Opinión

“LA DROGA LA VENDIA EL GOBIERNO”

Carmelo Corripio Pineda “El Buho”

            No plagio los estudios del Lic. Eduardo López Betancourt acerca de las drogas. Reproduzco íntegras sus investigaciones, que en una síntesis que se antoja como una obra maestra, nos valora el camino que debemos adoptar para enfrentar esta amenaza apocalíptica y que el estado mexicano incorpora a la Ley. Y la misma Ley lo autoriza para la venta, a las personas que fueron consideradas como enfermas, y no como delincuentes como se les tiene calificado en el compendio normativo actual y dice:

            En México, la tan traída y llevada “lucha contra las drogas”, ha propiciado en lo que va del presente sexenio más de sesenta mil muertes, entre ellas si bien es cierto, muchas son de individuos implicados en el tráfico y comercialización ilegal de alcaloides, como los denominados sicarios, y otro tanto de su contraparte, soldados y policías, también es innegable que infinidad de gente inocente, inclusive niños, han sido víctimas del arrebato que se vive en suelo azteca, algo sin precedente en el país y por supuesto en el mundo. 

            Lo real, es que la adicción por los estupefacientes sigue en aumento, la “guerra” de quien reside en Los Pinos, sólo ha producido inseguridad, angustia, horror, zozobra y desesperanza; lamentablemente, todo indica que esa loca e infructuosa carrera contra el crimen seguirá adelante, de manera incontrolable.

            Es obvio que en el tema de los psicotrópicos, la única solución es legalizarlos, empero dándoles un marco legal, con reglas jurídicas claras para su producción y distribución; tarde o temprano, al igual que con el alcohol y el tabaco, existirían leyes para la siembra y elaboración de psicotrópicos, así como una venta adecuada y ordenada. No obstante, bien sabemos, poderosos intereses se oponen a su legalización, debido a las inmersas ganancias que dejan los alucinógenos, evidentemente la razón más corrupta en este drama.   

            Lo expuesto no fue siempre así, en algún momento en nuestra República, el consumo se entendió como un problema de salud, mucho más que un tópico de orden policiaco o militar.

            El 17 de febrero de 1940, el entonces Presidente de la República, General Lázaro Cárdenas del Rio, con sus principales colaboradores, publico en el Diario Oficial el REGLAMENTO FEDERAL DE TOXICOMONIAS, donde es muy importante repetir el Considerando que a la letra señala:

…Que la practica ha demostrado que la denuncia [de la “toxicomanía” y el “trafico de drogas enervantes”] solo se contrae a un pequeño número de viciosos y a los traficantes en corta escala, quienes por carecer de suficientes recursos no logran asegurar su impunidad;

Que la presunción de los viciosos que se hace conforme al reglamento de 1931 es contraria al concepto de justicia que actualmente priva, toda vez que debe conceptuarse al vicioso mas como enfermo al que hay que atender y curar, que como verdadero delincuente que debe sufrir una pena;

Que por falta de recursos económicos del Estado, no ha sido posible hasta la fecha seguir procedimientos curativos adecuados con todos los toxicómanos, ya que no ha sido factible establecer el suficiente número de hospitales que se requiere para su tratamiento;

Que el único resultado obtenido con la aplicación del referido reglamento de 1931, ha sido el del encarecimiento excesivo de las drogas y hacer que por esa circunstancia obtengan grandes provechos los traficantes…   

 

            Como puede observarse, las mismas razones que hay que combatir la droga se mantenía hace 71 años, pero la lúcida decisión se expuso en el Artículo 8, Fracción B del propio reglamento, precisándose lo siguiente:

            Artículo 8: Sera función de los dispensarios:

b).- Despachar substancias narcóticas cuando estas hayan sido prescritas en el formulario eludido en el inciso b) del artículo 3, y mediante pago de su importe.

Nótese, la venta de enervantes la realizaba el estado, previa comprobación de que el adquiriente fuera un enfermero. ESA FUE UNA MEDIDA INTELIGENTE, DIGNA DE ECONMIO Y DE SIGNIFICATIVO PRECEDENTE EN EL ORBE.

            Desafortunadamente, pocos meses después, el 3 de julio de 1940, se SUSPENDIO tan sustancial renglón, pero queda en mayor antecedente, con todo el aplauso a favor del General Lázaro Cárdenas del Río, así México tiene el privilegio de hace 71 años de haber legalizado el negocio de los estupefacientes, por cierto, con gran éxito, ya que no existía el dinero sucio, los arreglos corruptos, ni las transacciones en lo obscurito, donde los únicos beneficiados son los hombres del poder público y su ingente caterva de cómplices.