Columna2

Séptimo Sello

Agustín Mazón Barrera

A manera de información, debemos recordar que estamos prácticamente en la última semana del mes de septiembre. Tal vez eso no tenga mucha importancia, pero por si no se habían enterado durante este periodo en las Notarías Públicas del país se lleva a cabo un programa para presentar su testamento.

Y no hay que ser pesimistas, ni pensar como generalmente lo hacen muchos, pues la mayoría cree que por hacer su testamento ya están firmando su sentencia de muerte.

De ninguna manera, simplemente el hacer su testamento es prevenir problemas, dificultades a los familiares, para cuando llegue el día, que debe llegar, cuando faltemos en esta vida, la situación no sea complicada para nuestros descendientes.

Ya el Notario Francisco Román Flores, nos ha explicado que cuando una persona muere intestada, el juicio para poder acceder a las propiedades que dejó es muy difícil, lento y complicado.

De ahí que se les ofrezca la oportunidad a todas las personas de cualquier estrato social que tengan algunos bienes que pudieran heredar a sus descendientes, para que sin importar la edad, hagan uso de este beneficio, pues el costo es mínimo.

Esto se hace, según lo comentó el Notario Román Flores cada año, pero debido a la poca difusión que recibe el programa, son pocos los que se han beneficiado del mismo.

Por eso hace un llamado a la población a fin de que acudan con el Notario de su preferencia, todos están llevando a cabo este programa, pero solo hasta finales de este mes. Así que se debe aprovechar, pues su costo es menor a la cuarta parte de su precio.

Y por otra parte, como ya se había vaticinado, Juan Adán Tabares no regresará a la rectoría de la Universidad Tecnológica, por toda la red de corrupción que tejió cuando estuvo al frente de esa institución.

Y como dice el refrán “cuando veas las barbas de tu vecino recortar, pon las tuyas a remojar”.

Esto para los trabajadores que el frustrado rector llevó como sus incondicionales al plantel de la UT, pues al no reunir el perfil necesario para ocupar los cargos que se les asignaron, a la llegada del nuevo rector (o rectora, porque se habla de una mujer para ocupar el cargo), tendrán que salir y más vale que lo hagan dignamente y no llegar al despido vergonzante, como le sucedió a Juan Adán.

La semana que culmina es determinante y por más aspavientos que haga Juan Adán, jamás regresará a la UT, mejor que se conforme con lo que ha logrado y se quede quieto por un momento.

Por de pronto hay que darle un grito de advertencia a Oscar Díaz, porque se supone que Juan Adán es su suplente en la diputación local.

Aguas, porque su costumbre (de Juan Adán Tabares) es hacer que el propietario de la diputación renuncie y lo deje a él en ese cargo.

Así que aguas Oscar, porque tu suplente anda desesperado y buscará por todos los medios hacerte pedir licencia. No te vayas a atarugar.

Por sus obras los reconocerán.