Opinión 3

Tribuna Pública

Francisco Javier Copeño Castro

Ya empezaron los problemas con el asunto del pago a los trabajadores del Ayuntamiento, por no pagarles a tiempo; es más, este día todavía había cierta incertidumbre en algunos porque les dijeron que hasta la una de la tarde les pagarían. Ciertamente que existe una nómina abultada de más de dos mil trabajadores, sin embargo hay ciertas cuestiones que hacen pensar que existe un doble discurso, porque por una parte se dice que existes muchos empleados y sin hacer una depuración de ellos, con la entrada de los nuevos funcionarios entraron muchas caras nuevas y con ello, se engrosó más la nómina, obviamente que el nuevo alcalde y los ediles, además de directores de área y más, llegaron y quieren a gente de su confianza, pero antes también tienen que dejar esos espacios quienes están ocupándolos y no contratar más personal. Se dice que se entrara en un programa de austeridad, pero por poner un ejemplo, en el Mercado, se puso a disposición a todo el personal y sin embargo llegó casi la misma cantidad de personal y que conste dicen los locatarios que solo se la pasan paseando por todo el mercado sin saber cuál es su función. También no es bien visto que humillen a trabajadores poniéndolos a hacer cosas para las que no fueron contratados, lo mejor sería que les leyeran la cartilla con las nuevas disposiciones y aquellas personas que no acaten como debe ser lo que se pretende en el nuevo gobierno les diga derechamente que ya no son necesarios sus servicios y que los despidan con todas las de la ley y no ponerlos a realizar actividades que no es que no puedan hacer, pero sí que no humillantes para ellos. Los líderes sindicales son buenos para cobrar sus cuotas, pero no para defender a sus agremiados, claro está que muchos hacían lo que querían y eso también es condenable, pero porque no mejor decirles que el trabajo ahora será diferente y si alguien quiere renunciar que lo haga porque ya no se permitirá las canonjías a las que estaban acostumbrados y muchos o se pondrían a trabajar o simplemente si no convenía a sus intereses renunciarían. Pero contratar más personal antes de despedir a quienes ya estaban laborando, tan solo por cumplir con compromisos de campaña, es contradictorio en cuanto a criticar el abultamiento de la nómina. En fin, a ver como termina todo este embrollo y si lograra que los “aviadores” se les castigara, sembraría un precedente para que esto no volviera a suceder en próximas administraciones, sin embargo hasta no ver no creer, porque de lengua me como un plato, pero del dicho al hecho hay mucho trecho. Por último, ahora resulta que los policías federales que detuvieron a los estudiantes de  la escuela de veterinaria de la UAG, solo dicen que los cambiaron para otro lado y asunto arreglado, cuando lo que se debería hacerse es castigarlos por haber sido desenmascarados pretendiendo inmiscuirlos en actividades ilícitas y que al final se supo que no tenían nada que ver y tuvieron que soltarlos.