Columna

Como Veo, Doy

Maestros Holgazanes

Guillermo Mejía Pita

 

 

La tolerancia del pueblo ha sido rebasada, ante las constantes andanadas de manifestaciones públicas, por parte de empleados de la Secretaría de Educación, porque no se le puede llamar maestros a quienes no demuestran educación, si no todo lo contrario, afectan a terceros.

¿Cómo es posible que, uno de los sectores con todas las prestaciones laborales habidas y por haber, se manifiesten para satisfacer sus intereses personales y económicos, importándoles poco la educación de los niños y jóvenes, en las entidades más jodidas del País?.

No tienen “llenadero” quienes se manifiestan con otros pretextos, como la reforma educativa o los normalistas desaparecidos, cuando lo único que buscan a obtener más prebendas de las que ya tienen.

¿Cuántos millones de mexicanos quisieran tener, ya no el mínimo de prestaciones laborales que tienen los que se dicen maestros, sólo de membrete no en los hechos, si no sólo un trabajo que les permita el sustento diario de sus familias?

¿Cuántos millones de mexicanos quisieran una oportunidad laboral, para aprovechar su tiempo al máximo, y no perderlo en estúpidas manifestaciones masivas, que lo único que encuentran es la animadversión de la ciudadanía por las afectaciones que ocasionan?

Si el gobierno federal o los estatales se fajarán los pantalones, no con actos represivos, si no con la Ley Federal del Trabajo en la mano, ¿cuántos de los que se dicen maestros ya hubieran sido despedidos?. Tres faltas consecutivas sin justificación, es rescisión de contrato.

¿Cuántos egresados de Escuelas Normales, posiblemente algunos con vocación de maestro, esperan una oportunidad para estar frente a grupo, cumpliendo con la encomienda para lo que se prepararon?

Es una buena oportunidad para despedir a los miles de zánganos que pierden el tiempo en manifestaciones estériles, manipulados como borregos por “la mano que mece la cuna”, para obtener también aviesos beneficios políticos. De esto pueden dar cuenta Andrés Manuel López Obrador o Elba Esther Gordillo desde la cárcel.

¿Que carajos hacen maestros de Oaxaca en el Distrito Federal, cuando el problema que presentan lo deben resolver en su misma entidad?

¿Qué jodidos reclaman los de la CETEG en Guerrero, con el pretexto de los normalistas desaparecidos, que no es su función, cuando deberían estar frente a grupo para tratar de abatir el rezago educativo en uno de los Estados con más atraso en todos los sentidos?.

La sociedad en general rechaza las manifestaciones de los maestros, porque no tienen razón de ser, pero sobre todo, porque afecta el desarrollo de actividades.

Tal pereciera que a los maestros holgazanes lo único que les interesa es su beneficio personal, no importándoles la educación de niños y jóvenes. Al fin y al cabo, trabajen o no, el idiotizado gobierno les pago puntual y religiosamente sus abultados salarios. Es decir, son unos mantenidos del erario público. (E-Mail.- guillermomejiapita@yahoo.com.mx)