Noé Mondragón Norato
La UAGro y sus
crímenes sin resolver
Desde hace tiempo, la Universidad Autónoma de Guerrero
(UAGro) ha estado en el centro de muchos crímenes. Y ninguno
de ellos ha encontrado respuesta satisfactoria por parte de la Fiscalía General
del Estado (FGE) y su titular, Xavier Olea Peláez. Incluso, el rector de la
UAGro, Javier Saldaña Almazán, se animó a salir en defensa de
los universitarios que están en riesgo ante el
incremento de la violencia. Tras reunirse con el coronel,
Salvador Cordourier Solórzano, comandante del 50 batallón de infantería,
pidió la presencia permanente del Ejército mexicano en el
campus universitario del Sur y Norte de Chilpancingo. Eso fue apenas el
pasado miércoles 17 de mayo. Dos días después –el
viernes 19 por la tarde-, su camioneta blindada fue atacada a balazos. Saldaña
adelantó la hipótesis: se trató de un intento de robo. Pero
la FGE no informó al respecto. Menos el gobernador Héctor Astudillo. Dejaron
correr los hechos. Como casi siempre lo hacen cuando se trata de crímenes que
alcanzan altos decibeles mediáticos. O salen a combatirlos en el
discurso, pero sin proyectar resultados en los
hechos. El problema de la inseguridad y la violencia contra
la comunidad universitaria de la UAGro, se mide de varias formas.
UAGro: ¿Tomar
distancia?- Desde que Héctor
Astudillo, tomó protesta como gobernante, encontró en el rector de la UAGro,
Javier Saldaña, a un aliado político. Ocurrieron varios
asesinatos contra universitarios a lo largo de este año y medio de
gobierno estatal tricolor. Desde estudiantes hasta trabajadores académicos y
administrativos. Y el rector Javier Saldaña, se había mantenido
ciertamente, alejado de la polémica derivada del visible clima de
inseguridad. Sin embargo, la estadística criminal lo obligó a fijar
postura. Y se lee así: 1.- Tres homicidios recientes fueron
los que más conmocionaron a la comunidad universitaria: el de la catedrática de
la UAGro, Jeany Rosado Peña, su esposo Nicéforo Cabrera Rojas y el hijo de
ambos, Daniel Isaac Cabrera Rosado, ocurridos el domingo 8
de enero de 2017. Hubo protestas y marchas. Intervenciones airadas
demandando justicia en radio, televisión local y en las redes sociales. Pero a
lo que más llegó la FGE, fue a establecer comomóvil del crimen, el robo. Y
encontró uno de los tres vehículos que fueron sustraídos del domicilio, por los
ejecutores de este triple crimen. El rector pidió “una investigación
exhaustiva y el castigo conforme a la Ley a los autores de este condenable
crimen”. Pero no pasó nada. 2.- Una presión similar
se dio cuando el pasado miércoles 24 de mayo, dos
jóvenes fueron ejecutados en el boulevard Vicente Guerrero de Chilpancingo. Uno
de ellos era el estudiante de la Facultad de Artes de la UAGro, Darwin Raymundo
Barrientos Miranda. El doble crimen ocurrió curiosa y coincidentemente, siete
días después de que el rector Saldaña Almazán, había demandado la
presencia permanente del Ejército en Ciudad Universitaria. “El crimen nos
preocupa, y ojalá y por el bien del Estado, las cosas mejoren”, dijo el
rector. Hasta ayer miércoles, se había realizado otramarcha demandando
justicia por el caso Darwin. Pero la FGE como siempre, se hundió en el mutismo.
Y en su reprobable e ineficaz desempeño. Y de esta manera, obligan a que la
UAGro y el rector Saldaña Almazán, tomen distancia de un
gobierno estatal que sencillamente, no puede con el
conflicto público.
HOJEADAS DE
PÁGINAS…Con la limitante a las
candidaturas comunes aprobadas en la sesión de ayer en el Congreso
local, el PRI se prepara para el agandalle del
poder en la elección de julio de 2018. Pero el diputado
perredista, Isidro Duarte Cabrera, anunció que su partido impugnará esas “reformas
retardatarias” contempladas en la Ley de Instituciones y
Procedimientos Electorales. Y el debate –que reduciría la
participación de los partidos políticos minoritarios-, apenas empieza.