguen sosteniendo. Otros de plano dijeron adiós a lo que alguna vez fue su medio de vida y que resultaron agradecidos por la prosperidad que recibieron. Farmacias como la Nueva Pasteur, La Providencia, Sagrado Corazón de Jesús, La Cabrera, Farmacia Iguala, La Guadalupana, La Fe y tantas otras que escapan a mi memoria, fueron las de mayor importancia en nuestra ciudad, donde por su pequeñez en área poblacional, uno podía acudir a surtirse de medicamentos para después, el progreso llegaba porque los dueños de esas farmacias ponían la moda de ‘’reparto a domicilio’’, siendo jóvenes en sus bicicletas los que veíamos circular por la ciudad entregando el medicamento que por teléfono se pedía. En la actualidad, repito, a la llegada de empresas farmacéuticas con un peso económico poderoso, hicieron a un lado a éstas, desapareciéndolas por completo del mapa económico y otras, a grandes penas siguen sobreviviendo tratando de competir sin que les haga mella a la actual y tristemente siguen con vida. Y siguen sobreviviendo simplemente porque se les autorizó ser farmacia con  venta de abarrotes, que sino fuera por eso, desde cuando hubieran pasado a mejor vida. Ahora vemos farmacias como Guadalajara, Fénix, Farmacias del Ahorro, Benavides, Similares, adueñarse del mercado farmacéutico, llegando a cerrar filas y de esa forma no haya nadie más que ellos y sean los ganones. La cosa no para allí, porque ahora viene la empresa regiomontana Femsa, la del extinto Lorenzo Zambrano, quien es dueño de 430 sucursales diseminadas por todo el país, siendo con ello tener el cuarto sitio del monopolio farmacéutico en México. Siguiendo con Femsa, sabiendo que es dueño de 11 mil tiendas Oxxo en la República, lo que pudiera originar con ello, puede llegar a ser el primero en controlar el medicamento para el pueblo mexicano, toda vez que las farmacias son también tiendas de abarrotes. Luego entonces, el marco regulatorio se lo permite. Decía al principio que la famosa globalización es un monstruo y que pisa fuerte y de esa forma sean las ganonas, ya que  tienen un poder económico más allá de lo permitido y digo más allá porque el lavado de dinero está a la orden del día y el Servicio de Atención Tributaria (SAT), ni por enterado se da, y si está enterada, pues no hace nada. Me hubiese gustado manejar los dueños de las farmacias que tuvieron a bien de abastecer, con su dinero claro está, al pueblo igualteco, sólo que los desconozco pero de los que recuerdo son a la familia Núñez, de la farmacia Sagrado Corazón y que todavía subsiste; a la familia Ortíz Ibarra, dueños de la Nueva Pasteur; de la familia Cabrera, del mismo nombre la farmacia. La farmacia del doctor Garrido; otra que sigue allí y que cuando nos decían “este medicamento sólo lo encuentra en la Farmacia La Fe’’, daba cosa ir hasta allá y no por miedo, sino por su lejanía. Verdad que sí Moy? Esto es pues un reconocimiento a aquellas familias que alguna vez tuvieron sus empresas farmacéuticas y que nunca olvidaremos que abonaron para que Iguala fuera una ciudad cien por ciento comerciante y que por compromisos políticos o presiones de esta índole haya dejado de serlo desde el momento que determinaron que la Autopista del Sol haya sido desviada y dejar a Iguala fuera de su trayecto…Se acerca el Día del Estudiante y un reconocimiento hacia todos ellos, ya que hay buenos y malos; tranquilos y desmadrosos, pero como dice la canción de la chilena Violeta Parra, interpretada por la tucumana argentina  Mercedes Sosa…’’Me gustan los estudiantes porque son la levadura del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura, para la boca del pobre que come con amargura. Caramba y zamba la cosa….Viva la Literatura!...Hasta la próxima!