Columna

ABREVANDO

José Antonio Lavín Reyna

 

“Lo que los hombres valoran más en este mundo no son los derechos, sino los privilegios”:

 

H.L. MENCKEN

 

Moquetes

 

En el diario recorrer de las páginas de los distintos medios, es siempre gratificante leer al maestro Miguel Ángel Lino, el cual en su columna habitual analiza distintas palabras de la lengua española. En este artículo, señala, “a pesar de que en el libro “Palabras moribundas”, de Pilar García Mouton y Álex Grijelmo, está recluida la palabra moquete como desahuciada; yo creo que en México todavía mueve la patita. Porque la utilizan  cuarentones y cincuentones y, de manera habitual, los más carcamanes (me incluyo).

Por otro lado, no me preocupa en lo más mínimo que en el diccionario de la Real Academia Española se señale que moquete es “una puñada dada en el rostro, especialmente en las narices”, lo mismo que viene diciendo desde 1734, para que luego no ande presumiendo de que se está modernizando... porque hoy en día, ¿quién diantres (o diablos) dice puñada en vez de puñetazo?

En fin, dejaré con un palmo de narices a los académicos en su anquilosamiento y desmenuzaré un término que me gusta tanto como el mexicanismo trompada, que es un golpe en la cara y no sólo en la boca: trompa; que no en el hocico como el de puercos, marranos y “cochis”. Aunque hocicón es un fanfarrón más que trompudo.

 

La palabra de hoy.- Moquete.

 

En serio, moquete viene de moco y moco del latín “mucus”, materia viscosa. Por ello –de manera descriptiva-a los niños con los mocos escurriéndoles por la nariz se les calificó como mocosos. Hoy, de manera injusta, hasta cuando tienen limpias las fosas nasales, se les sigue llamando mocosos, como en un fragmento de “Charamuscas”, obra del siglo XIX de Fernández y Medina, escritor uruguayo, que a la letra dice: “Estás buscando que te limpie las narices de un moquete”.

De moquete se derivó soplamocos, palabra que a mí me parece es agresiva, pedestre y rústica. Pero al menos por la mitad de su morfología tiene historia, ya que moco surge desde hace siglos de la raíz indoeuropea “meug”, que significa resbaladizo y viscoso. Lo que es uno de esos ejemplares gelatinosos antes de secarse y cumplir con su función biológica al mantener una mucosidad humedad y gelatinosa.

Me regreso al término moquete que es más utilizado en plural, como apareció publicado en el encabezado de la siguiente noticia: “Padre e hijo se agarraron a moquetes” O, como dice el refrán gallego: “Na boda non botes foquetes, porque dispois ándese ós moquetes” / “En la boda no tires cohetes, porque después andan a los moquetes”.

Moquetiza es el descriptivo de una paliza sin necesidad de involucrar a la madre, pues cuando dos o más se moquetean las pobres madres ni se enteran. Y en realidad, cuando se golpean, se podrán romper las narices; pero no las progenitoras. Bueno, eso si uno tiene madre que cuidar y vocabulario que utilizar.

 

De mi librero.- “La cultura de la lengua”.

 

Al estar escribiendo de moquetes vino a mi memoria, Manuel Matos Moquete, doctorado en literatura en la Universidad de París, catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, miembro de la Academia Dominicana y autor del ensayo “La cultura de la lengua”, en donde sostiene que el lenguaje popular (coloquial) es un gran instrumento pedagógico que ayuda a fortalecer la identidad, la mentalidad colectiva y el hablar sin ambages.

Por ello, no hay que dejar que se mueran nuestras palabras, sobre todo las que tienen historia lingüística y arraigo popular, como moquete, moquetes, moquetearse, moquetiza y moqueteado.

 

Algo Más…

 

Difícil resultó para el Presidente Enrique Peña Nieto rendir su primer informe de gobierno, puesto que se está enfrentando a un país que dibuja negros nubarrones. Por todos lados las cosas se están complicando. De lado de la economía y del empleo hay pésimas noticias, lo mismo que desde la inseguridad y la violencia que se ha apoderado de varias ciudades y estados; pero también desde la parte social y el profundo deterioro de vida que están sufriendo millones de mexicanos. Más complicado se ve al presentar una reforma hacendaria retrógrada y altamente recaudatoria, que persigue a los mismos contribuyentes de siempre y ataca a los aliados siempre fieles del presidente, los empresarios, por vez primera, un presidente se mete con las ganancias de los ricos y sigue con la lesiva practica de ensañarse con la cautiva, clase media.

 Apenas estaba entrando a eso, cuando se le viene  el chubasco encima y un cuarto del país se le inunda, desnudando con ello, la corrupción, mal de los tres niveles de gobierno, que a través de prácticas tramposas y lesivas permiten que se realicen obras con pésima calidad, a costos elevados y que al paso de un corto plazo se desmoronan, como la credibilidad de la que las construyeron.

En otros términos, se ha perdido de vista que, se quiera o no, los partidos, los gobiernos, el poder legislativo, el poder judicial, etc., se ha convertido para amplias franjas de la población en poderes con baja legitimidad, lo que ha incrementado el malestar contra las instituciones, contra los órganos y los procesos electorales, los funcionarios de gobierno, etcétera.

Para impulsar las grandes reformas que el país requiere se necesita restablecer la confianza entre el gobierno y la sociedad. Probablemente eso es lo que esperaban los electores que votaron para que el PRI regresara a la presidencia. Es falso, como sostiene una minoría de voces, que lo que se necesita es la mano dura, la  imposición de la ley por la fuerza, la exclusión de la masa desarrapada que no tiene ninguna representación.

Hoy lo que está en juego es precisamente si el PRI que regresó a Los Pinos sabe gobernar de otra forma, o volverá a repetir sus viejos esquemas en aras de una supuesta modernización.

XXXVII.- El tiempo sigue pasando, pese a que ya volvió a realizar cambios en su gabinete, los familiares siguen tan firmes, que nada los hace tambalear. Asimismo, sigue bacheando, con esa porquería, que no aguanta tres lluvias.

Por cierto, en todas las escuelas de la Avenida del Estudiante, se siguen vendiendo los refrescos y los alimentos chatarras. Y las autoridades, qué?

 

Lo espero en www.igualalaneta.com., visite la página.