Opinión

ABREVANDO

José Antonio Lavín Reyna

 

La reforma hacia el colapso.

 

De todas las reformas que el Gobierno Federal ha presentado al Poder Legislativo la más peligrosa resulta la fiscal porque de acuerdo a su naturaleza contiene el esquema financiero que se pretende imponer al país entero en los próximos treinta años, Es, por así decirlo, nuestro plan de sobrevivencia como nación.

 

Un plan de vida debe abarcar básicamente dos aspectos, por un lado los ingresos y por el otro los gastos y lo cierto es que solamente dos cosas nos son gratis en este mundo, el sol y el cariño de nuestra mamá. Todo lo demás debemos pagarlo de una manera o de otra.

Se habla de que la reforma tiene un hermoso sentido social y eso seduce a los partidos de izquierda. La jubilación universal a los sesenta y cinco años, el seguro de gastos médicos totales y universales, el seguro de desempleo, el abatimiento con pretensiones de general de la economía informal que muchos interpretarán como la supresión del desempleo pero, ¿quién va a pagar todo eso?

 

Abraham Lincoln nos dice: “Nada hay que un gobierno pueda dar a un pueblo que no le haya quitado previamente” y eso nos lleva a la cruda realidad; ¡nosotros pagaremos todo! El gobierno de donde si no lo extrae previamente de nuestros bolsillos.

 

La supresión de IDE es un golpe político que enmascara muchas cosas. Para comenzar ese impuesto jamás debió haberse aprobado pues grabar con el 2 por ciento todos los depósitos de dinero es algo que, además de quitar liquidez a todas la empresas, provocó una parálisis de recursos económicos y una fuga de capitales hacia cuentas extranjeras que frenó el desarrollo de la nación. Por eso se aplaude tanto. Pero se incrementa la tasa del ISR lo cual nos coloca como uno de los países que aplica los más altos índices impositivos a cambio de darnos los peores servicios públicos del mundo.

 

Por su parte la aplicación generalizada del IVA en todo el territorio nacional con un índice del 16 por ciento dejó a los empresarios de la franja fronteriza norte fuera de competencia con sus congéneres de los Estados Unidos lo cual es un severo golpe a la operatividad de nuestra economía que puede llevar a muchas empresas al colapso inmediato con la consiguiente erosión de empleos y de riqueza social.

 

Se gravará con el IVA técnicamente todo, menos medicinas y alimentos pero este impuesto que de suyo opera en cascada se convertirá en una avalancha primero y en una sangría de proporciones glaciares que todo lo arrastrará pues al comprar una casa tendrá que pagarse adicionalmente el 16 por ciento de su valor y así sucederá con todo y cuando se habla de todo estamos aplicando el término en su acepción gramatical exacta, todo significa todo de todo.

 

Eso inhibirá la actividad de las empresas de la construcción, a todas las industrias de lo que sea, a todas las actividades mercantiles de lo que sea y a toda la actividad de la nación.

 

Aplicar todos estos impuestos y administrar todos estos fondos que teóricamente se conformarán, ocupará un ejército descomunal de empleados de gobierno que en nada se compararán con el obeso aparato gubernamental que ya tenemos y mantenemos; habrá inspectores de todo y para todo y sus sueldos serán pagados seguramente con emisión de papel moneda sin respaldo alguno lo cual producirá un efecto inflacionario sin precedentes en la vida nacional.

 

De ahí al colapso sólo habrá un suspiro que nos hará llorar y suspirar por el retorno de Antonio López de Santana con todo y sus gabelas a los perros y a las puertas y ventanas.

Creo que los legisladores debieran analizar muy bien esa reforma fiscal aunque de antemano sabemos será aprobada sin el más mínimo escrutinio y pronto México se verá envuelto en una crisis económica similar a la que sufren algunos países de Europa como Grecia, España, Italia etcétera, sólo que más grave pues con el proyecto se exacerban los ingresos públicos al grado de lo imposible y se disparan los gastos al grado de lo incomprensible y ya sabemos que los ingresos siempre son inseguros pero los gastos son firmes.

 

Algo Más…

 

En Iguala, existen algunos deschavetados que de manera torpe pretenden que el gobierno federal incluya a Iguala dentro de los municipios afectados, cuando, salvo algunas palapas de Tuxpan a las cuales les llegó el agua y algunas cuatro o cinco casas de colonias irregulares se aventaron la puntada de pedir 103 millones de pesos por daños. Vaya tipejos que sólo sirven para avalar las tropelías del primer regidor, o sea el presidente municipal.

 

Que mal nos vemos cuando le lanzamos loas a un alcalde, el cual se convierte en el ser omnipotente, todopoderoso y cree que por pavimentar calles con recursos federales, va a transformar una ciudad, un municipio. Ingenuos aquellos que se enojan si alguien se atreve a señalar los defectos del alcalde en turno.

 

Acaso ha oído que algún medio señale la pésima calidad del bacheo. Hace mes y medio frente al cuartel de fuerzas especiales se bacheó. Dese una vuelta, ya sólo queda arena y piedras sueltas. Hace un año bacheó Guerrero, Zapata y ahora lo vuelve hacer, porque ese es el negocio: bachear, con material donado, cobrarlo y recuperar el dinero de la campaña.

 

Vaya, todos los sueldos de los policías, del alumbrado público, es pagado con recursos del ramo de Seguridad Pública transferido por el gobierno federal.

 

Esperemos que se legisle para que los presidentes no gasten dinero en promover lo que no hacen con dinero del municipio, pero eso sí, se pavonean como si fueran unos auténticos promotores de algo que les llega por otros lados.

 

En cuanto al alza de los impuestos, también en Iguala, se dieron gusto y como total, solo es cuestión de levantar el dedo, apruébese lo que se tenga que aprobar, ya que servirá para seguir pagando salarios y prebendas ostentosas.

 

XXXVII.- Tovar a la cárcel no llegará. José Luis Abarca, ni siquiera será tocado por el pétalo de la justicia en el caso de los 20 parientes que cobran en la nómina municipal.

 

Tenemos información en www.igualalaneta.com, visitela.