policiaca

La forma en la que accionó el comando…

Relata custodio la balacera en el CERESO-Tuxpan

* Pistoleros llegaron vestidos de civiles… * Sometieron al encargado de vigilancia… * Mataron a “La Maila” y a 3 internos más…  * Al grito de ¡deténganlos!, se armó la balacera…  * La camioneta Tacoma había sido robada en Mezcala…

 

Pablo Morrugares Parraguirre

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Un custodio que participó en la balacera del pasado 3 de enero en el CERERESO de Tuxpan, que dejó un saldo final de 10 muertos y un lesionado, relató los sangrientos hechos ocurridos durante esa noche-madrugada.

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El jefe de seguridad del Penal de Tuxpan, José Roberto Contreras Ocampo, fue sometido por los pistoleros y asesinado al negarse a entregarles las llaves para escapar, luego de que habían dado muerte a 4 internos, entre éstos Ismael Ocampo Alvarez (a) La Maila.

 

Eran las 00:50 horas del día viernes 3 de enero de este año 2014, cuando a las afueras del CERERESO de Tuxpan llegó una camioneta Tacoma modelo reciente, color blanco. Descendieron varios individuos vestidos de civiles, quienes luego de hablar con los custodios ingresaron al Penal. Nadie imaginaba lo que estaba por ocurrir, pues apenas unos minutos después, se soltó una balacera que dejó como saldo diez muertos (cuatro internos, cinco de los 6 hombres armados que entraron al Penal y un custodio), quedando un solo sobreviviente, miembro del comando, lesionado.

Aquí, parte del relato-declaración de un custodio recién llegado (tenía 20 días laborando) al Centro de Reinserción Social (CERERESO) de Tuxpan.

Eran las 00:50 horas del día 3 de enero cuando llegó una camioneta Tacoma modelo reciente color blanco al CERERESO deTuxpan, de la cual descendieron varios sujetos que se dirigieron al custodio Antonio de Jesús Hernández Díaz, con quien los desconocidos comenzaron a platicar. Al parecer, los hombres le decían al custodio que llevaban un detenido.

Luego de la breve charla, el custodio Antonio de Jesús dio parte a sus superiores. Así llegaron los custodios José Roberto Contreras Ocampo y Rigoberto Contreras, quienes salieron al acceso del CERERESO, para atender a los misteriosos desconocidos.

Después de hablar unos breves instantes, José Roberto Contreras Ocampo entró con los desconocidos, todos vestían de civil.

El custodio, con grado de policía estatal razo, con apenas 20 días laborando en el Penal de Tuxpan, continúa en su relato diciendo desconocer si los civiles entraron armados al Reclusorio.

Narra que su compañero José Roberto Contreras Ocampo acompañó hasta las celdas a los desconocidos, y en un lapso de 3 a 5 minutos, él y su compañero Antonio de Jesús Hernández Díaz escucharon un disparo en las celdas.

Esto los puso alertas y despertaron a otro de los custodios de nombre Félix Marín Reyes -quien se encontraba descansando-.

“En ese momento nos dimos cuenta que a nuestro compañero José Roberto ya lo traían amagado, al momento que los desconocidos disparaban en diferentes direcciones…”.

“Al ver esto le avisamos a nuestro compañero Félix que había problemas y en ese momento yo y mi compañero les marcamos el alto a los desconocidos, diciéndoles que se detuvieran, que tiraran las armas y que soltaran a nuestro compañero. Pero los desconocidos hicieron caso omiso y siguieron avanzando hacia la salida del CERERESO”, detalla el custodio.

“En ese mismo momento escuchamos que los sujetos le ordenaban a José Roberto que abriera la puerta para salir, pero él se negó a abrirles… En ese instante alguien gritó ¡torres, deténganlos!, por lo que los desconocidos comenzaron a dispararnos a nosotros”.

A punta de balazos los pistoleros abrieron un candado y pretendían salir para darse a la fuga. “Nosotros respondimos a la agresión disparando contra los desconocidos, viendo como en el piso ya había varias personas tiradas, sin saber si estaban vivos o muertos…

“Procedimos a dar seguridad al perímetro de la torre uno, que es donde se encuentra la puerta principal de acceso al Penal, ya que tenemos prohibido bajar de la torre”.

A los pocos minutos arribaron elementos de la Policía Estatal y del Ejército Mexicano, quienes implementaron un operativo al interior y exterior.

El declarante es un testigo clave que se encuentra arraigado al igual que varios de sus compañeros, y recuerda la pesadilla vivida la noche-madrugada del pasado 3 de enero, cuando apenas estaba cumpliendo 20 días de labores en dicho centro penitenciario.

En tanto, las investigaciones continúan, sabiéndose ahora que la camioneta Tacoma con la que llegaron los pistoleros al CERERESO, había sido robada días antes en las inmediaciones de Mezcala, a un empleado de la Minería Media Luna con sede en el vecino municipio de Cocula, misma que ya fue solicitada su devolución por parte de representantes de la empresa al ministerio público.