Opinión Sin Miramiento

SIN   MIRAMIENTO

Gerardo Lagunas  Pineda

Se ha dicho que las costumbres se hacen leyes y esto viene a colación por lo que ha expresado el alcalde próximo a tomar posesión y que entrará en funciones el lunes entrante; es decir, el 1 de Octubre, ya que oficialmente es el 29 de este mes, pero como no es día laborable, de allí que el lunes será su primer día de labores. Y hablando de labores, Abarca Velázquez ha declarado que el horario para todos los que laborarán próximamente en el Ayuntamiento serán justas las 8 horas que marca la Ley General del Trabajo, es decir, José Luis viene con la espada desenvainada y hará que el trabajador justifique con su trabajo las 8 horas que por obligación debe de realizar. Si hacemos un poco de historia, son 2 ó 3 trienios las que sus administraciones acostumbraron al trabajador a laborar tan sólo 6 horas; es decir, su entrada ha sido a las 9 de la mañana y la salida a las 3 de la tarde. Ahora bien, nadie discute que el alcalde entrante tiene toda la facultad de hacer valer su investidura y que el trabajador cumpla, sólo que aquí se puede observar lo siguiente. Al interior del Ayuntamiento existen tres representaciones sindicales: el SUSPEG, Independiente y Setaigem, los cuales allí se verá si de verdad todos ellos velan por los intereses de la base trabajadora; es decir, no se puede ir contracorriente por ser nueva administración, cuando ya el trabajador se acostumbró o lo acostumbraron, bien o mal, a laborar tan solo 6 horas. Repito, existe y le asiste toda la razón a la nueva autoridad para exigir que se cumpla con el horario que marca la ley, solo que habrá que decir que los pinchurrientos sueldos que paga el Ayuntamiento -no sus autoridades, porque no es dinero de ellos-, harán que el trabajador se pare de uñas y exija también que a ‘’mayor trabajo, mejor sueldo’’, y allí será cuando la puerca tuerza el rabo y los problemas laborales hagan acto de presencia. Y es que dependencias estatales y sobre todo federales, donde existen sindicatos fuertes, es decir, con presencia sindical, hacen valer su representación e históricamente las 8 horas han sido rebasadas para tan solo laborar cuando mucho 6 horas y media y nada más. Si no me creen, allí está el ejemplo de la Secretaría de Salud que en Guerrero la representa Lázaro Mazón, donde los trabajadores inician sus labores a las 8 de la mañana y terminan a las 2 y media de la tarde o en su defecto, cuando mucho a las tres. Aunado a que gozan de muchas canonjías tales como una hora para tomar sus ‘’sagrados alimentos’’, una hora para que la madre en periodo de lactancia salga para amamantar a su cría;  pases de salida para quienes se les pegue la gana de ausentarse de sus labores;  permisos con goce de sueldo y que son 12 días al año;  incentivo económico especial por laborar en áreas de alto riesgo como laboratorios, vectores y demás. Quinquenios por antigüedad del trabajador;  vacaciones extraordinarias por cualquier motivo; incentivo económico por años de servicio; incentivo económico mensual y trimestral para todo aquel trabajador que haya llegado puntual al trabajo, es decir, se le paga de manera especial al trabajador cuando es su obligación llegar a la hora establecida; incentivo económico cercano a los 8 mil pesos para todo aquel trabajador que no haya pedido permiso económico en todo el año y que en diciembre le llega su cheque por esa cantidad. Y que sepamos, Mazón Alonso no llegó con aires de ‘’voy a componer todo eso que afecta la vida laboral’’ de la Secretaría de Salud, sino que llegó tan solo a ver los programas de salud y aplicar sus normas. ¿Y el pobre trabajador del Ayuntamiento? Nada de ese tipo de privilegios tiene, y eso sí, lo harán trabajar como lo marca la ley! Un trabajador de equis dependencia federal gana mínimamente a la quincena sus tres mil quinientos pechines libres de polvo y paja, mientras que en el Ayuntamiento existen trabajadores que ganan mil doscientos y con descuento. Allí pues repito, se verá cual de los tres sindicatos hace valer su presencia o bien todos ellos se aglutinan para formar un solo frente y hacerle ver a la autoridad entrante si es justo exigir cuando los salarios son de miedo que no les alcanza para bien comer y medio bien vestir. Son en verdad paupérrimos salarios que lejos de reconocer la humildad de quien gobernará el municipio hará que el trabajador lo vea con total desconfianza en lugar de verlo como un verdadero alcalde humilde y generoso con los trabajadores de sueldos de miedo. Sueldos paupérrimos claro para los trabajadores de tercer y cuarto nivel, porque los de primero y segundo, son salarios que oscilan arriba de los diez mil pesos quincenales. A esos quienes devengan esas cantidades, sí que se les exija no tan solo el horario, sino calidad y garantía en su desempeño. Y quienes son esos trabajadores de las primeras categorías? Los secretarios y directores de área, porque los de tercer y cuarto nivel son los simples empleados que cobran tanto por sobre como por lista de raya…Hasta la próxima!