ARTÍCULO

Indígenas de pelo rubio

y ojos claros en Zitlala

 

Laura Sánchez Granados

 

El 5 de mayo de 1862 se festeja en nuestro país la Batalla de Puebla. De acuerdo a la información histórica se enfrentó el ejército mexicano y soldados del Segundo Imperio Francés, entre 1962 y 1851. Guerrero participó activamente en la defensa de la soberanía nacional, pero este artículo no es para platicarles lo que tal vez muchos sepan más que yo.

La mezcla de razas es el tema. Durante la intervención francesa y al ser derrotados, muchos soldados de esa nacionalidad huyeron hacia distintos lugares. Muchos llegaron al estado de Guerrero por el lado de donde hoy se encuentra el municipio de Zitlala, y fue ahí donde encontré parte de esta historia.

Una abuela y una madre indígena que acudieron a un evento oficial del Gobierno de Guerrero se encontraban sentadas escuchando el discurso de los ponentes, que por cierto la mayoría de los invitados no entendió porque no hablan ni entienden el español.

 Pero lo que llamó la atención del personal de diferentes dependencias fueron dos pequeñitos rubios de ojos claros que se comunicaban entre ellos y con su madre y abuela en náhuatl y algo de español.

Su madre, una mujer oriunda de Zitlala igual que sus antepasados, dijo que su bis abuelo también fue rubio y de ojos claros, pero que sus hijos y sus demás descendientes todos fueron morenos. La madre de los dos hermosos indígenas rubios es también morena igual que sus hermanos y sus padres, la comunicación con ella fue difícil porque hablaba muy poco el español y su madre, quien posiblemente supiera más de sus antecesores, sólo hablaba el náhuatl.

Ella no recuerda ninguna otra historia familiar en donde uno de los integrantes haya tenido los rasgos extranjeros.

Esto me hizo pensar que la batalla de Puebla no terminó en una derrota y la huida de varios soldados. Su sangre quedó también de manera permanente en esta zona indígena de Guerrero en donde después de varias generaciones, nacen niños rubios y de ojos muy claros.