LECTURA POLÍTICA


LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato

Pugnas políticas que inician
Pareciera coincidencia. Pero es una maniobra política con dedicatoria. Y el destinatario del mensaje es el dirigente estatal del Morena, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, quien ya había sacado la cabeza en franca actitud retadora hacia el gobernador tricolor, Héctor Astudillo Flores. Y éste desde luego, se defendió utilizando todo el aparato de Estado que tiene a su disposición. Hay lecturas muy claras al respecto.
RESPETO AL FEDERALISMO.- Al calor de la aparatosa derrota tricolor del 1 de julio pasado, una de las primeras reacciones del dirigente estatal del Morena, consistió en festinar su mayoría en el Congreso local. Y anticipar el cerco político contra el gobernador. Se lee así: 1.- Oficialmente, el Morena ganó 13 diputaciones locales sumadas a las 5 obtenidas con el partido Encuentro Social. Y eso le habría dado derecho a tres curules plurinominales más. Pero en el PRI alegaron que dicho partido estaba sobrerrepresentado. Entonces, el Tribunal Electoral del Estado (TEE), decidió quitarle dos posiciones legislativas de representación proporcional. Un asunto que despide fétidos olores. Porque en la elección de octubre de 2005, el PRD obtuvo 18 diputaciones de mayoría relativa, tal y como en la pasada elección lo hizo el Morena. Los perredistas lograron en aquél entonces, cuatro diputaciones plurinominales. El punto es que la composición legislativa local no ha variado de 2005 a 2018. Es decir, es de 46 diputados. La única e “insignificante” diferencia, es que en 2005 ya gobernaba el perredista, converso panista y actual petista, Zeferino Torreblanca Galindo. Y hoy lo hace el priísta Héctor Astudillo. ¿Influyeron ambos gobernadores en el reparto de las posiciones plurinominales a través del TEE? 2.- Para no despertar ningún tipo de suspicacia, la operación política que le cercenó dos curules al Morena, se maquinó con precisión. Y se le asignó una a cada partido de la coalición Por Guerrero al Frente: al PRD, PAN y MC. Para que la eventual impugnación ante el Trife contra el reparto hecho por el TEE, no alcanzara al gobernador Astudillo. Es decir, la pugna política quedó reducida deliberadamente, al Morena, partido que enfrentará ante el Trife, al PRD-PAN-MC. Y el mandatario estatal se sacudió parcialmente, la presencia amenazante de Pablo Amílcar Sandoval, en el Congreso local. 3.- Tras conocerse los resultados de la elección del 1 de julio, Pablo Amílcar Sandoval, citó a una conferencia de prensa, en la cual adelantó dos cosas: que los diputados locales de la legislatura que entrará en funciones el próximo 1 de septiembre, se reducirán el salario a la mitad. Y harían lo propio con el del mandatario estatal y los funcionarios del primer círculo de su gabinete. Esa acción desde luego, no cayó nada bien en Casa Guerrero. Y el mandatario estatal comenzó a mover sus hilos. De entrada, pidió respeto por parte del gobierno federal de López Obrador, a la Constitución y al federalismo. Es decir, a la vigencia del pacto por la descentralización de funciones, la pluralidad y la libertad. Después, Amílcar acusó al gobernador de dar “un albazo” legislativo al aprobar algunas reformas a la Constitución local. Sobre todo, a la Ley 701 de los pueblos indígenas y la normatividad a las policías comunitarias. De ahí vino lo demás: el dirigente estatal del PRI, Heriberto Huicochea, alegó que Pablo Amílcar estaba instalado “en la ruta de la confrontación política”. El episodio cerró al fin, cuando el TEE le quitó las dos curules plurinominales al Morena. Y eso bastó para dejar fuera de la diputación local al propio Amílcar Sandoval. Pero en realidad, la pugna apenas inicia.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El gobernador Astudillo cierra la pinza política no solo contra el Morena, sino contra el PRD. En Acapulco y en el fin de la gestión del edil, Evodio Velázquez Aguirre, empujó algunas acciones tendientes a magnificar el problema de la basura. Tal y como lo hizo en Chilpancingo con el priísta Marco Leyva. Pero en hábil maniobra política, el edil porteño se sacudió dicha presión. Y lo que viene, será el puntual cobro de facturas políticas.