Del
balcón al sótano
Eduardo
Albarrán Orozco
Ricardo Anaya
Cortes, candidato a la presidencia de la república por la coalición PAN-PRD-MC
entre sus propuestas tiene la del Ingreso Básico Universal que equivale a mil
500 pesos mensuales a todos los mexicanos. Esta propuesta es tan populista como
Hugo Chávez en Venezuela.
Esta propuesta se
difundió en un video exclusivo para su promoción y su argumento es que ya se
hizo en otros países, como la India. Sin embargo este argumento es falso porque
solo se aplicó en una pequeña cantidad poblacional.
Si Anaya dice que a
todos se les darán mil 500 pesos mensuales por el solo hecho de ser mexicanos,
entonces, seguramente a Carlos Slim, a la familia Hank González, a Felipe
Calderón, a Carlos Salinas y a otros millonarios, también les va a dar dicho
Ingreso Básico Universal.
He leído diversos
comentarios que cuestionan el populismo. Si el concepto viene de pueblo, de
atender prioritariamente al pueblo, y si en México la mayoría del pueblo vive
en la pobreza y en la miseria, gracias a políticas económicas neoliberales,
entonces no veo lo negativo.
Lo negativo es que
quienes cuestionan el “populismo”, son los que crearon programas asistencialistas
y de limosna para el pueblo, como el Progresa y el Seguro “Popular” y otros
encaminados a la creación de “microempresarios”, para que las grande empresas
ya no se vean obligadas a crear empleos y cargar con el pago de prestaciones
básicas, como el Seguro Social, aguinaldo, prima vacacional, vacaciones,
jubilaciones, etc. De lo que se trata, dicen, es que en este país todos seamos
“empresarios” y con esta característica tengamos que pagar todos los servicios
a que tengamos necesidad. Por lo tanto quien quiera estudiar deberá pagar. Si
quiere atención médica deberá pagar. Si quiere vacaciones deberá ahorrar, de la
misma forma deberá hacerlo auto pensionarse. Es decir que el Estado ya no
tendrá ninguna obligación de atender las necesidades básicas de la población,
sobre todo de los que menos o nada tienen. Su responsabilidad solo será la de
proteger los intereses de los grandes empresarios, de esos que no pagan miles
de millones de impuestos, ni generan empleos.
Pero estos
empresarios también tienen sus programas populistas. El Teletón, los donativos
para becas escolares, para atención a niños con cáncer, y otras que se les van
ocurriendo y que, al final del día, quienes los pagamos somos nosotros con los
llamados redondeos y las donaciones que nos piden en los cajeros de los bancos.
Lo que este país
necesita son empleos y muchos, con buenos salarios y no con una limosna de mil
500 pesos mensuales. Se necesitan más y mejores oportunidades educativas para
las y los jóvenes. Y para esto es indispensable que se fortalezca la educación
media superior y superior de las universidades públicas. Que el Estado y los
pocos empresarios nacionalistas inviertan en el desarrollo de la ciencia en
México. Necesitamos que nuestros jóvenes desarrollen sus capacidades y que
estas se apliquen en beneficio del país y evitemos la fuga de cerebros.
Es indispensable
garantizar que el país produzca lo que consume. Por eso la inversión del Estado
al campo es prioritaria. No se trata de que los campesinos vendan o renten sus
tierras a productores japoneses que solo explotan la tierra, la dejan infértil
y se van. Es necesario que los campesinos regresen a sus tierras, a hacerlas
producir, pero contando con mejores apoyos que les garanticen una mejor
producción y comercialización en el mercado interno que les permita vivir con
dignidad y ofrecerles a sus hijos mejores condiciones de vida. El caso de
Alemania es un buen ejemplo del fortalecimiento del mercado interno. De
consumir lo que nosotros producimos.
Del sótano.
La mayoría de los
candidatos a la alcaldía de Iguala, así como a la diputación por el distrito
22, piensan que solo las redes sociales les van a dar el triunfo. Además creen
que cuando alguien les da un me gusta en su Facebook o su página, ese será un
voto a su favor. Están muy equivocados, sobre todo aquellos que son quienes les
asesoran en la cuestión de medios, que les hacen sus boletines con fotos en las
que aparecen muchas personas que fueron invitadas, etc.
Lo cierto es que la
mayoría de la población está cansada de las políticas públicas que implementó
el gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto y de todas las barbaridades que ha
dicho y hecho.
También la población
está cansada de quienes se dicen de izquierda y votaron a favor de las reformas
estructurales y que ahora, en una alianza sui géneris, quieren convencernos que
ellos serán diferentes y mejores. Si los del PRD están apoyando a Ricardo Anaya
es porque comparten sus proyectos neoliberales y que estos proyectos los van a materializar
en los distintos espacios de gobierno, como las presidencias municipales y
legislaturas locales.
Si gana Andrés
Manuel López Obrador, los candidatos a gobernadores y alcaldes deberán asumir
las mismas formas de gobernar y administrar el erario, deberán replicar los
distintos programas de desarrollo social y económico. Pero también el gobierno
federal deberá respaldar de mil formas estas políticas públicas encaminadas al
bienestar de la población.
Por eso será
importante la decisión de los electores en esta elección histórica, en la que
dependiendo de los resultados finales se decidirá qué tipo de país queremos ser
o si nos quedamos con lo que tenemos actualmente en la perspectiva de ir al
precipicio.
Si ganara José
Antonio Meade la presidencia de la república y Oscar Díaz o Antonio Jaimes, la
presidencia municipal, Iguala estaría castigada por la federación. Si ganara
Ricardo Anaya y Oscar Díaz fuera el alcalde, tampoco habría muchos recursos
para Iguala, ni para el estado de Guerrero. Solo nos llegarían programas
limosneros como los que se han recibido en los últimos 30 años.
Una duda ¿Acaso
Velino Rodríguez votará por el Bronco? No creo. Tal vez por Meade. Esta es una
pregunta que dejo al viento. Espero que la respuesta esté en el viento.