Columna

ABREVANDO

José Antonio Lavín Reyna

Prevalece corrupción en Policía y Tránsito.

Tras cinco años consecutivos de acciones encaminadas a la formación de mejores agentes, los cuerpos de seguridad no han logrado recobrar la confianza de los residentes del país, cuando se valora su accionar, generalmente se considera que la primera causa de inseguridad en la el país y en cada localidad es la corrupción de la Policía y Tránsito.

Así se establece en las más reciente Encuestas de Percepción Ciudadana sobre Inseguridad,  donde la perversión de las autoridades supera incluso al narcotráfico como causa de la criminalidad en la localidad.

“Se han logrado reformas importantes en materia de seguridad, pero hay grandes males que aún se deben combatir, como es la corrupción y en la medida que podamos erradicarla se tendrán mejores resultados”, dicen varias organizaciones de Derechos Humanos.

Y es que pese a los señalamientos de que la seguridad ha mejorado en las calles, los ciudadanos desconfían del desempeño de las corporaciones policiacas.

Este panorama quedó expuesto en una encuesta levantada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en el estado, sobre victimización y percepción sobre seguridad pública —denominada ENVIPE—.

El estudio muestra que la mayoría de los consultados externan una gran desconfianza hacia las policías, municipal, estatal, así como de los ministerios públicos locales y federales.

El 78.9 por ciento de los más de 2 millones de personas consultadas en la entidad considera a Tránsito la corporación más corrupta, seguida de la Policía Municipal y de la Federal.

Además su desempeño es calificado por la mayoría como poco efectivo. Los cuerpos mejor ubicados en cuanto a su servicio son la Marina y el Ejército y de las autoridades civiles la policía ministerial, aunque su calificación es muy baja ante la de los militares.

Esa situación de las corporaciones locales se registra pese a que en los últimos cinco años se ha ejercido una inversión histórica en su saneamiento.

En Guerrero se estima que pese a los cientos de miles de pesos ejercidos en la limpia de las corporaciones de las policías Municipales y Tránsito, de donde unos  300 agentes han sido dado de baja del 2008 a la fecha, de acuerdo a reportes periodísticos elaborados con datos oficiales.

Aún así ambas instituciones son las que tiene la peor imagen ante la ciudadanía, quienes consideran que ahí están los agentes más corruptos.

En su defensa, los coordinadores de los Consejos de Seguridad , salen en su defensa al declarar “La visión de que una institución es corrupta, sale de sociedad que practica la corrupción”, los cuales agregan, que se han hecho esfuerzos por sanear policías, pero se debe analizar hasta dónde la ciudadanía también es corresponsable de esa perversión.

Para el criminólogo Oscar Máynez el reto de combatir la corrupción y cambiar la imagen de los policías es enorme, sobre todo ante constantes casos de abusos.

Señaló que hay mecanismos para tener una policía confiable, como seguir un proceso de selección, otorgar capacitación adecuada, monitorear el desempeño, otorgar mejor remuneración y sancionar mala actuación. Desgraciadamente parece que esos pasos no se están dando, afirmó.

En Guerrero y en Iguala, nunca nos han señalado el porcentaje de los elementos de las corporaciones  que están corrompidos, en mayor o menor medida.

Por ello, se desconoce del total de elementos policiacos que fueron despedidos a partir del año 2009 porque reprobaron las evaluaciones de control de confianza aplicadas por la Federación, desertaron, renunciaron o se jubilaron, y otros fueron asesinados.

Sin embargo, la ciudadanía desconoce si la limpia no se concretó. De hecho, a unas semanas de haber asumido la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Felipe Flores Velázquez, no ha informado  si ya aplico la depuración en sus agentes.

En la encuesta ENVIPE del INEGI la Policía es la que encabeza la lista de las instituciones a las que se le tiene más desconfianza. Sólo el 19.5 por ciento de encuestados externaron que le tiene mucha y algo de confianza a esa institución.

Los mejor posesionados en el grado de confianza son las iglesias, vecinos y universidades.

Algo Más…

En nuestra ciudad, es un hecho que la corrupción está demasiada arraigada. El único problema es la falta de denuncia; los ciudadanos no tenemos el valor de denunciar los constantes y múltiples abusos cometidos por las policías municipal y ministerial en los ilegales retenes colocados en cualquier sitio, desde donde se aplica una constante humillación y vejación de los elementales derechos humanos, desde obligar a identificarse,  a ser víctima de abuso al ser revisado corporalmente, a comprobar la propiedad del vehículo, a señalar de donde va y a donde viene, resultando de ello, el pedir el cohecho, de no darlo, a ser golpeado y abandonado en lugares remotos.

En Tránsito es peor el sistema: cualquier carro de carga que entra en la ciudad, es objeto del chantaje, al indicarles que no pueden circular por las rúas de la ciudad. OJO, no existe ningún anuncio que lo prohíba, en ninguna de las cuatro entradas, ni uno solo que indique por donde sí y por donde no; sin embargo, deben de pagar la cuota respectiva.

Como el jefe se levanta tarde y se encierra en su oficina, no se da cuenta que desde las siete de la mañana sus elementos ya sacaron para el almuerzo por la extorsión a camioneros, de 200 a 300 pesos cada uno.

A la fecha no existe un plan que  sectorice el accionar de las policías. La actualización policial, la capacitación de grupos especiales así como remodelar las casetas policiacas, menos la intención de acabar con el cohecho al mandar a colocar mantas en los cuatro puntos cardinales, donde se indique a  los camioneros, que respetando las conductas de Tránsito, no pueden ser objetos de extorsión y dar un número telefónico para denunciar  la extorsión.

No, eso no ocurre, más sin embargo, José Luis Abarca ya los premió y los mandó a seguir extorsionando. Vaya alcalde, el cual por cierto, tiene a su servicio personal, una patrulla

-nuevecita- con seis elementos para su cuidado. Vaya, ni Tovar lo hacía. De ese tamaño es su miedo. 

Lo esperamos en www.igualalaneta.com., visite nuestra página.