Opinión

Sociedad Actual

Día Internacional de la Mujer

 

Grisel Tapia Flores

 

Son días de reflexión y propositivos. El lema de este año: «Igualdad para las mujeres: progreso para tod@s», bajo el marco del Día Internacional de la Mujer a celebrarse el 8 de marzo. Es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados, pedir más cambios, celebrar la valentía y la determinación de mujeres que han jugado un papel clave en la historia de sus países y comunidades. Sin duda, en México el 17 de octubre de 1953 fue transcendental: un decreto en el que se anunciaba que las mujeres tendrían derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular. Esto no sólo incluía la mujer a la política, sino que la vinculaba ahora con las oportunidades negadas y sólo exclusivas a las labores de la casa, cuando su único compromiso versaba más en el cuidado de sus hijos y su cónyuge, o bien una espectadora del mundo participativo de hombres y nada más.  Para fortuna, las cosas han cambiado; no por feminismo, sino por igualdad de oportunidades. Ahora de la fuerza laboral en el país, el 45% la tienen las mujeres. El modelo tradicional de familia ha cambiado notoriamente: más de la cuarta parte de los hogares mexicanos cuenta con una mujer a la cabeza. IGUALDAD DE DERECHOS Y OPORTUNIDADES A LAS MUJERES, no sólo tienen las mismas capacidades que los hombres, sino que también asumen con mayor protagonismo ambos roles: ser trabajadoras y jefas del hogar. Entre los ámbitos profesionales y laborales que maneja la mujer, el periodismo debe ser hablado en otras líneas más extensas, por el grado de compromiso, responsabilidad y actualmente inseguridad. Hoy las reporteras y periodistas no podemos olvidar a María de la Soledad LEONA CAMILA VICARIO Fernández, considerada la primera mujer periodista de México, que en muchas ocasiones estuvo a punto de perder la vida; fue corresponsal de guerra y su primogénita nació en una cueva en plena campaña armada, peregrinajes y encarcelamiento tuvo que padecer esta heroína. Murió a los 53 años de edad. Si ser mujer es difícil, ser mujer trabajadora más; ser mujer periodista es un caso especial, en un mundo laboral predominante por hombres y otras especies de su género con altos grados de machismo, es más difícil, son pocos los periodistas que le saben reconocer los méritos a la mujer no “de boca para afuera”. Aquí los sindicatos deben impulsar el acceso igualitario de hombres y mujeres a los programas de capacitación y asistencia social. Actualmente este rol profesional trae incluido  grandes riesgos de seguridad, palabras más o palabras menos son definitivas en esas líneas de redacción. La nota del día puede causar consecuencias graves, porque aún no se ha comprendido que sólo se es un emisor del mensaje, sin la intención de intervenir directamente en el juego de hechos.  Además, sin duda los principales problemas con los que se tienen que enfrentan las mujeres periodistas son la desigualdad de oportunidades, la desigualdad salarial, de ascenso en cargos, de asuntos de carácter femenino y el acoso sexual. Hoy en día, la mujer se debe creer y valorar sus aptitudes y su trabajo, para esto la mujer periodista debe asumir que  es exactamente igual o incluso superior en lo laboral. No dar atención a la basura social denominada estereotipos que evita que la mujer periodista pueda desarrollar armónicamente su trabajo y limita su acceso a la toma de decisiones. Aun con todo lo anterior, las mujeres son fortaleza y compromiso, en casi todos los ámbitos primordiales como la educación, el trabajo, la política, el liderazgo en su hogar siendo madres solteras, la autoestima, la salud, toma de decisiones en su entorno social. Solo en un factor son vulnerables, es decir, la concepción de la belleza física, la sociedad establece estereotipos y prototipos, crueles y difíciles de alcanzar; por el contrario, roban la identidad de la mujer, topándose siempre con algo que no existe pero que está presente solo como etiqueta social, la mujer ideal. El hecho más señalado es de la Ucraniana, Valeria Lukyanova, quien se ha sometido a varias operaciones en rostro y cuerpo, hasta adoptar la figura estética de la muñeca de Mattel “Barbie”, ha conseguido ese aspecto plástico, se ha sometido a la hipnosis con el fin de borrar gran parte de la información y aprendizaje de su cerebro y lograr ser “hueca” como se denomina a la “Barbie”, además practica el respiracionismo, un culto que cree que los alimentos y las bebidas no son necesarias para vivir.

Cada mujer es un mundo completo y diferente en todos los aspectos, no importa en el espacio que le tocó vivir, lo difícil que sea su subsistir, desde ese punto marca su presencia y productividad social. No hay mujer en el mundo que no sea una persona en construcción diaria. Agradecer el ahora  y recordar lo vivido para que en el futuro esos logros personales alcanzados perduren y sean ejemplo en una sociedad  necesitada de valores, respeto y buenas noticias. Un abrazo a todas las mujeres por ser simplemente mujer…. La verdadera libertad de expresión, es primero libertad de pensamiento…