BANDOLEROS,
ESTAFADORES Y CRIMINALES
(Cuarta Parte)
Por: Carmelo Corripio Pineda “El Búho”
La criminal corrupción policiaca desde hace 50 años. “La
corrupción policial puede atacarse, si se empiezan a aplicar estrategias que en
primer lugar dejen de ver al problema como una cuestión individual, de “malos
policías” y empiecen a generarse mecanismos por los que se identifiquen los
factores estructurales e institucionales que hacen que los policías y los
mandos sigan cometiendo perpetuando este tipo de conductas” dijo Marcela
Figueroa, investigadora de Causa en Común. Las causas de la enfermedad: El
estudio denominado “Diagnóstico del Régimen Disciplinario Policial en México”
realizado por Causa en Común analizó la normatividad que rige los sistemas
disciplinarios de las corporaciones de seguridad públicas de los 32 estados del
país; además estudió en terreno la operación de las Unidades de Asuntos
Internos de policía en siete entidades. 1. Leyes y reglamentos
confusos, obsoletos o inexistentes: El sistema de leyes y reglamentos
que rige la actuación de los policías en los estados presenta múltiples
deficiencias de acuerdo con Causa en Común. Por ejemplo, hay estados donde ni
siquiera existen estas normas que regulen los sistemas disciplinarios, es
decir, no hay un reglamento que explique cómo debe de aplicarse lo que las
leyes anticorrupción dicen. Tampoco existe claridad sobre que sanción
corresponde a cada falta y el motivo para ello. A esto se suma que en casi
todos los casos no existe un sistema que contemple la reparación del daño
cuando un policía es erróneamente acusado, e incluso no existe la posibilidad de
impugnar una sanción. 2. No hay protocolos de detenciones y uso de la
fuerza: Los investigadores de Causa en Común corroboraron al
visitar seis estados (Chihuahua, Morelos, Nuevo León, Querétaro, Tabasco y
Tamaulipas) que dos de ellos carecen por completo de un protocolo para realizar
detenciones y emplear el uso de la fuerza. Esta situación hace imposible al
policía conocer cómo actuar en cada situación y no incurrir en
abusos. 3. Deficientes Unidades de Asuntos Internos: Los
investigadores detectaron que en las unidades de Chihuahua o Tlaxcala no hay
investigación de campo de las posibles irregularidades internas, sino solo un
análisis de reportes documentales. En la Unidad de Nuevo León no se atiende de
forma debida a los ciudadanos mientras que en la de Tamaulipas no se investiga
de plano a ningún mando. Incluso los expertos alertaron que en varios casos las
indagatorias de Asuntos Internos solo se hacen por orden expresa de los jefes
superiores. 4. Castigo solo para individuos, no instituciones: En
ninguno de los casos analizados Causa en Común encontró que existan mecanismos
institucionales para revertir situaciones de corrupción. Los sistemas de
sanciones contemplan solamente castigos para los agentes en particular que
incurran en una falta sin que siquiera existan recomendaciones a nivel de una
base o corporación para evitar malas prácticas. 5. No se fomenta la
denuncia ciudadana: Los investigadores de Causa en Común detectaron
que en las secretarías de Seguridad Pública de los estados se fomenta muy poco
la denuncia ciudadana de los hechos de corrupción e incluso, aunque esta
existe, hay prácticas que no contribuyen a que se realice. 6. No hay
programas preventivos: Causa en Común detectó que no existen a nivel
institucional programas preventivos para prevenir hechos graves de corrupción.
En el análisis a fondo realizado a los seis estados mencionados se detectó que
solo uno de ellos (Querétaro) cuentan con algo denominado “sistemas de alerta
temprana” que si pueden contribuir a detectar a tiempo situaciones que luego
derivan en riesgo de corrupción lo que permite revertirlas con
anticipación. 7. Graves violaciones a derechos procesales: Los
investigadores encontraron que los policías se encuentran en un total estado de
indefensión al no existir elementos normativos que estructuren una posibilidad
de una defensa adecuada en caso de denuncias en su contra. La cura en tres
pasos: Para revertir el problema de la corrupción en el país Causa en Común
propuso el denominado “Modelo de Prevención y Combate a la Corrupción
Policial”. La premisa es que la clave pasa por el fortalecimiento de las
Unidades de Asuntos Internos, así como la introducción de mecanismos de control
civil interno y externo En los hechos se trata de una estrategia que requiere
tres fases de implementación: Primera Fase: La investigación
interna El objetivo de esta fase, de acuerdo con el Modelo, es
fortalecer las Unidades de Asuntos Internos responsables de indagar los actos
de corrupción. Para ello se sugiere crear una base de ética y normativa con
(entre otras cosas) un adecuado régimen disciplinario, un catálogo de faltas y
sanciones, un código de ética actualizado, protocolos de uso de la fuerza en
todos los casos, entre otros. También se instruye poner en marcha un sistema de
quejas y denuncias seguro para los ciudadanos y que funcione. Segunda
fase: supervisión a fondo: Lo que propone Causa en Común en esta
fase es que se integre en cada estado un área de Disciplina y un área Combate a
la Corrupción, cada una con su equipo independiente, que se encargue de
investigar de forma diferenciada los hechos que sean meras faltas de conducta
de aquellos que puedan representar incluso un delito. Además se sugiere que
dichas áreas no solo indaguen la actuación de los policías sino también de
personal de civil que labora en las corporaciones de seguridad pública. Causa
en Común propone en esta fase la creación de comités que participen en el
funcionamiento de estas áreas y que cuenten con representantes de la sociedad
civil separados de las dependencias policiales. Tercera fase:
vigilancia externa: Como tercera fase del modelo para prevenir y
erradicar la corrupción Causa en Común propone el diseño de un órgano externo y
autónomo a la Policía que supervise periódicamente el funcionamiento de las
áreas de Disciplina y Combate a la Corrupción de las corporaciones y que
incluso tenga la facultad de ordenas investigaciones totalmente independientes
cuando la gravedad de un caso lo amerite. De acuerdo con la organización este
nuevo órgano deberá contar con su presupuesto propio para funcionar
adecuadamente y sus protocolos de operación. Dicho órgano podrá su vez recibir
quejas ciudadanas que remitirá a las áreas responsables de investigarlas.
Incluso tendrá la capacidad de remitir al Ministerio Público evidencias de la
comisión de un delito, de ser el caso.
Estas
investigaciones promovidas por distintas instituciones nacionales y
extranjeras, pretenden su aplicación en los estados y municipios, de tal forma
es aconsejable que cada president municipal que asuma su cargo para el próximo
periodo, acometa con determinación la aplicación de este procedimiento
preventive a fin de contribuir a la disminución de los delitos. (Continuará…).