Llamado
Ciudadano
Compañero Comerciante:
En varias ocasiones me han comentado que debería escribir menos para
que pudieran leer o entender mejor mis comentarios. Tal vez sea verdad para la
mayoría y es por eso que me atrevo a de decir lo siguiente: estoy seguro que al
menos el 90% de los legisladores no dominan el 50% de los textos que se
aprueban como iniciativas de ley. Es más, todavía sin temor a equivocarme pasa
casi lo mismo en el caso de aquellos que proponen una ley pero que realmente es
un despacho jurídico quien redacta el texto de la iniciativa. Pero ¿por qué
hacer tan agobiantes los textos de las leyes y sus reglamentos? Es más, en el
caso de las leyes hacendarias y de recaudación de impuestos, ¿Por qué estar
haciendo correcciones, anexos, actualizaciones, etc. cada vez que se les antoja
y de manera recurrente? La respuesta es simple: “PARA QUE NADIE LO LEA”. Algo
parecido pasa con las reglas financieras que determinan qué moneda se devalúa y
el grado de inflación para cierto país, de tal suerte que siempre nos toque
perder y los que tienen el control de esos instrumentos casualmente sólo les
toca ganar. Hace algunos años cuando el ex presidente Carlos Salinas reapareció
en la vida pública y política de nuestro país presentó en el noticiero con
López Dóriga su libro en el cual explicaba su tan controversial sexenio de
gobierno. Este libro tiene más de mil páginas y tal vez “lo resumió” lo más que
pudo, pero la verdad es que tiene la misma finalidad el manejar tanta
información junta “PARA QUE NADIE LO LEA”. Es cierto que no tenemos la
costumbre ni la cultura por leer, y es por eso que aprecio y valoro quienes se
toman el tiempo de leer la opinión de su servidor. Por esto y por otras
razones, quienes controlan el sistema están seguros de que si hay un cambio
será para beneficio de ellos y sus grupos. El triunfo de la televisión no está
en imponernos algo, sino en hacernos creer que nosotros tomamos la mejor
decisión, y sin darnos cuenta, es ahora quien determina no sólo nuestras
preferencias de consumo, sino que ha logrado cambiar nuestros valores, costumbres
y hasta nuestras creencias. Difícil será convencernos de que nuestro voto es
importante y necesario, pero más triste es abrir los ojos y darnos cuenta que
este sistema democrático es para “flojos”, ya que pensar que con solo votar
nuestra responsabilidad acaba y no es así. “A ojo del amo se cría el caballo”,
es precisamente por eso que estamos como estamos por lavarnos las manos y
echarle la culpa al gobierno en turno y sólo pasárnosla quejándonos por lo
rateros que son. Imagínate alguien que le confía su “tienda” a un encargado, le
deja bien surtido y aclientelado y confía ciegamente en que todo marchará sobre
ruedas. Pasado un tiempo el encargado comienza a tener “faltantes” y aun así le
siguen surtiendo la tienda, pensando que esto ya no va ocurrir. Después, “falta
más y más”, ahora no sólo “falta”, sino que ahora se “debe” dinero. Mi México
es una tienda súper surtida que solita se vuelve a llenar y como nunca falta de
donde robar, pues a sus verdaderos dueños (el pueblo) le da flojera supervisar
a su encargado (el gobierno) y pues de esta manera el encargado con los años se
vuelve más y más voraz, puesto que no le afecta abusar y abusar, ya que si al
dueño no le afecta esta situación, pues a él menos. VOTAR ES LO MÍNIMO QUE
PODEMOS HACER PARA QUE EXISTA UN
CAMBIO.
HUMANISTA IGUALA CANSADOS DE LO MISMO CIUDADANOS VS. POLITICOS DE
SIEMPRE.
ATENTAMENTE TU AMIGO
ING. RAMIRO OCAMPO RODRIGUEZ
CIUDADANO CANSADO DE LO MISMO #HUMANISTAIGUALA