LECTURA POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
La pérdida del control
El problema es que nunca se atendió el asunto de los 43 estudiantes
normalistas desaparecidos desde septiembre de 2014. Y al parecer, tampoco se
hará en lo que resta de la actual administración estatal. Aunado a ello, el
gobernador Héctor Astudillo Flores, afirmó en el Club Rotario de Acapulco el
pasado 3 de agosto, que muchos jóvenes desaparecidos han participado
en hechos delictivos y responsabilizó de ello a los padres de familia
guerrerenses “por fomentar la pérdida de valores”. Es decir, su gobierno no
tiene ninguna responsabilidad en el clima de violencia e inseguridad que no
cesan. Por eso se entiende la irritación de los estudiantes normalistas de
Ayotzinapa el pasado 9 de agosto cuando, en el evento que conmemoró el 236
aniversario del natalicio de Vicente Guerrero, enTixtla, lo agredieran
recordándole a la autora de sus días. Y se metió en un predicamento.
PROTESTA SOCIAL INCREMENTADA.- El mandatario estatal pierde
progresivamente el control no solo de la gobernabilidad y la ruptura del Estado
de derecho, sino de la operación política que en otro momento, proyectó. Pero
se entiende. Por la apertura de varios inéditos escenarios: 1.- Como arrasó en
la pasada elección del 1 de julio, el partido Morena de López Obrador, se ha
visto obligado a retomar las banderas de la protesta social, pues se aprecia
que el PRD está convertido en su aliado. De esta forma, militantes del Morena,
bloquearon la Autopista del Sol, en demanda de que el TEE, rectifique la
decisión de quitarle dos diputaciones plurinominales al Morena. Antes, familiares
de víctimas y desaparecidos, demandaron en otra marcha, una disculpa pública
por parte del mandatario estatal, al criminalizar a los 43 estudiantes de
Ayotzinapa. Pero el silencio ha sido la respuesta gubernamental. Y de hecho,
apelando al rencor que lo caracteriza, no se prevé lo haga. 2.- En una trama de
dimes y diretes, tanto el futuro coordinador estatal del Morena, Pablo Amílcar
Sandoval, como el propio Astudillo, se han enfrascado en guerras de
declaraciones. El primero aduce que los recursos para obras federales, no se
entregarán a los gobiernos estatales. Y el gobernador replica en el sentido de
que los recursos del gobierno federal, nunca han sido manejados por el gobierno
estatal. Las preguntas son perturbadoras: ¿Y aquellos millonarios destinados
para la seguridad pública, convertidos en barril sin fondo? ¿Y aquellos
canalizados para “el combate a la pobreza” como el Prospera? ¿Y los
etiquetados para el Seguro Popular y la modernización de los hospitales? Es
claro que Astudillo, trata de blindarse ante las embestidas políticas que ya
vislumbra en el camino. 3.- En deprimente y patética postura, el senador, ex
dirigente estatal del PRD y diputado local electo, Celestino Cesáreo Guzmán,
salió en defensa de los magistrados del TEE y condenó el eventual juicio
político en su contra por parte de la camada de legisladores locales del
Morena, que entrarán en funciones el 1 de septiembre. Una advertencia que
calificó como excesiva y ligada a “los revanchismos políticos para
intimidar a las instituciones”. Desde hace tiempo, Celestino olvidó, por así
convenir a sus intereses personales, las afrentas operadas desde la actual
administración estatal contra el PRD. Como los crímenes políticos contra muchos
destacados militantes suyos. Y el hostigamiento político permanente, contra el
alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez, de quién trasciende, ya contrató una
auditoria externa calificada para que certifique el uso y aplicación de sus
recursos. Pero Celestino nunca salió en su defensa. Pero sí, a favor de la actual
administración estatal. Es esa la flamante oposición de “izquierda”.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Los cambios a los que aspiran la mayoría de los
ciudadanos desde el 1 de julio pasado, comienzan a cascabelear. La futura
secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, acaba de anunciar que los
salarios de jueces, ministros y magistrados no podrán ser disminuidos ni
recortados, “por la independencia y autonomía del Poder Judicial, que datan
desde la Constitución de 1857”. Quiso decir que el Poder Legislativo no es
independiente. Y que a senadores, diputados federales y locales, sí podrán
disminuirles a la mitad sus salarios. O lo que es lo mismo: la opulencia de
unos cuantos, seguirá prevaleciendo por encima de las apremiantes necesidades
de las mayorías. Qué tal.