Opinión

Tribuna Pública

Francisco Javier Copeño Castro

El recorrido realizado por las autoridades municipales por el Mercado Municipal “Gral. Adrián Castrejón, concretamente en el llamado “Triángulo”, adjunto a la recién remodelada nade de ropa y calzado, debió servir para que se dieran cuenta de que esos espacios están abandonados completamente y que el cuento ese de que quienes venden ahí son gente con necesidad de ganarse un peso para llevar el sustento a la familia es puro cuento chino. Todos quienes ocupan un espacio en ese lugar han tenido o tienen espacios en otros lugares del mercado e incluso algunos tienen locales al interior de dicho centro de abasto. Las autoridades no han querido tomar el toro por los cuernos en ese aspecto y solo dan largas para evadir la responsabilidad de tomar una decisión firme y contundente para dejar ese lugar para lo que verdaderamente debería ser un área de seguridad. Desde siempre los locatarios han comentado que dicho centro comercial, está sumido en una total anarquía y que quien está de responsable en la administración del mercado hace como que trabaja pero no hace nada, toda vez que a lo único que lo mandan es a recaudar la mayor cantidad de recursos económicos que pueda generar dicho centro de abasto a través del pago de pisaje, licencias comerciales, certificado médico, sanitarios, estacionamiento, ambulantaje y demás. Hay mucho dinero de por medio, pero lo más lamentable es que a dicho inmueble le destinan migajas de todo lo que ahí se recauda. Se supone que las autoridades ya que estaban en el “Triángulo” supervisaron que el local construido sin permiso oficial en un área irregular por un comerciante en tacos esté siendo demolido cono fue el acuerdo de Cabildo, por las múltiples anomalías encontradas en dicha obra, de la cual insistimos tanto   el dueño como las autoridades tienen culpa compartida, el dueño porque sabiendo que estaban mal, construyó sin contar con los permisos oficiales correspondientes, -es decir documentos firmados y sellados por la autoridad- y las autoridades por haber permitido dicha construcción que duro semanas y  o hicieron nada para pararla, y dejaron que terminara para después clausurarla y posteriormente ordenar su demolición representando una pérdida económica para el dueño, pero también representando un antecedente para que aquellos que están en áreas irregulares le piensen antes de “invertir” en un bote de basura. Pero ojo, las cosas deben ser parejas y no nada más aplicarles el reglamento a unos y a otros no. El canal de desagüe sobre la calle de Altamirano ha desaparecido, y ahí no se ha ordenado la demolición de la construcción que se hizo. ¿Por qué de eso las autoridades no dicen nada? Respecto a la demolición que se está llevando a cabo en el local sobre el andador de Galeana, locatarios de la Nave de Ropa y Calzado manifiestan que “mientras tumban los muros y dejan en pie los castillos, existe la posibilidad de que todo sea una faramalla y que le dejen la estructura y después se vuelvan a levantar los muros; toda esa gente debería ser reubicada a otro lugar y recuperar esas áreas que son del mercado y los locatarios; pero se debe seguir con pasillos, entradas y escaleras de todo el mercado, además de área invadidas por líderes y gente nefasta que solo está viendo donde chingarse más espacios para después venderlos”. Vaya que tienen razón, ahora que las autoridades saben de manera directa de cómo están las cosas en el mercado, veremos si de una vez por todas se animan a entrarle con toda seriedad a ese asunto. Por cierto, a raíz de unos robos suscitados en la nave de ropa y calzado hoy las cortinas de esa parte del citado centro de abasto se abren más tarde y con ello, se han visto afectados otros tantos comerciantes de la nave principal que entraban con su mercancía hacía la nave, porque las cortinas del pasillo central permanecen cerradas y quienes tienen necesidad de entrar por allí, no pueden hacerlo y tienen que dar la vuelta para entrar por la parte del estacionamiento principal. Con el hecho de abrir las cortinas de esa nave más tarde no van a evitar que se sigan suscitando hurtos al interior del mercado, porque no existe ninguna estrategia para evitar robos al interior, comenzando porque muchos de los compañeros dejaban sin candados las cortinas de esa nave, la empresa encargada de la remodelación dejó mal los seguros y como no los arreglaron luego, lógicamente los ladrones abrían las cortinas; a raíz de esa situación los mismos comerciantes ya arreglaron los pasadores de sus cortinas y hoy que les ponen candados al aparecer todo ha vuelto a la normalidad. Si quisieran cerrar y estar más seguros, bien podrían solicitar que en la división que existe entre el pasillo central y la nave de ropa se colocaran cortinas sobre los pasillos y así que abrieran a la hora que quisieran, pero las cortinas del pasillo central deberán estar abiertas porque no solo son utilizadas por los de la nave de ropa y calzado, sino también por comerciantes de la nave  principal que venden queso, bolsa y pan entre otro tipo de mercancía.  ¿Cierto o falso? ¡Hasta la próxima y salud!