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Rabiosas Luchas Sindicales

Por: Carmelo Corripio Pineda  “El Búho”

 

A los 80 años don Fidel Velázquez estaba en plenitud. Nació cuando nació el siglo pasado. En 1980 la CTM se consolidó como el organismo político más poderoso del país, tenía 8 millones de agremiados, trabajadores asalariados y no asalariados, su caudal político y material era un patrimonio incalculable: tenía 21 senadores, 100 diputados federales, 3 gobernadores, 130 diputados locales, 150 presidentes municipales, 200 síndicos, 400 regidores, un Banco Obrero con sucursales, una central ubicada en el monumento a la revolución, una federación en cada estado, federaciones regionales, centros educativos “Fidel Velázquez” egresados de primarias, secundarias y preparatorias; tenía la Universidad Obrera en Cuernavaca Morelos, más de 20 mil, agrupaciones, asociaciones, cooperativas, sindicatos, uniones, etc.; desparramadas en el campo, la fábrica, el mercado, las colonias, el transporte, en todas partes, en el mar, en el aire y en la tierra, compactadas por leyes, acuerdos, permisos, concesiones, certificaciones; la CTM como un personaje multiforme estuvo presente en la vida nacional contribuyendo al desarrollo, con sus 8 millones de trabajadores en la industria, el comercio y los servicios, pero en constantes disputas internas donde no obstante prevaleció la conciencia sin llegar a derramar la sangre, fueron 60 años en que la CTM apoya los proyectos de gobierno para mejorar al país.

En 1979 Porfirio Camarena irrumpe en la vida política de Guerrero, en ese tiempo era gobernador Rubén Figueroa Figueroa, Camarena político natural, armonizo con Figueroa después de medir ambos sus fuerzas, la CTM impuso a Camarena como Diputado Federal y luego como Presidente Estatal del PRI, posiciones con las que Figueroa nunca estuvo de acuerdo, guardando recelo y vengándose cuando se disputa la presidencia en Iguala en 1981, Figueroa le gana a Camarena la candidatura de Iguala.

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El trabajo de Camarena en la vida pública del estado lo convierte en un agente importante en el desarrollo, es decisivo en la contratación de vivienda social, su visión política expande la influencia y penetración de los trabajadores, crea las federaciones regionales de Costa Chica, Acapulco, Costa Grande, la del Centro, la del Norte, la de Tierra Caliente y Taxco; hay un amanecer refrescante, trabajadores no asalariados abandonados y sin liderazgo se acogen a la CTM, transportistas, comerciantes de mercados y tianguis, colonos, huerteros y campesinos, hasta sexoservidoras aparecen, como ocurrió en Iguala, con la agrupación “Se da, pero se paga”, constituida por 45 mujeres de “limones, placeres del oro, la bengala”, tan bellas como cualquier italiana, francesa o española.

Camarena amplia la presencia de la CTM en el congreso, presidencias y partido, crea el “Instituto Obrero”, las escuelas “Fidel Velázquez”, se forman infinidad de agrupaciones del transporte, colonias de nueva creación como, “Fernando Amilpa, Daniel Murayama, Luis Quintero, etc”, sus enemigos apáticos y flojos lo tildan de cacique y acaparador de influencias, los gobernadores lo aman por ayudarlos a organizar el estado, para localizar a grupos y sectores, para poder gobernar; esta fuerza hidráulica de la CTM encabezada por Camarena, lo lleva a participar como pre-candidato a la gubernatura por Guerrero, quedando atrás de René Juárez, Manuel Añorve y Florencio Salazar; sin embargo el reinado de Camarena ni se ha interrumpido ni se ha terminado, lleva 34 años en el poder, ¿Cuántas protestas y juramentos le quedan por hacer? Un hombre que no ha cumplido los 70 años. Camarena es la cabeza de un grupo que creó el Sector Social de la Economía, sector que se incorporó a los programas federales de gobierno, este sector confiere a la CTM el derecho a su inclusión dentro del programa oficial marcado en el organigrama de la republica, logros que le suscitaron envidias y odios por algunos líderes tradicionales y mezquinos de la CTM, solo el viejo lobo Fidel Velázquez pudo penetrar con su mirada clarividente y depositar su confianza en Camarena para operar el sector social de la economía de la CTM, esto nunca lo perdono el güero Leonardo Rodríguez Alcaine al poseer una idea incompleta del sector social al reducirlo a la simple comprensión de que los trabajadores nunca habían sido considerados por el gobierno como creadores e impulsores de riqueza, que ese concepto y organismo debería ser operado por un autentico trabajador como se consideraba él, y nunca por un profesionista al servicio de la empresa y el capital, porque ese profesionista no vivió dentro de la fabrica ni amaso la obra laboral.

Desde la fecha en que es nombrado secretario general de la CTM nacional, Leonardo Rodríguez Alcaine hostiliza Camarena Castro que era el titular de la CTM en Guerrero; promueve elecciones para cambiar al comité ejecutivo, y lo hace antes del término, baraja nombres de líderes obreros, para entrar a la elección, es desalentador para él, encontrar su adhesión de esos líderes a Camarena, y nadie quiere participar; busca y rebusca violando la autonomía sindical, las 7 federaciones regionales se manifiestan a favor de Camarena, un descontento generalizado permea hasta las bases, surgiendo la pugna entre la CTM Guerrero y la CTM nacional; al no encontrar un contendiente obrero como siempre pregono el “güero” para desestimar a Camarena profesionista, saca como candidato a un líder transportista de Acapulco, Javier Torre Blanca, buen líder pero mal candidato para dirigir al sector, compuesto por experimentados líderes que nunca se asociarían a Torre Blanca ni se sentarían con él a la mesa, para echar a andar proyectos, como se demostró posteriormente.

Dos veces se suspendió la elección un día antes cuando el Alcaine comprobó por medio del comité nacional de elecciones, puesto a sus órdenes, el informe de las 395 agrupaciones sindicales inscritas y registradas con la toma de nota de las juntas de conciliación y arbitraje de Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Coyuca de Catalán, Zihuatanejo y Ometepec, solamente votarían por Torre Blanca, el 5% o sea que de 395 agrupaciones solo 19 de ellas favorecerían al candidato de Alcaine, mal hablado como era mentó madres y amenazo que rebanaría a la mitad el planeta si fuera necesario, pero Camarena no estaría ni un día más en su cargo, la segunda elección se suspende por las mismas razones.

En el majestuoso centro de convenciones del puerto de Acapulco, convocados los trabajadores de la CTM para oír al comité nacional de elecciones, el resultado del proceso, el lugar ocupado en su totalidad inclusive los andadores, el frente y el presídium, lleno de la parte de atrás donde podías escuchar la respiración del compañero mas próximo en un ambiente tenso donde gravitaba una atmosfera nerviosa, casi toxica; grave el anunciador escalo el presídium bajo un total silencio y dijo: “Haciendo un recuento pormenorizado, se registraron 97 sindicaos, votaron a favor de Camarena Castro 31, y a favor de Javier Torre Blanca 66, por tanto” ya no se escucho mas, el escenario se hizo un manicomio, 2 sillas estallaron en la espalda de Rodríguez Alcaine, quien salió protegido por la parte de atrás, junto con su comitiva y el secretario general electo Torre Blanca, en pocos minutos, se destrozaron sillas, mesas, se desgarraron cortinas, manteles, volaron las botellas de agua, utilizadas para golpear a la comitiva que huía despavorida; es sorprendente que no haya habido muertos, la prensa aun pagada no pudo justificar la culpabilidad de Rodríguez Alcaine quien su comité ejecutivo tuvo que pagar la reparación del daño.