Opinión 1

Del balcón al sótano

Eduardo Albarrán Orozco.

 

La petición de los familiares de los estudiantes de la Escuela de Veterinaria de la UAG, que fueron detenidos el pasado 13 de septiembre en Ciudad Altamirano y que recientemente fueron liberados por falta de pruebas en su contra, en el sentido de que la PGR les ofrezca una disculpa pública no solo es válida, sino necesaria para que esa dependencia no pierda la confianza de los ciudadanos en general, pero sobre todo de los jóvenes y de los estudiantes de las diversas instituciones que hay en la entidad.

También es justo y necesario que el destacamento de elementos de la PFP que está en Ciudad Altamirano y que fueron los que detuvieron a los estudiantes universitarios, no sólo se vayan de Guerrero, sino que se les finquen responsabilidades que permitan a la PGR ser una institución de impartición de justicia confiable. No hacerlo, dejaría no solo un mal sabor de boca a quienes han sido afectados por los elementos policiacos de esa corporación, sino la sensación de que la corporación actúa violentando los derechos de los ciudadanos con una total impunidad, con el pretexto de su lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada.

Es preocupante la actitud de las nuevas autoridades municipales encabezadas por José Luis Abarca. El uso de la razón de la fuerza y no de la fuerza de la razón en contra de comerciantes, sólo puede significar que la política no será lo prioritario para nuestros gobernantes y, por ende, tampoco lo será el respeto de los derechos de los ciudadanos de vivir de su trabajo honrado.

No entiendo porqué insisten en decir que los comerciantes ambulantes o semifijos afean las calles de Iguala. También lo hacen los establecidos. Pero el problema no es un asunto de estética, sino socioeconómico.

Insisten en que Iguala es una ciudad turística, cuando la vocación de nuestra ciudad es el comercio. El alcalde y los dos síndicos, son comerciantes. ¿Entonces?

Me extraña que personas que han tenido la oportunidad de viajar y conocer ciudades del país y del mundo (en las que también existe el comercio ambulante y semifijo. Los hay en EEUU, en Francia, en China, en Japón), quieran pretender desaparecer a estos ciudadanos que han tenido la osadía de auto emplearse para tener de qué vivir, debido a que los gobiernos no han sido capaces de generar los empleos suficientes y los empresarios tampoco lo han hecho.

El caso de Jesús Flores Quezada, “El Porky”, fue un acto de prepotencia de parte de las autoridades. Y de cinismo de quienes se dicen de izquierda y democráticos, que en su momento le pidieron al taquero su apoyo para ganar el gobierno y ahora no solo le dan la espalda, sino que afectan su patrimonio familiar.

Cuando inició el gobierno y administración de Raúl Tovar Tavera, con muchos conflictos de intereses y problemas de autoridad, dije que si algo empieza bien, puede terminar mal. Pero si algo empieza mal, termina de la fregada. Este es el riesgo de la actual administración si continúa por el camino que ha iniciado.

De entrada hay que dejar claro que ni el cabildo ni la administración pública municipal son un negocio privado de nadie y por lo tanto no se debe pretender hacerlo funcionar con criterios empresariales. Menos deberían permitirlo los que se dicen de izquierda.

Recuerden que, por el contrario, todas y todos los ediles y funcionarios públicos son nuestros empleados, están para atendernos a nosotros. Por la simple razón que somos quienes les pagamos. Señores, en sus negocios hagan lo que quieran, pero no en lo público.

Del sótano.

El trato que se les ha dado a los y las trabajadoras del ayuntamiento que ingresaron con Raúl Tovar y no se han ido es degradante. No solo para quienes lo padecen, sino también para quienes lo ejecutan.

Tal parece que la actual administración no cuenta con buenos abogados que, vía legal, resuelva este conflicto laboral, antes de que se politice. 

Es necesario saber qué está haciendo la nueva administración para asegurar que a su término no deje un problema similar a quien la releve. De esto no he sabido nada. Pero estamos a tiempo.

Vamos a esperar a que se cumplan los primeros 100 días de este gobierno. Estos van a dar la pauta de cómo será durante los próximo tres años.