Opinión

“INSTITUTO NACIONAL DE MIGRACION”

Carmelo Corripio Pineda “El Buho”    

 

           Nueva imagen Un ciudadano catedrático de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) presentó su queja ante Derechos Humanos el día 21 de Marzo del año 2011. El contenido de sus apuntes expresa: __Como la mayor parte de las instituciones, el Instituto Nacional de Migración es de lo peor. Recientemente comprobé la manera ilegal en que se dirigen, los abusos que cometen, literalmente se sienten dueños del ingreso y salida del país de personas, sean nacionales o extranjeras. Denuncié a una abyecta funcionaria de nombre Verónica  García, quien decía ostentar el cargo de Delegada de Migración, en la terminal 2 del Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México. No obstante, en el Instituto Nacional de Migración a mi queja solo le dieron “largas”, puros cuentos. En un principio me citaron en las oficinas de la calle de Homero 1832 para ampliar mi denuncia, donde por cierto, también estaba implicado un nefasto policía federal de nombre José Hernández N. 

clip_image002            Me aseveraron se actuaria contra el agente y la mala empleada del Instituto Nacional de Migración; Reconozco, caí en el garlito; Ofrecí como prueba los videos de las cámaras del Aeropuerto,   por medio de los cuales se podía comprobar los agravios de que fuimos objetos mi familia y yo (decía el quejoso), entre otras cuando el referido policía me arrebato y robo datos valiosos que llevaba en unos documentos ello al sacarlos para tratar de tomar su nombre.   Sin embargo, en el Instituto Nacional de Migración argumentaron que el día de los acontecimientos, no servían las cámaras, ¡qué casualidad!; Después me preguntaron si yo había filmado lo ocurrido, ¡vaya descaro!, en esa zona ESTA PROHIBIDO hasta el uso de teléfonos celulares, de haberlo hecho, seguramente me habrían detenido y acusado de terrorista. Insisto, en el Instituto Nacional de Migración me hicieron perder el tiempo, fui vilmente engañado, creí en esta institución y en sus funcionarios; inclusive, lleve a mi esposa e hijo mayores de edad como testigos, estuvimos desde las diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde, para que al final me dijeron que no había pruebas, por lo tanto e invariablemente mi asunto se fue directamente al cesto de la basura. Resulta realmente afrentoso, ver como protegieron a la ominosa Verónica García, ignoro las razones, pero es obvio que su labor como administradora de migración, en la terminal aérea más importante de nuestra patria, es de una incompetencia absoluta y de mala fe.

            Mi opinión negativa sobre el Instituto Nacional de Migración no es solo personal, se sabe de todas las cosas grises que ahí se dan; En fechas recientes se conoció que han aumentado de forma considerable las quejas contra dicho organismo, en un 70%, concretamente, provenientes de migrantes que padecen todo tipo de vejaciones especialmente en las estaciones migratorias. En efecto he vivido en carne propia los malos tratos, violaciones a los derechos más intrínsecos del ser humano, amén de la rapiña que sufren extranjeros que se hallan detenidos por su “ilegal presencia en México”; Solo pienso, si a mí como mexicano, como maestro universitario, el personal de migración hurta mis pertenencias, ¿Qué puede esperar una persona de otras latitudes que caen en la garras de tan ímprobos sujetos que dirigen una Institución clave para los derechos humanos? Por cierto sobre este tipo de arbitrariedades la inoperante Comisión Nacional de los Derechos Humanos al presentar mi queja contesto: “Que le preocupan”, pero claro nada hace. Sin duda, las estaciones migratorias son peor que cárceles donde se extralimitan, roban y niegan aun el derecho más fundamental a los inmigrantes que por desgracia se encuentran sujetos a esa jurisdicción; Obviamente, todo derivado de la corrupción imperante en México. Ante los hechos el titula del Instituto Nacional de Migración en aquel entonces Salvador Beltrán del Rio mostro su incapacidad y otras deficiencias de su personalidad ocupando un puesto para el que no está preparado, desde luego esa situación no importa en Gobiernos que favorecen la incompetencia y que solo son guiados por la sumisión del subalterno.       

 

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