Opinión

ABREVANDO

José Antonio Lavín Reyna

La alimentación de los igualtecos.

La crisis económica y de inseguridad que desde hace algunos años se presenta en el Estado y que se ha alargado más de lo esperado, está modificando sustancialmente la dieta de que en él habitan, hablemos en particular de la ciudad de Iguala.

Factores internos que prevalecen en esta ciudad así como factores externos que impactan seriamente, están incidiendo en la alimentación de los habitantes de esta ciudad de una manera perjudicial y de no remediarse oportunamente tarde o temprano se verán las consecuencias.
Son dos situaciones las que se están presentando en la de Iguala en cuanto a la alimentación se refiere, y es necesario que se atienda por parte de la sociedad y de las autoridades esta delicada problemática ahora cuando aún hay tiempo de impedir que las consecuencias sean todavía más graves.

Por un lado se encuentra la extrema pobreza que actualmente se presenta y que produce una severa desnutrición en muchas familias de zonas marginadas de la ciudad, mientras que otro sector de la población está presentando altos niveles de obesidad debido ante el exceso en el consumo de calorías y a la carencia de actividades físicas para quemarlas.

La desnutrición que se observa en una parte importante de la niñez igualteca  es el resultado de la situación económica tan precaria que viven miles de familias en esta ciudad que a su vez es producto del desempleo tan alto que se viene presentando desde hace varios años (ver las esquinas de las calles para ver el exagerado número de niños y jóvenes sin estudiar ni trabajar).

La caída en picada de la economía de Iguala, desde el retiro, como único paso obligado para llegar al puerto de Acapulco y a la Tierra Caliente del Estado, así como del ramal de ferrocarril,   que origino en un principio el cierre de decenas de negocios y de algunas de las pocas empresas que operaban y posteriormente la nula creación de fuentes remuneradas.

Todo esto ha provocado que las familias igualtecas modifiquen sus hábitos alimenticios y que cada día se sigan eliminando de la lista de las compras domésticas más alimentos. Tan sólo hay que observar las canastas del mercado (casi extintas, ahora bolsas de nylon), o los carritos de los pocos supermercado para darse cuenta de que se están reduciendo las opciones alimenticias  a una muy básica lista que consiste en frijoles, pastas y tortillas. Desde hace muchos meses quedó cancelada la posibilidad de adquirir carne y el pollo cada vez se ve menos en los refrigeradores de muchas familias.

Por lo que si desde antes del alza del huevo los igualtecos ya habían modificado su dieta, ahora con el precio tan alto de este indispensable comestible se agudiza aun más el problema alimenticio de los habitantes de la ciudad.

Los índices tan altos de desnutrición en muchas mujeres en estado de gestación pueden afectar el crecimiento y la formación del producto. También la desnutrición infantil provoca que muchos niños no asimilen correctamente el conocimiento adquirido en la escuelas de la localidad, además de impedir su adecuado desarrollo intelectual y que evita que adquieran mayor estatura tanto los niños como las niñas igualtecas.

A todo esto se suma el antiguo problema que se vive en muchos centros escolares donde las tienditas o cooperativas no tienen alimentos de calidad a disposición de los alumnos, pese a las declaraciones en contrario, de las autoridades de Educación y Salud.

Por otro lado existe otra tendencia en la salud pública de los habitantes de esta ciudad cuando se detecta un número preocupante de adultos, jóvenes y niños obesos. En el caso de los niños e es preocupante porque están consumiendo demasiadas calorías en su dieta alimenticia y están provocando una generación de niños con sobrepeso.

Factores como el uso excesivo de la televisión y de la computadora con internet y el de la inseguridad han provocado que muchos niños no practiquen actividades deportivas al aire libre para que les ayude a quemar ese exceso calórico. Esta falta de ejercicio tanto en niños como en adultos, sumado a una mala alimentación, en corto tiempo puede pasar una cara factura tanto a los habitantes de esta ciudad, como al sector salud.

Se reconoce el esfuerzo que las distintas instancias de gobierno han realizado con la entrega de apoyos a las familias más necesitadas, o los estímulos a los estudiantes por medio de las becas alimenticias, pero aún falta mucho por hacer.

Y es que con la inflación que se está registrando, con los gasolinazos, con tortillas y huevos tan caros, y con los precios que se están disparando en los artículos más solicitados por las amas de casa y con un salario mínimo que da pena, es sumamente difícil que las familias igualtecas más desprotegidas se puedan alimentar de una manera más adecuada.

Durante muchos años se ha hablado de la democracia en este país, y también es mucho lo que se ha invertido para medianamente conseguirla. Sin embargo no se llegará a consolidar una verdadera democracia hasta que ésta realmente llegue a los refrigeradores y a las cocinas de todas las familias mexicanas y se refleje en una mejor alimentación para toda la población de este país. Cuando el estómago de los mexicanos en verdad se llene con alimentos que nutran, sólo ese día se podrá hablar de democracia.

Algo Más…

En la memoria tengo grabada una sentencia del ya nonagenario Luis Echeverría Álvarez cuando fue designado Luis Donaldo Colosio candidato presidencial del PRI aún cuando pocos conocían y conocieron sus verdaderos alcances:

– En México –aseguró el ex presidente– la verdadera dimensión de los hombres públicos la da el ejercicio pleno del poder. Así ha sido con todos los que hemos pasado por Los Pinos.

La anterior aseveración, ya la vimos reflejada en el locuaz y poco honesto gobierno de Raúl Tovar Tavera, el cual sumió aun más en la desgracia al Municipio. Esta situación se dio desde su inicio, en Mesa de Trabajo de televisión lo dimos a conocer, desde su robo con el arreglo del balneario del CICI, donde infló en varias decenas de miles de pesos, su costo, además de que su gobierno se vio fuertemente presionado por los Diputados Federal y plurinominal local, Esteban Albarrán y Héctor Vicario, en cuanto a sostener funcionarios corruptos y a entregar dinero a una obra que a la fecha no funciona ni funcionará: el Acuaférico. Al final, lo paganos nosotros: calles destrozadas, banquetas invadidas, un incremento en un 20% del personal en nómina.

Ahora, considero que José Luis Abarca no tiene los alcances para una dimensión de un buen presidente del Municipio. Al tiempo dejo esta aseveración.

Lo esperamos en www.igualalaneta.com. Visite nuestra página.