Opinión

“ESTA ORGÍA ACABARÁ”

Carmelo Corripio Pineda “El Búho”

 

La audición televisiva estaba petrificada con la descripción del sueño de Liz, una síntesis científica traducida en palabras llanas y comunes, por una niña privilegiada de 9 años de edad, cursando cuarto año de la escuela primaria “Primer Congreso Eucarístico” instalada en la ciudad de Olimpia, de apenas 70 mil habitantes. La narrativa tuvo en vilo a la audición y posterior la humanidad se enteró de lo que sucedía en Olimpia anclada en México. La demanda de información creció inverosímil. ¿Quién era Elizabeth? ¿Cuántos componían su familia? ¿Eran ricos o pobres? ¿Eran fanáticos o simplemente religiosos? ¿Tenían antecedentes de nobleza o eran plebeyos? Cuando se publicó la vida de los Duarte Leal la información fue su sentencia de muerte. El poder real y efectivo que gobernaba a México era el narcotráfico, ni el estado ni la iglesia, ni la empresas eran tan dominantes como el narcotráfico, como cáncer había invadido las entrañas del país y se apropió de todos los poderes, especialmente el político y el económico, surgiendo como un poder omnipotente pleno de facultades y omiso a cualquier ley por ser invulnerable en virtud del terror que imponen las armas, usadas para convertir al país en un torbellino de sangre, el narcotráfico celoso de su propio poder y fuerza, al sentirse desplazado por el acontecimiento inusitado que provoco la noticia de los sueños de Elizabeth Duarte Leal y comprobar la existencia con la carta de otro plano dimensional, que gobiernan los hacedores universales, el narcotráfico monto en cólera y planeo la muerte de toda la familia, solo se salvo don Chano, el anciano de 85 años que se durmió en el campo, destetando a sus animales el día de la masacre. El comando sustrajo de su casa a las 3 mujeres Josefina, Elizabeth y Tamara, las mato y dejo tendidas en la principal avenida. Al amanecer la población las recogió, al duelo asistió la ciudad entera, el estado se encargo  de las exequias fúnebres, una onda indignación se levanto y un deseo de venganza anidaba en los corazones; el gobierno dijo: “Se investigara a fondo y caerá sobre los responsables todo el peso de la ley”; don Crescenciano cayó en shock al ver a su familia muerta, para su entierro se edifico una especie de mausoleo muy espacioso para dar sepultura y se coloco una losa que ocultara debajo de ella los ataúdes con sus cadáveres, Era en realidad una espacio subterránea, muy amplia con un sirio eléctrico en el centro cuya llama volitiva alumbraría la soledad de la noche para siempre, con floreros y sillas adaptadas para las celebraciones, con una imagen del señor luminoso incrustada en la fachada principal, que se parecía a alguien que vigilaba los lechos mortuorios, su expresión de incredulidad era como si negara la muerte, el entierro fue multitudinario, los días siguientes lo visitaron gente de otras ciudades del país posterior mente venían extranjeros, durante 3 meses la gente entraba y salía de la ciudad de Olimpia, durante ese tiempo se integro el expediente de investigación en el que los certificados médicos coincidieron: “Muerte violenta e instantánea- por disparos de arma de fuego- con tiro de gracia en la cabeza- que intereso partes vitales- con sangrado abundante- colapsando todos los sistemas orgánicos” terminaba diciendo la descripción especializada del medio legista.

Después de los 4 meses cuando la gente se iba alejando, primero se empezaron a oír ruidos al interior de la habitación subterránea del sepulcro, en otras ocasiones se oían voces, el velador dijo que en las noches la lámpara volitiva se prendía y se apagaba, mas tarde empezaron a golpear la loza, hasta que finalmente gritaron que estaban vivas que abrieran, todos estos hechos la población tuvo conocimiento, pero eran cuidadosos para comunicarlo, por temor que se les acusara de algo indebido, hasta que consultaron con los curas de la ciudad y estos con las autoridades locales, los que no encontraron ningún inconveniente legal que se les impidiera ese ejercicio. A la mañana siguiente una comisión de 4 personas fueron al cementerio, la bóveda con candado la abrieron, era corrediza y ahí encontraron sentadas a Josefina, Elizabeth y Tamara vivas quienes meses antes habían sido asesinadas con una lluvia de balas que habían destrozado sus cuerpos; la impresión fue extrema, el más débil salió como poseído de la bóveda, gritando ¡Están vivas, están vivas!, pero un custodio del cementerio lo noqueo de un derechazo a la mandíbula, se agregaron mas custodios para proteger la entrada, afuera se desato un murmullo entre las escasas familias que visitaban a sus muertos, pálidos los custodios se miraban incrédulos, algo extraordinario ahí adentro sucedía, una persona daba los primeros auxilios al noqueado, en el anfiteatro del sepulcro se hincaron, el llanto de todos era incontenible, pero silencioso, más que oración gemían palabras entre cortadas  ante el milagro de verlas y sentirse vivas, todos desgarrados por dentro, ahí estuvieron hincados la imagen no cambiaba su apariencia como si estuviera vivo, por fin Liz dijo: “Cuando nos dispararon el señor luminoso estaba dentro de nosotros y nos previno que no nos pasaría nada, ni que nos asustáramos, que nos rescataba de nuestro mundo y nos llevaba al suyo, una vez que pasara este episodio el nos regresaría para que termináramos la misión que teníamos cada una encomendada en la Tierra, desde el primer día que nos trajeron aquí, el señor nos dijo a cada una de nosotras---“Muchacha a ti te lo digo, levántate”--- y nos levantamos como si estuviéramos dormidas, no había heridas, ni hinchazones pero si recordamos lo que nos paso, el crimen fue un suceso dice el señor que debe interpretarse como una narración de donde se desprende una enseñanza moral, es decir como si se tratara de una parábola, desde que nos mataron, nuestros fantasmas han estado junto a ellos, junto a los asesinos, a quienes no hemos dejado de perseguir; ellos mismos se entregaron a las autoridades y confesaron la historia detallada hasta su consumación; y como judas ellos se han venido sacrificando y otros los han aniquilado dentro del penal”. ___Estos hechos ya se difundieron y causaron asombro y consternación en el mundo porque nunca la humanidad había sido testigo, de que unos muertos resucitaran y que su muerte estuviera documentada por autoridades especializadas y con fe pública, hasta la fecha la delincuencia desde hace 5 años que cometió la masacre y que el señor resucito a las víctimas, el crimen ha venido disminuyendo, no se sabe las causas ni tampoco manifestación alguna de los autores de los actos delictivos que sostiene el país como un negocio, a una casta que proféticamente el señor de la luz dijo: “Esta orgía de libertinaje, se acabó”.