Del balcón al sótano
Eduardo Albarrán Orozco
En las elecciones del 2012, año en que
también compitió Andrés Manuel López Obrador, los resultados electorales
favorecieron en Iguala al candidato del PRD-MC-PT, que fue la propuesta de
Lázaro Mazón Alonso, José Luis Abarca, impidiendo que Oscar Díaz Bello, quien
había sido presidente del PRD municipal y llevaba varios años trabajando para
su candidatura y, había ganado la encuesta.
En este proceso de elección de
presidente de la república, alcaldes y diputados locales y federales, en Iguala
el PAN obtuvo 2 mil 848 sufragios, el PRI logró 14 mil 668, la alianza entre el
PRD-PT-MC obtuvo 21 mil 546 sufragios y el PVEM, teniendo como candidato a
Antonio Jaimes Herrera, logró una votación de 10 mil 623 sufragios. Este
partido, el PVEM en el 2015 solo obtuvo una votación de 2 mil 200 votos, lo que
significa que la diferencia en votos la traía consigo Jaimes Herrera.
En el 2015 los resultados fueron
diferentes. El PAN mostró lo que realmente tiene, 701 votos, el PRI obtuvo 15
mil 900, el PRD, solo, 13 mil 683, el PVEM 2 mil 200 (sin la participación de
Antonio Jaimes Herrera), el PT 649 sufragios, Morena mil 877 votos, PES 3 mil
494 y MC 3 mil 850 sufragios.
Consideremos que en cada elección hubo
características propias que permitieron el triunfo de José Luis Abarca, entre
estas, la más importante, lo fue el efecto Andrés Manuel López Obrador, el que
el PRD se mantuviera todavía hacia la izquierda, con menos divisiones como las
que tiene hoy y con alianzas congruentes. Hoy en el PRD el mundo está al revés.
Si en ese año, 2012, el candidato hubiera
sido Oscar Díaz Bello, David Gama Pérez o Justino Carvajal, hubiese ganado
cualquiera, gracias a AMLO.
Hoy la presencia política de Andrés
Manuel es más fuerte que hace 6 años. Las inconformidades por las promesas no
cumplidas por el actual presidente, Enrique Peña Nieto, las reformas
estructurales que, lejos de beneficiar a la mayoría de la población, impacta
negativamente en los bolsillos de las y los mexicanos. Sobre todo el aumento
constante de la gasolina a pesar de la promesa de que no aumentaría, sino por
el contrario sería más barata, entre otras de las acciones del ejecutivo
federal.
Por otra parte, no hay mexicano que no
se sienta ofendido, de alguna forma, por los constantes errores de EPN que han
provocado la creación de memes que lejos de fortalecer la imagen de un
presidente fuerte, con calidad moral y política, digno de representar a los
mexicanos, ha sido lo contrario. A esto hay que sumarle que tenemos un Estado
debilitado por la corrupción, lo que ha repercutido en las condiciones de violencia
que se viven en el país.
Por otra parte, el partido que en
algún momento se convirtió en la esperanza de muchos mexicanos, en la
actualidad ha demostrado que tan solo es un partido más a disposición de la
clase política que domina en el país. Desde hace muchos años el slogan del PRD
“Democracia ya, patria para todos” dejó de tener sentido para los dirigentes
del partido del sol azteca en todos sus niveles. Se convirtió en un partido
oligárquico, en el que solo unos cuantos toman las decisiones y las bases solo
son convocadas para hacer campañas, manifestaciones y votar por los mismos de
siempre.
A esto hay que sumarle su alianza con
el PAN, partido que cuando gobernó el país, con Felipe Calderón, se incrementó
la violencia en el país. Si como resultado de esta alianza el PAN se hubiera
orientado hacia la izquierda, lo aceptaríamos, pero ha sido por el contrario.
El PRD se ha derechizado. Tanto es así que el representante del PAN en el
Consejo Distrital Electoral es alguien que ha sido de izquierda desde el PMS,
PSUM, el FDN y el PRD. El mundo al revés.
Si revisamos los datos electorales
podemos concluir que: el PRI mantuvo en promedio su votación en los dos
procesos mencionados. Que el PRD ha ido a la baja electoral y que solo subió
cuando Andrés Manuel López Obrador fue su candidato. Que Antonio Jaimes
demostró en 2012 que cuenta con estructura electoral y simpatía social, sin
contar con lo que AMLO pueda aportarle en esta campaña.
El PRD se ha convertido en una mazorca
que se desgrana sola y sus granos se han ido, por sí solos a las filas del
movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Movimiento que impactará
en todos los niveles de elección en el país.
Sería un grave error del sistema
político del país, de quienes tienen el poder en sus manos, tratar de impedir
que AMLO llegue a la presidencia de la república. Esto ya es un hecho. Nadie
creerá que el candidato del PRI o el del PAN le ganen al tabasqueño. Así que el
peligro para el país no es AMLO, sino quienes se quieren aferrar a continuar con
un sistema que solo está llevando al país a la miseria y a la posibilidad de un
estallido social que a nadie conviene, sobre todo a los grandes intereses
económicos. Solo recordando a Carlos Marx “el proletariado no tiene nada que
perder, solo sus cadenas”.