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Comando armado irrumpió en su domicilio, esta madrugada…

Ejecutan a padre e hijo

 

* Sicarios los rafaguearon con “cuernos” y R-15…

* Menor de 14 años fue masacrado en su recámara… 

* El papá estuvo a punto de salvar la vida…

* Hechos ocurridos esta madrugada en Apipilulco…

 

Mario Rodríguez

 

Un comando armado irrumpió esta madrugada en el domicilio de una familia vecina de la comunidad de Apipilulco, municipio de Cocula, en la región Norte de la entidad, donde asesinaron con saña inaudita a padre e hijo, un menor de 14 años de edad, a quienes rafaguearon con rifles Ak-47, de los llamados “cuernos de chivo” y R-15.

De acuerdo con versiones recabadas en la citada comunidad, los sangrientos hechos se suscitaron alrededor de las 3:30 de la madrugada de este jueves, cuando hombres armados llegaron al parecer en dos camionetas al domicilio de sus víctimas, sito en la calle Escuadrón 201 número 206 del poblado de Apipilulco.

Tras descender de las unidades, los presuntos sicarios entraron con lujo de violencia al domicilio, donde se cree, primero dieron muerte al menor identificado como Luis Enrique Brito Montes, de 14 años de edad, mismo que se encontraba en su recámara.

El cuerpo masacrado del menor quedó tirado en medio de dos camas, en medio de un gran charco de sangre, presentando a simple vista al menos 15 heridas provocadas por disparos de armas de grueso calibre (Ak-47 y R-15).

Asimismo, los pistoleros luego de haber masacrado al menor sin haber encontrado en primera instancia al papá, identificado como Rolando Brito Traín, de 37 años de edad, ya iban de salida cuando alcanzaron a ver a Rolando.

Y es que, se presume, el señor se había escondido en un espacio parecido a una sala de juegos, donde se encuentra una mesa de billar, cartones de cerveza y un refrigerador, con el cual el señor Rolando había logrado cubrirse para que los sicarios no lo descubrieran, pero de última hora lo vieron y le dispararon con las mismas armas de alto poder, cayendo abatido bañado en sangre, apreciándosele a simple vista al menos cinco lesiones producidas por las mortales ráfagas de los “cuernos de chivo” y R-15.

La masacre provocó gran alarma, temor y psicosis entre la población de la comunidad, quienes reportaron el hecho casi una hora después a la agencia del ministerio público del fuero común con sede en Iguala.

Al lugar arribó el agente de turno de dicha representación social, así como peritos y elementos de las Policías Municipal de Cocula, Estatal y Ministerial.

En el lugar de la masacre se encontraron 29 cascajos percutidos de alto calibre, así como un cartucho útil del cual no se precisó el calibre.

En el lugar de la tragedia la señora María del Socorro Traín Salgado identificó el cuerpo de su hijo Rolando Brito Traín, y de su nieto Luis Enrique. Asimismo, la señora Erika Montes Martínez, identificó también el cadáver de su esposo Rolando y su hijo Luis Enrique.

Cabe mencionar que familiares y vecinos de la comunidad no permitieron el traslado de los cuerpos al Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia de ley.