Tribuna Pública
Francisco
Javier Copeño Castro
En la entrega del 1°
de agosto mencionábamos que les comentaríamos un incidente suscitado en el
Hospital General de esta ciudad, donde pudimos percatarnos de la falta de
sensibilidad, de los dizques responsables de dicho nosocomio; tan solo por
“cumplir” con un burocratismo protagónico que al final sirve para maldita la
cosa. Pero vayamos por partes. Primeramente debemos comentar a nuestros
hipotéticos lectores, que deben tener cuidado y revisar toda la documentación
que tengan y si no la tiene actualizada no dejen de hacerlo, porque hasta en el
último momento de la vida, son sumamente necesarios. El pasado 31 de julio,
acudimos al Hospital General porque acompañamos a un familiar en su pena de
haber perdido a un ser querido. Eran las 21:00 horas. La verdad solo acompaños
y fuimos observadores de todo lo acontecido. Resulta que al llegar preguntó que
dónde estaba su esposa, le comentaron que estaba realizando trámites necesarios
para entregarles el cuerpo de su hermano fallecido, pero que como la
Trabajadora Social ya había salido, entonces tenía que pagar en caja lo que le
cobrarán sin ningún descuento; se solicitó la cuenta para pagar y al llegara a
ese lugar le dijeron que necesitaba una identificación del difunto, para poder
cobrar y entregárselo; resulta que aquí empieza el calvario para los familiares
del difunto. Este, no tenía ningún tipo de documentación, acta de nacimiento,
credencial de elector, seguro popular, CURP o lo que fuera, pero sus hermanos y
su mamá además de sus hijos estaban presentes y lo reconocían como su familiar,
pero nada valió, porque las “autoridades” en su “papel de hacer cumplir con la
ley”, mencionaron que necesitaban la CURP que se les solicitaba en el llenado
del formato del Certificado de Defunción y era una cuestión “imprescindible”.
Total que la familia buscó entre las pertenencias para esto eran ya las dos y
media de la madrugada, casi de manera milagrosa, encontraron una tarjeta del
Seguro Social de hace varios años, donde venían la mayoría de sus datos, pero
el difunto nunca tramitó la CURP ni la credencial, sin embargo a pesar de los
ruegos de los familiares, un tal doctor Ocampo manifestó que ya había pedido
indicaciones al mismo doctor Gil Director del Hospital y que aquél le había
indicado que solo y exclusivamente con los datos pedidos en el formato de
Certificado de Defunción se los podría entregar menos no. Los familiares
estaban sumamente molestos, al grado tal de que pensaron en acudir a la Agencia
del Ministerio Público a interponer una queja por la dilación y negligencia con
la que estaban actuando los responsables del Hospital. Se buscó por todos los
medios al alcance pero nunca cedió el tal Ocampo, responsable de guardia del
nosocomio en mención, aduciendo que si no se traía una identificación no se
podrían llevar el cuerpo del difunto. Por cierto y haciendo un paréntesis
queremos hacer del conocimiento de la ciudadanía, de que mucha gente que se
encontraba en el Hospital General de esta ciudad, no tuvo empacho en mostrar su
molestia porque a pesar de que el Secretario de Salud en el Estado, ha
realizado infinidad de giras por la Zona Norte y que ha hecho declaraciones de
mejoras en infraestructura hospitalaria, los sanitarios que se encuentran en
urgencias, -vaya incongruencias- no funcionan, están inservibles pero que él no
deja de promocionarse en los diversos medios de comunicación, tal solo por
buscar la candidatura a la gubernatura en las próxima elección estatal, porque
sale más en los periódicos que el mismo gobernador, vaya que saben lo que
dicen. En fin, pero volviendo al tema que nos ocupa, resulta que también nos
percatamos que existe un probable negocio que no sabemos si el Secretario de
Salud tiene conocimiento, que nos comentaron que la Jefa de enfermeras –no nos
dijeron de qué turno- se encarga en ese tipo de casos cuando hay algún difunto,
de que les ofrece a los deudos el servicio funerario y que ella se encarga de
todos los trámites para sacar a los familiares fallecidos como sea. En este caso
también ofreció dichos servicios y se llevó a los deudos a firmar un contrato
funerario, que primero dijo que ella solucionaría en dos por tres lo que fuera
y luego de acordar el precio por los servicios, les dijo a los familiares que
ya que les entregaran el cuerpo le llamaran para ir por él. Total que eran las
cuatro de la mañana y de plano les dijeron que no se los entregarían, por lo
que uno de los deudos, les dijo a los doctores que en vista de las trabas que
estaban poniendo, entonces les regalaba el cuerpo del difunto y que ellos se
hieran responsables de su sepelio, porque ellos ya no habrían nada, por lo que
ahí renunciaban al cuerpo de su familiar y se salieron muy enojados. Los
citaron a las 8:00 A. M. para cuando llegara la otra trabajadora social, así lo
hicieron y cuando llegaron y le expusieron su asunto, se sorprendió a tal grado
de que mencionó que lo que hizo su compañera la noche anterior no es digno de
una persona que ocupe dicha responsabilidad, porque era su obligación quedarse
al tener conocimiento del suceso, esto
porque le dijeron que cuando sucedió o de su familiar acudieron de manera
inmediata con la trabajadora social y que esta les dijo que lo sentía mucho
pero que su turno ya se había terminado y que lo arreglaran como pudieran.
Total, que después de tantas peripecias, finalmente les entregaron el cuerpo de
su difunto. Y ¡SORPRESA! No pudieron lo que tanto alegaron la CURP en el
Certificado Médico. ¡Bola de inútiles! ¡Hasta la próxima y salud!