Opinión Abrevando

ABREVANDO

José Antonio Lavín Reyna

Es bueno el cilantro…

 

Las reflexiones políticas contenidas en el semanario Desde La Fe, publicado por la Iglesia Católica del domingo 28 de octubre del 2012 se consignan interesantes ideas que flotan en nuestro ambiente nacional a raíz de las reelecciones de varios líderes sindicales entre las que destacan la de la maestra Elba Esther Gordillo y Carlos Romero Deschamps en las cúpulas del SNTE y de petroleros, por citar a los más relevantes en representación de todos.

 

Dice ese criterio editorial: “La Iglesia católica lamentó que los sindicatos mexicanos no gocen de buena fama, pues gran parte de la sociedad siente desconfianza de los grupos gremiales y consideran que su actuar es corrupto, poco honesto y carente de solidaridad con los trabajadores. En el texto titulado “Sindicalistas, un llamado a su origen”, se afirma que a los sindicatos se les ve como fuerzas políticas que se venden al mejor postor y que han sido secuestrados por líderes inmorales que han logrado eternizarse y generar formas de poder contrarias a la naturaleza de los gremios”. El señalamiento no puede ser más exacto pues antes de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto se dan estos entronizamientos que si bien tienen lecturas diferentes en cuanto a su relación con el gobierno electo, en realidad siguen un mismo destino: la preservación de sus cotos de poder.

 

Para nadie es un secreto que al llegar a la silla presidencial el nuevo mandatario se encuentra en su nivel más bajo de poder, el cual va creciendo hasta llegar a su máximo nivel momentos antes del destape de su sucesor lo que ocurre alrededor del quinto año de gobierno. En consecuencia, a un mes de la asunción al poder, es natural que nos encontremos con un Enrique Peña nieto débil, sin el control de todos los hilos que mueven las fuerzas políticas de este país, pero eso no durará mucho tiempo y me refiero con más claridad a la posición de Elba Esther Gordillo, que aunque asume el madruguete no tiene empacho en prometerle al nuevo presidente su disposición de estar “a sus órdenes para lo que guste usted mandar, usted nada más ordene” contra un Carlos Romero Deschamps que en su posición consensuada por el nuevo mandatario ocupa el liderazgo de una de las Cámaras del Poder Legislativo. La maestra sí está en la posición de ocupar a tres años el papel de un segundo “quinazo” por haberse desempeñado durante estos últimos doce años como un baluarte de la oposición contra el PRI, más no así Romero Deschamps que siempre permaneció leal al partido tricolor y no cometió el error de financiar las campañas del PRD lo cual sí hizo “La Quina” al patrocinar con dineros del sindicato petrolero la aventura de Cuauhtémoc Cárdenas. Ahí va a estar la gran diferencia. Como quiera que sea, a Enrique Peña Nieto no le conviene enfrentar a su llegada a los líderes de los sindicatos porque necesita de su ayuda para controlar y concentrar en sus manos las riendas del poder. Sin embargo, el movimiento sindicalista de México tiene sus principales objeciones en el hecho de que sus conductas no han sido del todo acordes a su naturaleza y sólo han servido para su beneficio personal soltando algunas migajas entre sus cuadros directivos pero nunca en beneficio de sus agremiados. Tan sólo han realizado el papel de pastores amansadores de la borregada.

 

“La Arquidiócesis dijo que no son aceptables ni los contratos de protección ni la creación de sindicatos charros, como tampoco es aceptable permitir que haya prácticas de seudosindicatos que emplazan a huelgas con actitudes de cerrazón, sin propuestas realistas y con la falsa intención de proteger al trabajador. También criticó la falta de sensibilidad social por parte de la clase patronal y la explotación”.

 

Lo cual es cierto pues el sindicalismo mexicano ha desvirtuado y aun desnaturalizado la existencia de los sindicatos, su razón de ser. Pero este defecto lo podemos encontrar en casi todas las organizaciones que forman nuestro sistema político y nuestro ser nacional, incluida la Iglesia. Como se ve, el país no ha cambiado y Enrique Peña Nieto tendrá que adaptarse a las circunstancias que le presenta la realidad y desde ahí coordinar la recuperación de México. No se puede aspirar a quitarle las uñas a todos estos organismos políticos, pero al menos sí a que las traigan más cortas La corrupción es inevitable, pero no tanta, bien lo dice esa vieja conseja popular: “Es bueno el cilantro pero no tanto”.

 

Algo más…

 

Así como la Iglesia Católica declara inaceptable las reelecciones de los líderes gremiales, sería bueno analizar en ese mismo contexto, el de los parientes trabajando en el gobierno, se acuso de ello a Tovar, a Heladio Aguirre, pero el que se las gano y de calle, es José Luis Abarca, puesto que tiene, además del tío Rafael Salgado Velázquez, a la hija del mismo personaje como contadora en CAPAMI, al yerno de este mismo personaje como Administrador del Mercado Municipal, a su cuñada Lucero en el DIF, al yerno de ésta, extranjero por cierto, lo tiene como Jefe de Recursos Humanos, a dos miembros de la familia Wences Velázquez los coloco también en el DIF, a su primo Garduño Velázquez en la reparación de las unidades motrices y tiene el alcalde a su hermano Javier como apoyo general y de lo que nadie habla, es de la FERIA de las FERIAS, donde el buen RaToTa, se hincho de dinero, ahí coloco a su cuñado Cirilo Lara, de verdad que bonita familia, y como dijera Raúl Velasco, Aun Hay Más.

 

Es bueno el abuso pero no el encaje, y por supuesto de esto no se comenta nada, después les daremos datos de otros parientes y empleados en nómina, y de otras familias que durante estos tres años comerán con manteca. Lo invito que nos lea en www.igualalaneta.com.