Opinión 2

Tribuna Pública

Francisco Javier Copeño Castro

Es inadmisible el alcance de la ignorancia que tienen algunos elementos de Seguridad Pública, que prestan su servicio en el Mercado Municipal “Gral. Adrián Castrejón”, porque hagan lo que hagan se sienten intocables, creemos que mejor deberían llamarse de intimidación pública, porque se la pasan intimidando a personas que su único delito es pasar cerca de ellos con un celular en la mano, para que piensen que se les toman fotos; para que su reacción cavernícola salga a flote y no les importa que sean niñ@s a quien les reclaman por algo que al parecer y dado que es verdad lo señalado en la entrega anterior de que se la pasan chacoteando con muchachas de dudosa reputación, tan solo por dejarse manosear hacen lo que les dicen, piensan que con sus actitudes gorilescas van a espantar a todo mundo, cuando se sienten “amenazados” de ser tomados infraganti en lo denunciado por los mismos comerciantes y que al ver que se empieza a dar a conocer sus desmanes ver moros con tranchetes por todos lados.

¿Por qué decimos lo anterior hipotéticos lectores? Nada más y nada menos, porque el día de ayer un energúmeno que al parecer solo enfundado en el honorable uniforme de policía, puede sacar toda su frustración y coraje por lo que a lo mejor no lo dejan hacer en otra parte. Resulta que un grupito de policías del turno del día 25 de octubre,-ayer- estaba muy entretenido con unas chicas y al observar que una niña de 13 años tenía su celular en mano, de manera inmediata y lleno de furia la trató de intimidar gritándole que por qué les estaba tomando fotos. ¿Estaba haciendo algo indebido para que se pusiera así? El chiste es que la mamá salió en defensa de su hija, reclamándole al policía, al parecer de nombre José, cuya complexión general es que una persona con sobre peso, moreno pelón, que se dirige con insultos a quien no se sujeta a sus pretensiones, intimida a todo mundo con llevárselo a barandilla, cuando le dan su mochada de 20 pesos, los deja, pero cuando le tratan de dar de menos, de manera grosera les dice que se los metan por… bueno, el chiste es que ayer, tuvo que intervenir hasta el administrador porque los policías tenían rodeado el negocio de la mamá de la niña, reclamándole el que ella haya “tomado fotografías”, cuando eran sus delirios de persecución, nunca le tomaron nada; y cuando llegó el titular del mercado, y después de conocer los pormenores, el administrador Pedro Alberto Belmont Reyes, mencionó a la mamá de la niña que con toda la pena del mundo ofrecía disculpas ajenas, porque a nombre de él y del “comandante” les ofrecía nuevamente disculpas; y al “comandante” le dijo que él no tenía porque tratar de intimidar a la niña, porque para eso tenía padres y nunca bebió dirigirse con palabras altisonantes y groseras a la menor, solicitándole que se dejara de esas cosas e hiciera su trabajo como debe ser, de manera responsable y con total respeto a los comerciantes, textualmente le espetó “póngase la pilas mi comandante, cumpla de manera seria con su trabajo”. Y luego dicen que lo que decimos son cuestiones que no son ciertas, tan ciertas son que al parecer la mamá de la niña está pensando seriamente en interponer respectivas denuncias por todas las vías posibles porque el gobierno municipal que encabeza el empresario José Luis Abarca Velázquez y el Secretario de Seguridad Pública, Felipe Flores Velázquez, no pueden permitir que por un reducido grupo de policías ignorantes, tachen a sus mandato de  lo peor. Eso no lo pueden solapar. Esperaremos y comentaremos. ¡Salud!