LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato

PRI y PRD: dos sopas envenenadas
La conversación es elocuente. No deja lugar a ninguna duda: el ex gobernador priísta Rubén Figueroa Alcocer y su hijo, el diputado local, Rubén Figueroa Smutny, hacen sus apuestas políticas dobles tanto en el PRI, como en el PRD. Una conversación telefónica que ya circula profusamente en redes sociales, así lo confirma. Revela amarres y complicidades. Y en la alcaldía de Acapulco, ambos personajes ya tiraron línea para que los apoyos políticos fluyan a favor del candidato perredista, Evodio Velázquez Aguirre. También para la candidata del PRD a gobernadora, Beatriz Mojica Morga. Y de ahí se desprenden algunas lecturas.
FIGUEROA: APOSTAR DOBLE.- Desde la elección de febrero de 2005, cuando el priísta Héctor Astudillo Flores compitió por primera vez por el gobierno estatal y perdió frente al entonces perredista, Zeferino Torreblanca Galindo, el grupo Figueroa supo jugar sus cartas políticas. Y mantuvo durante dicho sexenio político, las puertas abiertas con dicha administración estatal. Cayeron parados. Hoy, marginados electoralmente por la dupla Astudillo-Añorve, el grupo Figueroa acaba de enviar señales políticas muy precisas de cara a la elección del 7 de junio. Estas son algunas: 1.- En Acapulco, su apuesta política apunta hacia el perredista, Evodio Velázquez Aguirre. Se entiende que es una forma de apuntalarlo no solo para obtener el triunfo en dicha comuna, sino para perfilarlo como eventual candidato al senado de la república por el PRD, en la elección federal de julio de 2018. Y de ahí, al gobierno de la entidad en 2021. Es decir, el grupo Figueroa teje en la prospectiva del poder político perredista. Y se entiende, por el contenido de la conversación telefónica filtrada, que no apoyará para la competencia tricolor por la alcaldía de Acapulco, al candidato del PRI, el galeno Marco Antonio Terán Porcayo, quien es recomendado político de la dupla Astudillo-Añorve. Porque es justo ese mismo personaje quien desplazó de aquella contienda, a Rubén Figueroa Smutny. 2.- Apenas la semana pasada, el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, reapareció en un evento político en el municipio de Atoyac, región Costa Grande. Desde ahí, aseguró que apoyaría al candidato a gobernador por su partido el PRI, Héctor Astudillo. Pero en política se apoya mediáticamente, pero se teje subterráneamente. Y desde luego, en algunos casos se apuesta doble. Porque en la conversación telefónica, sus apoyos más importantes parecen ir dirigidos a la candidata perredista, Beatriz Mojica Morga. Y ese sería hasta hoy, la adhesión política más importante de la perredista. No la escandalosa y poco atractiva suma de la candidata por el Partido de los Pobres de Guerrero (PPG), Godeleva Rodríguez Salmerón, quien representa en términos estrictos, nadaO la eventual y probable del candidato panista, Jorge Camacho Peñaloza. Porque soterradamente, los apoyos de dicho grupo tricolor podrían hacer la diferencia en la próxima elección. Y eso ya debe haber puesto sumamente nerviosos a la dupla Astudillo-Añorve. 3.- El problema para los votantes guerrerenses apunta hacia el mapa de las definiciones electorales concretas. Porque si bien es cierto que tanto priístas como perredistas, han vendido ruidosamente encuestas en las que aseguran llevar la delantera, los votantes tendrían que decidir en este hipotético escenario, sobre la base de dos sopas contaminadas y hasta envenenadas: la de un PRI secuestrado por la dupla Astudillo-Añorve quienes ya demostraron su inviabilidad como opción electoral, en función de que ambos personajes fueron rechazados en las dos últimas elecciones de gobernador. No pueden tampoco, desprenderse tan fácilmente de todos los vicios y corruptelas que los han identificado por años. Y de un PRD infiltrado por el priísta grupo Figueroa, quien de esta forma derrumba el mito de que la izquierda era impenetrable por personajes que en el pasado fueron sus más visibles y acérrimos adversarios políticos. Como Figueroa. La tribu los chuchos de NI es capaz de tender esas grotescas alianzas de poder. Y más, con tal de retener el gobierno estatal. Así, lejos de que ambos partidos políticos se fortalezcan, es previsible lo contrario: que otros actores –como el candidato del partido Movimiento Ciudadano, Luis Walton-, se suban al ring y desplacen de las supuestas y presumibles preferencias ciudadanas, tanto a Héctor Astudillo del PRI, como a Beatriz Mojica del PRD. Ambos partidos arrastran además, con la factura pendiente de ser cobrada, por los lamentables hechos de IgualaPRI y PRD se pervirtieron en esta elección. Los resultados del voto lo demostrarán. O confirmarán que no hemos crecido en términos de madurez y conciencia pública.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Y como para jugarle a la víctima, los diputados priístas en el Congreso local, amagan con promoverle juicio político al gobernador Rogelio Ortega Martínez. Alegan supuestos apoyos del mandatario estatal a la candidata perredista a gobernador. Desde luego, es una forma de llevar agua a los molinos políticos en coyunturas electorales. Los legisladores tricolores están jugando el papel que les corresponde. Y nada más.

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