Opinión

Tribuna Pública

Francisco Javier Copeño Castro

 

El asunto de la escuelita en el Ayuntamiento con el cierre de las puertas de acceso para rendirle homenaje a nuestro lábaro patrio aunque no es bien visto por los trabajadores, si le parece adecuado a la ciudadanía; obviamente al ver a toda la gente que llega tarde en los medios de comunicación y en las redes sociales balconean a todos los “flojos” y hasta se mofan de ellos; algunos argumentan “es que llegue exactamente a las nueve y ya estaba cerrado”. Primero: En efecto a las nueve ya está cerrado, porque se supone que a las nueve ya todos deben estar en el acto y no llegar a esa hora para acudir. Algunas personas dicen que no existe una obligación para estar en dichos honores, porque es un acto cívico que nada tiene que ver con lo laboral, pero si ese fuera el caso, lo cierto es que con dicha acción se demuestra que la hora de atención al público que acude a realizar algún trámite al palacio no empieza a las nueve. Segundo: Aunque ese mal siempre ha existido, también es hora de que eso empiece a cambiar. Lo hemos dicho siempre, la gente acude a realizar sus trámites el palacio a las nueve de la mañana, pero son las diez y la verdad apenas están empezando a atender al contribuyente, porque lo primero que hacen, es llegar como a las nueve o nueve quince de la mañana, después ordenan su cafecito para quitarse el sueño, posteriormente comienzan a poner orden en su respectiva oficia y ya después de varios minutos empiezan a atender a la gente. Preguntamos… ¿Eso se vale? La verdad no, pero son costumbres que se han arraigado por mucho tiempo, la gente merece respeto y atención como debe ser y a a hora estipulada. Muchos a la hora de entrada llegan unos minutos tarde, pero a la hora de la salida, ahí sí están checando la hora y no pueden atender, atender después de pasada la hora ni cinco minutos más. Luego entonces no es justo que lleguen tarde y no cumplan, pero si exigen que salgan a la hora marcada. Aclaramos por aquello de que luego algunas personas se enchalecan lo dicho o escrito, no son todos; hay honrosas excepciones, pero seamos realistas, la gran mayoría están entre los primeros. Y ya que hablamos de empleados del ayuntamiento en este gobierno municipal, la verdad nos parece algo sospechoso que los funcionarios y ediles del actual gobierno municipal, hagan declaraciones a los medios de comunicación en el sentido de que tanto a los comerciantes del mercado municipal les aseguren que les quitarán al ambulantaje interno y que invade escaleras, pasillos, entradas y salidas del inmueble porque los van a colocar en la ya famosa “Rampa”, y a los ambulantes de la calle, también les digan lo mismo, porque hasta donde se sabe, existen alrededor de 200 ambulantes internos del mercado y otros tantos de la calle. Siendo realistas, en el espacio conocido como “La Rampa” no saldrán tantos locales, luego entonces… ¿A qué están apostándole las autoridades? ¿Será que la estrategia de decir constantemente que no se dejará a nadie en la calle es con la finalidad de aumentar el costo de los espacios? ¿Estarán engañando a los locatarios establecidos y ambulantes de las calles? La verdad todo esto está muy canijo muy extraño. Por cierto, hablando de cosas extrañas, la actitud del director de reglamentos ingeniero Rafael Salgado Velázquez nos saca de onda, como dicen los chavos; porque él siempre es atento, educado, flexible y respetuoso, pero algo le está pasando porque como que ha cambiado de actitud con las personas, -o solo será con algunas- quién sabe, lo cierto es que hoy se ve más serio y dice que todo es como está escrito, algo que dista mucho de lo que era antes, la verdad algo está pasando o ya pasó, para que haya cambiado de actitud. Esperemos que no sea nada grave lo que le pase y si existe alguna cuestión por la cual ha cambiado, ojalá que se le pase pronto, porque queremos ver al ingeniero de siempre, no al que es hoy. Tome Dalay ingeniero los corajes y revanchas hacen mal. ¿Será que todo es por lo que ha pasado con su yerno? No lo creemos, pero en fin… Él sabe su cuento. Y para terminar nuestros comentarios de hoy, ayer hubo reunión en la administración del mercado municipal entre transportistas de las rutas foráneas que se colocan en el estacionamiento lateral del mercado afuera de la Nave de Ropa y Calzado, y el encargado de la administración, pero resulta que estaban en eso, cuando llegaron los comerciantes del pasillo de Altamirano a protestar porque han sobrepasado el límite de cajones de estacionamiento para combis y no están de acuerdo, tanto así que finalmente firmaron una minuta donde se turnará el caso hasta la comisión de ediles para que sean ellos quienes resuelvan dicho problema, lo cierto es que ese asunto ya empezó a calentarse y dicen los locatarios que mejor no le sigan, porque de lo contrario van a pedir que salgan todas las combis de ese lugar donde se encuentran, porque ellos tienen los recursos para rentar un paradero particular y si se quedan ahí que paguen estacionamiento como usuarios normales y no lo que en el fondo buscan y que es que les den en comodato el estacionamiento, algo que dicen no puede ser porque es como venderles. Total, lo mejor es que se ajusten a los límites que tenían y que era de las escaleras del pasillo de los huaraches hacía la calle de Salazar y asunto arreglado, pero eso se verá más adelante, por lo pronto las cosas están momentáneamente en suspenso. ¡Hasta la próxima y salud!