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LA BUSQUEDA

Carmelo Corripio Pineda “El Buho”

Dotado para la reflexión, con preguntas que se suceden de una fuente inagotable y con respuestas que no parecen ciertas, verdaderas, y menos exactas; Conrrad Delow había pasado desde los cinco años formulándose interrogantes que le ofrecía la galería del mundo. Preguntas desde el surgimiento del universo, creado por la energía negra, y ampliado reiteradamente por esta energía; Se preguntaba ¿desde cuándo se empezó a contar el tiempo? o bien ¿cuando aparece por primera vez esta entidad, a qué velocidad camina o corre?; O solamente nos engaña y esta petrificado; Y ante

él desfilan las eras, las épocas, o los años, y como se registra nuestra existencia, en que libro queda la historia de nuestra vida, o bien se decía, el tiempo es la eternidad y esta es la nada, y de la nada procedemos y formamos parte de ella, y lo que vivimos es un sueño de nosotros mismos, solo un instante que no puede registrar la eternidad; Y aunque lo que hacemos nosotros los humanos, lo que creamos muchas veces va mas allá de lo que la naturaleza es capaz de hacer, pues volamos, transformamos la energía, regulamos la gravedad, creamos joyas de arte impactantes, te hacen sentir solo en este mundo o flotar en el espacio, solo hay que estar en el lugar donde estas joyas se encuentran, mecerte sobre los sonidos de “AIDA”, la opera hechizada o contemplar en la Joya Nevada la edificación sobrecogedora de un lugar extraño fuera de este mundo, ideado por _ es decir, por el hombre.

            Jamás D. Watson, descubre la estructura molecular del acido “Hereditario” ADN. La molécula de este acido forma una doble hélice, esta hélice guarda un parecido casi exacto, al antiquísimo símbolo de la medicina o sea se descubre en 1962 y la hélice ya se conocía y utilizaba como símbolo  mensajero de otros tiempos, este descubrimiento es considerado como uno de los más importantes de todos los tiempos. Condujo a la interpretación del Código Genético, abre la puerta al control de la herencia y de las mutaciones por la inteligencia humana, estos descubrimientos por la mente del hombre, son considerados peligrosos por la posibilidad de manipular los genes y cuando apareció su lectura escandalizo a la clase científica que parecía una guarida de bandidos, uno se habría creído en el seno de las mafias, más que en el de la ciencia por lo vociferante y vulgar de este sector, quien se propuso a no comentar “La Doble Hélice”, en respuesta Watson dijo: “Contrariamente a la idea popular sostenida por los periódicos y por las madres de los sabios, un número considerable de estos sabios son, no ya mezquinos de espíritu y nada graciosos, sino también completamente idiotas”; Lo cual me recuerda el comentario de un eminente amigo que habría participado en una reunión de la fundación nobel en la que estaban presentes 18 premios nobel, y que me dijo al regresar: “El porcentaje de cretinos entre los premios nobel es el mismo que en cualquier otra parte”. La alarma científica en contra de la doble hélice, descansaba, en un posible peligro; Según ellos: pues se modificaría la estructura del ADN, y mediante la introducción de un ADN modificado en un organismo humano, produciría seres humanos mejores desde el punto de vista fisiológico, por eso Watson lo declaro públicamente: “Hemos descubierto el secreto de la vida”.  

Hay unos que opinan: “Que hay cosas que no deberían ser conocidas, porque son demasiado peligrosas para el ser”; En cambio, otros sabios sostienen la opinión que hay que seguir adelante a toda máquina, para que pronto se programen células humanas con mensajes genéticos.

Bertrand Rassell escribe, con mucha razón: “Los hombres temen al pensamiento original más que a nada en el mundo, más que a la ruina, más que a la propia muerte”.

Lo que se observa es que lo que no ha sido, será y nadie podrá evitarlo; Y si el futuro nos diera la razón como “La doble hélice” y alguien llegara a descubrir la estructura del tiempo, de la eternidad o de la nada.