tribuna

LTP                                 Francisco Javier Copeño Castro

Lo dicho; al alcalde lo único que le interesa realmente, es la captación de la mayor recursos económicos en su último años de gobierno, aunque para ello tenga que trastocar la legalidad y las leyes; lo anterior se deriva, de la denuncia presentada por quien dice pagó con antelación los derechos de exclusividad de la venta de un producto en la Feria, pero como nuestro alcalde vio que podría allegarse de otro recurso, el quejoso dice que también le firmó un contrato a otra persona por el mismo concepto. De ser así, la verdad es que el alcalde está mal. Pero además, se comenta que también mediante ciertos vericuetos, será el principal distribuidor de la cerveza en el caso de la Feria. Si él hace todo de manera personal quiere decir que el patronato solo está de parapeto y es cómplice de todas las anomalías que pudiesen presentarse.

Y ya con eso de la obtención de recursos económicos, con el pretexto de la venta de artículos de temporada por el Día de San Valentín, nuevamente vemos el centro de la ciudad con puestos alrededor del palacio municipal, que seguramente le dejaron pingues ganancias, que pasarán a engrosar los bolsillos del alcalde. Porque no creemos que sea para la realización de obras. Y ya que hablamos puestos en las calles, déjennos decirles a nuestros hipotéticos lectores, que las declaraciones del titular de reglamentos Margarito Cambray en el sentido de que él se deslinda de la problemática existente en las calles aledañas al mercado por el problema de vialidad, es infantil echarle la culpa a otros, de algo que aunque lo niegue es su responsabilidad porque él es el titular de la dependencia y si a quien le ordenó realizar un trabajo y no lo hace, entonces quiere decir que acepta su ineptitud e ignorancia, por reconocer que no le obedecen y entonces deja ver que le queda grande el puesto. ¡Caray! Con ese tipo de colaboradores, paraqué quiere enemigos el alcalde, aunque a decir verdad, no se puede esperar más de las actuales autoridades que por cobrar unos cuantos pesos, dejan que la anarquía se apodere del centro de la ciudad y de las calles aledañas al mercado “Adrian Castrejón”. ¡Hasta la próxima y salud!