Opinión

ABREVANDO

Por: José Antonio Lavín Reyna

 

¿Y después de las reformas?

 

En las lecturas que realizo me encontré un escrito de la Investigadora del CIDE, María Amparo Casar, este tema, se refiere a las famosas y trascendentales reformas que acabaron con el espíritu del Congreso Constituyente de 1917, con estas reformas termino la revolución mexicana, bien lo decía el embajador Wilson, no invadamos México, eduquemos a sus jóvenes políticos y ellos nos entregaran al país en bandeja, pero en fin la investigadora dice lo siguiente: En pocos días quedaran concluidas, al menos en su modalidad constitucional, buena parte de las reformas estructurales solicitadas por el Ejecutivo federal y otras tantas favorecidas por los partidos políticos. Todas ellas han sido vendidas como indispensables para el progreso del país y como garantía de prosperidad.

Algunas están listas de cabo a rabo, sea porque ya fueron emitidas las leyes secundarias como en el caso de la educativa, sea porque no requerían cambios constitucionales como la laboral o la de contabilidad gubernamental. Otras sólo avanzaron el tramo constitucional y habrá que esperar para ver su concreción en leyes secundarias que son las que dan forma a las políticas públicas: la energética, la electoral, la política, la de telecomunicaciones. Para todas éstas se han fijado plazos de tal manera que la tarea legislativa deberá quedar concluida durante el primer semestre de 2014.

Supongamos, sin conceder, que estas reformas constituyen como han dicho los legisladores, el Presidente y los secretarios de Estado, los cimientos para un futuro promisorio en términos de crecimiento económico, justicia social y gobernabilidad. ¿Qué procede ahora que están las reformas habilitantes?

Una vez agotada la etapa legislativa toca al Ejecutivo la difícil tarea de tomar las riendas y transformar las reformas en políticas públicas exitosas. En esta responsabilidad tiene con los gobernados dos pendientes. Uno que debió cumplirse antes de la aprobación de las reformas y otro que debe exigir la sociedad.

 

Las reformas no vinieron acompañadas de eso que se llaman libros verdes y libros blancos y que son la base de un buen diseño de las políticas públicas que deben derivar del trabajo legislativo. Los libros verdes son documentos de consulta sobre una determinada propuesta de reforma en la que el gobierno o el Congreso buscan obtener el parecer y las consideraciones ya sea de los sectores interesados y afectados o de la opinión pública. Los libros blancos son documentos detallados en los que se expone una política: su necesidad, sus objetivos, sus requerimientos y los resultados esperados. Son hojas de ruta precisas basadas en el conocimiento factual de un problema que pretende resolverse o una situación que intenta ser modificada.

Este trabajo lo hicieron en el mejor de los casos las organizaciones sociales como Mexicanos Primero o México Evalúa para la Reforma Educativa y la Fiscal, las instituciones de educación superior para algunos temas como la seguridad social universal o la Reforma Política y los think tanks como Imco, México Evalúa y la Fundación Espinosa Yglesias para las reformas energética, fiscal y electoral.

Legisladores y gobierno se limitaron más bien a hacer declaraciones sin fundamento y a difundir promocionales en la radio y televisión sobre un gran porvenir. No han comunicado adecuadamente la pertinencia de las reformas ni los resultados precisos esperados. Más bien han sobrevendido el efecto de ellas y han pedido a la ciudadanía un acto de fe. Las reformas llevarán a México a una democracia de resultados. Con la Reforma Energética se elevará el PIB en 1.5%, Pemex será productivo, las tarifas eléctricas disminuirán, llegarán 300 mil millones de dólares en inversiones y no se perderá el dominio de la nación sobre los recursos petroleros. La Reforma Fiscal producirá ingresos equivalentes a 1% del PIB que serán dedicados a la inversión productiva y no al gasto corriente. La Reforma Laboral creará 750 mil empleos por año y elevará la productividad. La Reforma Educativa nos sacará del último lugar que ocupamos de entre los países miembros de la OCDE en la prueba PISA. La nueva ley de telecomunicaciones acabará con los monopolios o duopolios en el sector de las telecomunicaciones. La Reforma Política brindará mayor certeza electoral, mayor gobernabilidad y mayor representatividad.

Ya que no se contó con los libros blancos como sustento para la discusión y aprobación de las reformas, no sería mala idea exigirlos ahora.

El gobierno nos debe para cada una de las reformas estructurales que han sido aprobadas durante este año la hoja de ruta y los resultados esperados. Nos debe un libro blanco tardío en el que nos explique el estado actual de las cosas en cada una de las materias en las que se ha legislado, los retos a superar, las acciones a implementar, los instrumentos y recursos a utilizar, las metas concretas a lograr y los tiempos requeridos. Un libro blanco con estos contenidos para cada una de las reformas nos permitiría, primero, saber qué esperar de ellas y, segundo, llamar a cuentas al gobierno no sobre lo que quisiéramos sino exactamente sobre lo que nos ofrecieron. Si las reformas fueron sobrevendidas con el propósito de maximizar sus posibilidades de ser aprobadas o de ganarse a la opinión pública ahora es el tiempo de corregir. Después vendrá el tiempo de exigir.

Algo más…

Después de la lectura anterior, que nos espera, el gobierno federal nos aventó como “el borras” al precipicio, imagínese, si Pemex y CFE ya no van a producir ni a distribuir, solo a revender lo que los españoles produzcan en energía y los cuentachiles que le van a dejar a Pemex, nada se dijo de su altísimo número de trabajadores, en activo y en retiro, de donde saldrán los millones de pesos para el fondeo de sus millonarios fondos de retiro, por eso no sería raro, que al igual que Ernesto Zedillo, el actual presidente Peña Nieto lo veamos dentro del consejo mundial directivo de alguna empresa que se quede con el pastel de ambas ramas. Bueno hasta el loquillo Voz ya tiene sus 500 millones de dólares, que consiguió entre sus cuates para invertirlo, la memoria es falla, el manipuleo radial, televisivo y escrito es bárbaro, así que, ni modo los jodidos seguirán siendo más jodidos y los 300 ricos se harán multimillonarios en dólares.

De Iguala, ni comentar, para el preciso, el que no lo alaba es su enemigo, está contra el progreso, que evidentemente se ve, por eso Guerrero e Iguala están considerados para una planta petroquímica, una planta a gas para producir energía eléctrica, ya dos plantas armadoras, de esas de a deberás, no la patito de El Ocotito, han anunciado sus millonarias inversiones que dejarán en el proceso de la construcción miles de empleos y ya operando algunos cientos bien pagados y todo debido a la pavimento de calles, cosa importantísima, a los cientos de litros de agua que está bombeando, a la operación de la planta tratadora de aguas residuales. en fin, el progreso viene y no es día de los inocentes.

LXVI.- A la fecha, nada se ha visto de las famosas Reformas, la única es la de que la SEP suspende la prueba ENLACE, debido a que era pura transa su aplicación, pero eso sí, no se castigo ni consigno a nadie, todos libres de culpas, para pi….pruebitas, ahora salen que lo que se enseñaba anteriormente era basura y quieren endilgarnos las famosas competencias, que vienen de España, Francia, Argentina y Chile, puros países fregones, en la cúpula de ser los mejores del mundo, sin desempleo, con todos sus profesionistas trabajando, vaya, y nuestros científicos y escritores fueron educados sin reforma y son unos chi…excelentes y premiados individuos.

Tres semanas sin agua en el centro de la ciudad y nadie indica nada. Vaya pueblo agachón… Bueno, el miedo no anda en burro.

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