Opinión

COMENTARIOS CITADINOS

Alfonso Beltrán Mora

 

* Los servicios de salud, de mal en peor.

* Las fuentes danzarinas, atractivo de propios y extraños.

* El anuncio de reducir la nómina debe cumplirse.

* Ganado suelto, dolor permanente de Desarrollo Rural.

* La Dirección de Tránsito, reto para Edelmiro Castro.

 

Otra vez con ustedes carísimos lectores, para comentarles que, los servicios que prestan las dependencias pertenecientes a la Secretaría de Salud Guerrero, después de ser malos, ahora pasan a ser pésimos. Al mal servicio ahora se le suma la falta de implementos para análisis clínicos. Anteriormente se tenía que madrugar para hacer cola, sacar ficha y pagar; a últimas fechas a los pacientes que requieren de análisis de laboratorio en química sanguínea tienen que llevar su propia jeringa, además de encontrarse con la decisión de los empleados de sólo entregar diez fichas y el resto, aunque haya madrugado, se queda sin la atención. Esto sucede en el Centro de Salud “Agustín Batalla”. Esto le debe de saber el secretario de salud, Lázaro Mazón Alonso, pero no actúa, quizá porque sabe que sus días están contados en esa dependencia del gobierno de Guerrero. Reiteramos la invitación al propio gobernador, Angel Aguirre Rivero, para que compruebe lo dicho, pero eso sí, que madrugue… Las fuentes danzarinas construidas en la Plaza Cívica de las Tres Garantías por el gobernador Angel Aguirre Rivero, hoy por hoy son el atractivo principal en el corazón de Iguala. Diariamente decenas de jóvenes y niños se refrescan jugueteando entre los chorrillos de agua al compás de música selecta. La aceptación del público asistente es una cachetada con guante blanco para aquellos que en su momento criticaron la obra, principalmente los sedicentes hacedores de “cultura” y “defensores” del centro histórico de la ciudad. Las escuelas de la localidad podrían programar visitas a las fuentes para que los niños pudieran pasar un rato de sano esparcimiento y de paso echarse un chapuzón, bajo el canicular sol del valle igualteco… Se reconoce que no será fácil reducir la nómina de más de mil 800 empleados que tiene el Ayuntamiento de Iguala, pero si es interés del actual gobierno que encabeza José Luis Abarca Velázquez debe cumplirse por el bien del municipio, aunque ha trascendido que las cosas habrán de permanecer tal como están. Se sabe también que se está buscando el mecanismo apropiado para finiquitar a muchos empleados que nada hacen o mejor dicho si: cobrar puntualmente su quincena. El ahorro en el pago de empleados se verá a corto, mediano y largo plazo. Con ello, la cultura de empresario que tiene el primer edil, le dará más recursos para realizar obra pública… No obstante que existe una Ley Ganadera, la cual nunca aplicó la tristemente célebre ex regidora de desarrollo rural Amalia Román Flores y su secuaz, Irene Alvarez, el ganado vacuno, burrino y hasta perruno, continúa suelto y significando el dolor de cabeza permanente del actual titular de la dependencia, Apolinar Moreno Salgado, si antes no ordena su encierro con base en la citada Ley. Se recuerda que el ganado suelto provoca accidentes con saldos trágicos y destruye las plantas sobre el camellón del Periférico “Benito Juárez”… Edelmiro Castro Sedano, actual Director de Tránsito Municipal en Iguala, no sólo tendrá que lidiar con sus corruptos agentes de Tránsito, sino con la prepotencia de funcionarios públicos y hasta trabajadores de los medios de comunicación que aún conociendo el Reglamento en vigor no lo respetan. Si el profesor, luego comerciante y ahora funcionario público, Edelmiro Castro, aceptó el cargo para poner orden, debe hacerlo. Este es su propio reto, aunque se convierta en el funcionario incómodo de algunos regidores. De no hacerlo pasará a la historia como un timorato… Y hasta el próximo comentario, peor, atractivo, anunciado, permanente y timorato.